8/2/12

Ignorancia trágica

"Timbre de nicho" es un apodo aplicado a quienes no sirven para nada. La base es obvia: si los nichos son lugares ocupados sólo por muertos, por mucho que suene el timbre, nadie se levantará a abrir.
Como tantos sobrenombres, "timbre de nicho" es de autor anónimo. Cabe pensar que fue alguien lo suficientemente astuto para diferenciar un nicho de un panteón. Dado que los nichos son superficies selladas tras la colocación del féretro, impiden la entrada y salida de gente.
Los panteones son construcciones a las que es posible acceder con una llave. En su interior caben mesa y sillas, y hubo épocas en las cuales los familiaren del muerto solían pasar un rato. Más de uno se ha quedado dormido entre oraciones y aburrimiento en el interior del panteón, por lo que hubiera necesitado de un timbrazo para despertarse. Quizás por eso, el anónimo autor del sobrenombre se haya dado cuenta de que "timbre de panteón" era menos efectivo que "timbre de nicho".
Quienes creen en muertos vivos y desconocen que de los panteones es posible salir corren riesgo de engrosar la población estable de los cementerios.
Julieta presentó este texto para el curso de ingreso de Psicopedagogía, una tarde en la que le pidieron un ejemplo de consecuencias potenciales de la ignorancia y de las habladurías.