Gracias, gracias y más gracias a quienes escribieron, actuaron, filmaron, dirigieron y demás verbos que dieron luz a Vulnerables, una serie que desde la pantalla de Canal 13 regaló escenas conmovedoras, amargas, rebosantes de alegría, de drama, de vida cotidiana.
Gracias, gracias y más gracias por la permanente confusión de Antonio Ernesto López, el dubitativo desplegado por el artista Gustavo Garzón, tan capaz de lanzar un "eso no te lo voy a poder permitir" como de señalar de inmediato "está bien, te lo permito" al intuir que Enzo (Emilio Bardi) no tolera prohibiciones. Por eso no sorprende que días después afirme "me voy" del grupo de terapia psicológica segundos previos a ¿asegurar? "me quedo".
Muy difícil no reír con la desopilante primera frase que el paciente Leopoldo (Alfredo Alcón) le dice al terapeuta Guillermo Segura: "Y bien, amigo, ¿en qué puedo ayudarlo?". Brillante carta de presentación de un hombre que a través de su sorprendente sentido del humor esquiva profundizar en sus emociones.
Acaso la cara del psicólogo Segura haya expuesto la sorpresa del personaje y la admiración del actor Jorge Marrale por Alfredo Alcón, que sobresale entre excelentes pares.
"Yo me río en el día y a la noche duermo bien", dice Roberto Chitti, el hombre de términos simples y existencia complicada al que Alfredo Casero le pone cuerpo, mente y alma.
"¿Si yo bajara de peso, ustedes se pelearían menos?", le pregunta Lucas (Brian Yampolsky) el hijo de 12 años, a su papá Guillermo Segura, a punto de separarse de la esposa (Mónica Galán). En igual contexto, este diálogo del psicólogo con Calabrese, su médico amigo encarnado por Carlos Bermejo:
-Ultimamente, todas las mujeres que me rodean me rompen soberanamente las pelotas. ¿A vos no te pasa igual?
-No.
-Es como si nunca pudiera terminar de ser feliz -siente Lucía (Julieta Ortega) sobre sí misma.
-Preferís no desear nada para evitar la tristeza de las frustraciones -replica su psicólogo.
Jimena Soria (formidable Inés Estévez) lucha contra la influencia de su madre, quien refiere al psicólogo como "licenciado brujo". De ahí esta sensación de la pobre joven: "Yo creo que le soy infiel a mi mamá viniendo acá. Y creo que es horrible serle infiel a la persona que uno más quiere". Tan brava es mamá María Elena Soria (Leonor Manso) que un día va a ver al psicólogo para pedirle que le pase información sobre su hija. Ante la previsible negativa, lo trata de "mafioso" y lo amenaza con acudir a la Justicia.
Manipuladora vieja, mamá María Elena Soria monologa ante su hija Jimena: "Yo sé que esta doctrina psicoanalítica es antimadre por naturaleza. No hay ningún lugar para la madre (...) ¿Ves? Que vos no le puedas contar a tu mamá -lo hablado en terapia- está mal; la madre es todo en la vida".
El psicólogo Guillermo Segura sienta principios en la terapia grupal que coordina: "Cuando uno quiere a otra persona, también toma una responsabilidad porque si no el amor se transforma en algo cómodo".
Estimado lector: si los párrafos previos te suscitan interés por la serie,
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Fuentes consultadas para nombres de actores: www.nuestrosactores.com y Wikipedia.