Discriminación, producto muy demandado
Elva Colli, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores de la Universidad Nacional de Río Cuarto, invita a mirar al otro con amor.
Quienes
discriminan dan un trato inferior a los derechos y las consideraciones sociales
de las personas, organizaciones y estados.
Hacen
esta diferencia ya sea por el color de la piel, etnia, sexo, cultura, religión
o ideología.
Los
individuos que discriminan tienen una visión distorsionada de la esencia del
hombre y creen estar en un escalón más arriba que otros grupos, suponen que de
esa “Altura” pueden juzgar al resto. Muchas veces este rechazo se manifiesta en
miradas odiosas o con la falta de aceptación en lugares públicos trabajos o
escuelas, actos que menoscaban a las personas rechazadas.
Los
afectados en la mayoría son individuos pertenecientes a las llamadas minorías.
Son pequeños grupos.
Dentro
de una sociedad, otros son grupos mayores, también entran en la discriminación.
Aquellos
que optan por estos actos encuentran muchas razones para hacerlo.
Son personas a las que les agrada la violencia.
El
prejuicio a ciertas comunidades hace que las personas que las integran sean consideradas negativamente antes de ser conocidas. Son generalizadas y rechazadas. La
intolerancia, el rechazo y la ignorancia en la mayoría de los casos son
determinantes para el nacimiento de conductas discriminatorias.
Las
creencias populares pueden convertirse en propulsoras del odio. Los judíos son
avaros, los gitanos ladrones, los coreanos sucios a igual que los chinos, el que
tiene la tez trigueña es cabecita, los bolivianos son inmigrantes ilegales o
bolitas.
Estos
ejemplos son crueles e injustos de nuestra sociedad.
Por
color, la raza negra es una de las más castigadas desde los periodos coloniales,
fueron víctimas de la esclavitud.
Los
nativos americanos tras lo que llamamos "conquista"… fueron tratados como
animales, civilizaciones exterminadas por falta de comprensión de—los llamados
civilizados europeos.
En pleno siglo 21 la discriminación continúa.
Las personas discapacitadas son las más afectadas en nuestro país por la discriminación. Para ellos es difícil o imposible conseguir trabajo, obtener una buena atención medica para el problema de cada uno ,ya que todos requieren un tratamiento distinto, otra dificultad es conseguir instituciones educativas acordes a sus necesidades y recursos económicos
Ya
se sabe que los que tienen una buena posición no tienen por que preocuparse: el
señor dinero es un buen caballero.
Los
que dependen de instituciones publicas deambulan por distintos lugares para
poder mejorar su salud -el Estado no brinda el respaldo adecuado, aún hay muchas cosas que corregir-.
A los que tienen discapacidad física y utilizan sillas de
ruedas o bastones les es muy difícil si no imposible circular por la vía pública. En la mayoría de los barrios tienen que
circular por la calle no solo ellos,
también por falta de veredas otros peatones lo tienen que hacer, con el
peligro que esto representa para la vida.
En
el centro de nuestra ciudad hace poco tiempo se están realizando rampas en las
esquinas de las veredas. Las discapacidades existen no solo en el centro, en todos los
barrios también viven personas que se
sienten discriminadas. Seamos solidarios.
No
a la discriminación
La
raza humana puede ser comparada con una paleta de colores. Todos diferentes,
cada uno con una cualidad especial, algo
que lo hace bello. Algún que otro parecido pero, al final distintos.
Los
hombres y las mujeres somos iguales a los colores, todos distintos pero todos, al fin y al cabo,
humanos.