Quizás algún día
“No pateé el penal por miedo”. La frase está prohibida
en el mundo del fútbol, el mismo que les sonríe a las cábalas…
Quien necesita usar una cinta roja o dar con la
derecha su primer paso en el campo de juego teme que el resultado sea adverso.
Pero de ahí a admitirlo hay una distancia que se agiganta si se habla de
explicitarlo delante de un grabador. O sea que habría que premiar la valentía
del futbolista argentino que se animase a decir que le dan miedo algunas situaciones.
Ojalá llegue pronto el día en que deje de ser vergonzante esta confesión. De ninguna manera se trata de hacer apología del
miedo. Quien lo padece, sabe que encarcela sin rejas ni guardias. Apenas se
busca llamar la atención respecto de absurdos patrones del fútbol argentino, la
intolerancia, el desprecio a la psicología y la falsedad entre ellos.