Una de las peores consecuencias del esnobismo es que, de tanto perseguir lo nuevo, lo acaba idealizando. Pasa con muchos hombres y mujeres que tras ingentes esfuerzos son aceptados para una relación y al tiempo descubren que se habían enamorado de fantasías y formas que le impidieron ver el fondo.
La aplicación de la tecnología en centros educativos, con miles de gentiles porteros con poder, es en varios casos una faceta esnob. Se sabe usar un encendedor, ¿se conoce que el fuego requiere un combustible y un comburente? Se conoce la ubicación de las letras en un teclado, ¿para escribir "tkm" a la primera de cambio?
Más de uno cree que la buena enseñanza depende de equipar hasta los pasillos de los colegios y universidades con proyectores power point. Tan absurdo como sacar chapa de mejor cebador de mates por utilizar una pava eléctrica.
Por supuesto que los adelantos tecnológicos condicionan la acogida de los materiales. Basta como ejemplo la cantidad de caracteres de una página de diario de hoy comparada con una de 1917. Pero de ahí a invertir más en las rotativas impresoras que en la selección de los periodistas...
Tras escribir "La tragedia educativa", Guillermo Jaim Etcheverry continuó reflexionando profundamente acerca del tema: "La escuela tiene que ponerse en una situación un poco más modesta, enseñarles a los chicos algo que no van a aprender en otro lado", sostuvo el docente, quien agregó que "demasiado énfasis se pone en la idea de la modernización". "Mientras hacemos estos experimentos, pasan los chicos que no tienen otra oportunidad. Hay que ser un poco más modestos", opinó. Según la misma nota del diario El Intransigente, el exrector de la Universidad de Buenos Aires "durante una editorial en Radio Mitre, observó que "la tecnología no confiere inteligencia" y recalcó: 'Se necesita mayor capacidad intelectual para escribir un poema que para manejar una tablet'. 'Hay que trabajar, los chicos no van a la escuela a divertirse, van a la escuela a interesarse por el conocimiento".
Las frases aparecen en la edición del 22 de marzo del periódico, hace más de un mes. ¿Serán debido a ello desechadas por numerosas autoridades educativas?