6/3/13



Marta en el avión
Por Martín Bufali

Nervios. Le salían por todas partes del cuerpo, desde las llagas en la boca hasta el sarpullido en las piernas.
Marta preparó su bolso, y en él, pastillas para dormir. De nada servía la promesa a su hijo recién egresado -en la Franche Comté-  de superar el miedo a las alturas. 
La azafata la observó y consideró que esa mujer no estaba bien, la acompañó a un asiento de clase alta y le ofreció algo para tomar. 
Agarró ese vaso de whisky como si fuera el último de su vida.
Eran cuatro: dos de emergencia a bordo, la azafata y un joven, tratando de bajar el cuerpo del avión y buscando el número de algún familiar que la fuera a buscar. Cualquiera pensaría en el glamour de un velorio a metros de la Torre Eiffel.