Huesos, lazos, cruces 
Basados en tres palabras que cruzaran su mente en diez segundos, los estudiantes de sexto año del IPEM 252 de Río de los Sauces tuvieron que escribir en 25 minutos un texto de veinte renglones.
"Roco loco" fue la creación de Gonzalo Giordana, a partir de perro, hueso y loco.
"Son únicos", el material de Micaela Gerkes, cuyo trío de términos fue compañeros, banco y días.
"Maldita desilusión", la obra de Belén Oviedo, al calor de una sonrisa, una manzana y una bufanda.

Roco loco
15 de octubre en la región del Nilo, Africa, jóvenes científicos fueron a investigar un curioso y extraordinario caso, se trata de un perro que enterraba sus propios huesos.
Su dueña Judith veía que Roco, su perro, no estaba bien, cada vez que lo veía estaba más pequeño,
hasta que decidió seguirlo para ver qué pasaba. Luego de andar un par de horas, el mismo entró en una construcción donde Judith no pudo verlo. Al rato, Roco salió más chiquito que antes, fue cuando despertó en ella una gran curiosidad, consecuentemente llamó a estos jóvenes científicos para investigar el caso.
Dos días después del llamado el grupo de jóvenes llega a la casa de Judith, donde ella cuenta lo sucedido. Una vez que supieron lo que pasaba, decidieron colocar cámaras en la construcción y descubrieron que Roco escondía sus propios huesos, por lo tanto cada vez era más chiquito. Al ver semejante fenómeno decidieron anunciar el curioso caso del "perro loco", caso que nunca se pudo saber qué le ocurria al pobre perro. Pasaron los meses, él desapareció y nunca más se supo de Roco y jamás volvió a ocurrir un caso similar.

Son únicos
No solo formaron parte de mi infancia, sino que también me acompañaron durante el transcurso de mi adolescencia, sí, estoy hablando de mis compañeros, que más que eso son mis amigos.
Son los mismos en los que uno puede realmente confiar, hay que destacar que a los compañeros uno no los elige, pero tengo la suerte de que me tocaron personas extraordinarias, a pesar de que seamos tan distintos, nos une algo tan grande como la educación que adquirimos, la cantidad de horas que pasamos juntos en la escuela y ni hablar de las anécdotas que vamos a recordar por el resto de nuestras vidas, lasd cuales tomarán rumbos diferentes en poco tiempo. Muchas cosas voy a extrañar de mis compañeros, como las peleas diarias, los puntos de vista, los graciosos del curso como también los que no se prenden en nada, las discusiones que se generan por el mejor banco o la mejor silla cuando necesitamos un mismo enchufe los 21 integrantes del curso. Está también el que vive pidiendo hojas o lapiceras, el inteligente, el distraído, el paciente, el que nos alegra el día a todos y así podría estar describiéndolos días y días porque son únicos.

Maldita desilusión
Era una tardecita de invierno cuando nos conocimos con Rogelio. Eran miradas que iban y venían, y sentía muchas mariposas dentro de mi panza. El tomó mi mano y yo la de él, y me preguntó si quería ser la afortunada. Con muchos nervios y una sonrisa enorme acepté con mucho gusto.
Al poco tiempo me presentó en la casa, mis suegros conocí, ella medio bruja y él muy simpático, pero no me quedaba otra que aceptar porque estaba súper enamorada. Al terminar de comer de postre había manzanas y Rogelio me invitó a morder la manzana juntos.
Le conté todo a mi mejor amiga y ella se alegró demasiado. Con Rogelio nos amábamos demasiado. Una tarde me pasó a buscar para dar una vuelta, estaba muy frío y mamá que rompía los quinotos con que me pusiera la bufanda, pero ya sabemos cómo son los padres.
Al pasar un año me entero de que mi mejor amiga me estaba engañando, era imposible creer que mi mejor amiga me había hecho esto y yo que confiaba en ella. Pero no voy a perdonarlos nunca, ni a ella ni a ese bastarde que se burló de mí. Pero tengo todo planeado, voy a hacer que sufran y que sientan lo mismo que yo.
Deseo que su vida sea una pesadilla y que en algún momento pueda tenerlos a mis pies implorando perdón.