Grave confusión
-Profesor, ¿es cierto que usted dijo que yo era un maricón?
-No, yo lo que dije fue que vos eras un hijo de mala madre.
El diálogo tuvo como escenario el pasillo de una universidad, acaso para ratificar que el contexto de los altos estudios no garantiza elevada educación.
Al deseo lógico del alumno por confirmar los dichos ajenos lo complementó la franqueza del docente, que lamentablemente no fue acompañada por una disculpa. Es saludable admitir lo hecho, claro que si no media arrepentimiento son de esperar nuevas equivocaciones.
La revista Charlie Hebdo había ridiculizado sistemáticamente a Mahoma así como lo hiciera antes con figuras como el Papa Benedicto XVI, en su afán de "banalizar todas las religiones". En la edición posterior al ataque que sufrió el miércoles 7 de enero de 2015 y costó la vida de 12 personas, su portada es una caricatura de Mahoma que dice "Yo soy Charlie".
Hay un hilo conductor entre el docente que precisó y ratificó su ofensa y la nueva tapa de Charlie Hebdo.
Confundir porfía con perseverancia y disculpas con debilidad es habitual en los soberbios.