Especial: poemas de Claudio Rafael Masiero Sauber
El autor de estos poemas y Héctor Fourcade coordinan en Río Cuarto dos talleres de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), abiertos a todo público, de narrativa y poesía, los miércoles de 20 a 22.
Agua, tiempo
Saciarme de vos
que seas cuenco de una vez
y por todas, Agua.
Ser la mano o la cuerda,
el péndulo, algo que pueda cambiar
el tiempo, tiempo,
esa palabra que no entiendo,
que no me entiende,
que no puedo cambiar, Tiempo.
Agua, Tiempo.
Son líquido.
Arco iris nocturno
Duerme mi cama
en el cuarto menguante.
Si un bostezo fuera el puente
para llevarme
al más extraño arco iris,
no dudaría.
Entonces pienso en bostezo,
entonces en dormir,
en noche.
Dejo de pensar,
imagino.
¿Cómo será un arco iris
en la noche?
No existen,
solamente
porque nadie sale a ver el cielo en la noche,
luego de la batalla de las nubes.
¿Cómo dejar de ser un profesional?
Ahora que soy
un profesional de la poesía,
corro el riesgo
de hacer poemas bien escritos
que no me gusten.
Arbol gris
Era un condenado
que mis manos inocentes
tironeaban;
(la noche en los ojos de un búho
brindaba su plegaria)
la higuera no quería,
lo supe a la mañana,
dejó un arado horrible
aferrándose a la tierra.
Mis manos tironeaban.
No más
la más hermosa.
GRIS, gris.
No tengo estufa
donde honrar
los frutos y la sombra.
Apenas si dejé el tronco
y cuatro ramas,
las grandes.
No lo oigo,
sé que el patito
llora en los rincones;
ahí se volvió más verde.
Cuestión de lógica
El que no cree en Dios
no cree en el amor
el que no en el amor
tampoco en la vida,
en el dolor o la alegría.
O sea: no cree en el verbo,
en la palabra.
Qué triste y peligroso,
un hombre que no cree,
que sólo adjetiva,
sustantiva y califica.
Esto no es cuestión de fe:
es cuestión de lógica.
Consejo
¡Ve a París!
¡ Ve a crecer poeta!
Argumento:
Todos lo hicieron.
¡Crece muchacho, crece!
Aquí todo es llano, todo.
¡Vive, vive!
TODO
PARIS
Todo: el argumento.
En el aeropuerto
algunos parisinos llegaban.
Eso no me detuvo.
París
Me encontré
en una habitación
escribiendo
con las ventanas cerradas.
Estrategias para olvidar
(Las estrategias suelen ser flechas que ya han sido lanzadas)
Escuché tango
para emborrachar al corazón,
y apenas si latió más lento.
Cambio todas las baldosas
de todas las veredas,
siembro azucenas pardas
donde caminábamos,
tiré todo el calzado
por temor a su memoria.
NO ALCANZÓ.
Erguí una nueva ciudad,
pedí a DIOS habitara
los campos
con los animales extinguidos.
Una mañana,
a las que llamaba tarde,
en la cima de la montaña
que palié,
viendo con qué
rellenar el cuenco,
me senté a pensar
un nombre para mi ciudad.
Fue inevitable,
Le puse el tuyo.
Ensalada Alma
Una señora muy aseñorada
decía de un mugrientito:
Toda la tristeza está en sus ojos.
El mugrientito contesta:
Mis ojos son el zaguán del dolor.
En realidad
el mugientito no habló.
Era analfabeto
pero culto en su manera de mirar.
¿Cuándo?
Es probable
que en los próximos treinta poemas
aparezca la palabra todo,
( también ahora que lo sé
que no aparezca).
¿Cuándo fue
que hice o sentí o pensé,
trascendentes mis poemas
para los otros?
¿Es importante que sepan
que la palabra todo
va a estar
en los próximos treinta poemas?
¿Y este juego de sinceridad
y de palabras austeras, repetidas,
no será
un telón cubriendo
una complejidad que no existe,
tapando una bambalina
que tampoco existe?
Si bien puedo no leerles el poema,¿ qué lo borra de mí?