Propiedades limpias, espaldas sangrando
Las abstracciones se perciben en la práctica cotidiana. Lo que para alguien representa el amor se nota en sus hechos; para unos implica regalar flores, para otros, levantarse a las 4 a darle un remedio al hijo, recordar la comida favorita de alguien, evitar la irritante frase "te dije" al que se equivocó pese a las advertencias, etc.
La cultura es otro sustantivo abstracto, igual que la diversidad. Si este artículo contuviera algunas definiciones quizás no sería tan ilustrativo como este ejemplo de Fern Johnson, docente que recuerda un caso que deparó "un incidente internacional por diferentes concepciones culturales de justicia".
En 1994, Michael Fay, estadounidense de 19 años, fue sentenciado en Singapur a golpes con caña de bambú "por una transgresión tan menor como pintar un grafiti con spray. Operando con los principios de jurisprudencia occidental según los cuales 'el castigo debe ajustarse al delito' y 'el castigo cruel e inusual' no es apropiado, la sentencia de los palmetazos impresionó a los estadounidenses como excesiva y violenta. Singapur defendió su sistema judicial mostrando su baja estadística delictiva comparada con la de Estados Unidos y muchas otras naciones".
El presidente Bill Clinton pidió clemencia.
¿Cómo terminó el caso? Al joven lo castigaron, pero con menos cañazos de los estipulados al comienzo.
Fern Johnson, director del Programa de cultura y comunicación interdisciplinaria de la Universidad Clark, señaló que "este incidente puso en el centro de la escena el choque de nociones de justicia".