Profe, cambie el práctico
La debe haber insultado mentalmente cerca de 5 minutos. Escribir 15 renglones sobre el amor no le parecía una buena idea -ninguna lo era un viernes en la última hora.
A 17 minutos del timbre tuvo que empezar. Lo que sigue es lo que, en seis minutos, pasó en limpio después de varias tachaduras.
"Mire, profesora, cada día entiendo menos. Hay gente que mata según ellos por amor a un dios. Supongo que será el dios del odio.
Hay gente que verduguea a sus empleados en nombre del amor a la tarea. Supongo que será la tarea de la insensibilidad.
Honestamente, no amo ni mucho menos a esta gente.
Amo algunas canciones de Soraya aunque mi hermano diga que son payasadas.
Amo, o creo que amo, a alguna gente importante en mi vida, pero si no le parece mal prefiero no nombrarlos. Siento que los amo, pero me da cosa escribirlo acá.
Qué cosa, ¿no? Es como si resultara más fácil hablar del odio que del amor".
Y en este rincón: el miedo
El fútbol es un espacio bravo para las decisiones
Un día se planteó el juego de las denominaciones. En el aula alguien decidió llamar significante a lo que se decía y significado a la lectura respectiva.
Entonces, el significante “es un buen tipo” se llena de signficados divergentes si las situaciones lo son. Ejemplo:
a) Un empleado detesta a su jefe, pero siente que de sus palabras depende el mantenimiento de su fuente laboral. Le preguntan qué tal es su jefe y responde: “Es un buen tipo”. Lectura respectiva: “Es una alimaña, pero si lo digo pierdo el puesto”.
b) Una persona algo destemplada en lo estilístico habla de Juan Pablo II: “Es un buen tipo”. Lectura respectiva: “Ese hombre habla del bien y hace el bien”.
Canal expresivo
A más de un estudiante se le hace un lío cuando, en las primeras clases de Ciencias de la Comunicación, tiene que aprender lo que es canal.
Canal es la vía a través de la cual se emite un mensaje. Y parece que influye sobre las perspectivas.
Cuando se habla mediante encuestas por Internet, la mayoría de los hinchas no quiere verlo a Diego Maradona como técnico. Cuando hay que poner la cara para decirlo, aparecen palabras tales como “¡Aguante, Diego!”, “Sos lo más grande”, ¡“Borombombón, borombombón, a Maradona, la selección!”. Lindo ejemplo de lo que implica el concepto de control social informal, o mecanismo no legislado para encarrilar disidentes y mantener adhesiones.
Grata palabra
Tiempo atrás, el periodista Orlando Barone habló en su carta abierta del programa “La Mañana con Víctor Hugo” (Radio Continental, lunes a viernes de 9 a 13) de lo que implica democracia: un vicepresidente puede votar en contra del presidente en un asunto capital como las retenciones agropecuarias y no por ello lo accidentarán en la ruta ni aparecerá baleada su casa.
Ojalá algún día la democracia se vea así de bien en el fútbol argentino. Entonces, elegir el técnico de la selección significará haber optado por el mejor y no por el que más presión hizo para ser designado. Lo hecho por el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino con Diego Maradona avala el poder del miedo sobre los que detentan poder y no quieren perderlo.
Julio Grondona acaso sepa lo que significa su decisión: no eligió al mejor, pero sabe que dejarlo al margen a Maradona es hacerse de un enemigo tenaz.
Ojalá todo termine bien aunque haya empezado mal.