Lazos
Parcos
Pensó en su vecino el viejo Juan Carlos. En la cantidad de veces que lo escuchó renegar de su empleo. En sus labios que rompían el sello apenas para decir "hola", "bien", "pasame el agua" y "muy rico".
Las letras del diario se le borronearon cuando notó que también a su padre lo comprendió tarde.
Intrusión
Lamentó que Nilda iniciara sus requerimientos con "te voy a tener que pedir...". Era el mismo comienzo de frase de Alcides, "el crápula que te pedía a las doce y veinticinco un trabajo que llevaba una hora y cuando volvía de comer preguntaba con voz de buen tipo: ¿Pero cómo, todavía estás acá?". Quizás por eso no le respondía a Nilda con la amabilidad que merecía. "El tipo jamás pagó no te digo una hora extra, al menos un par de facturas o un sandwich. Y pensar que creía que estaba preocupado por mí cuando le dije que Lucas estaba en cama con 39 de fiebre. Pero no podía ser: ni bien me respondió "qué macana" agregó: "Justo hoy que Daniel está de franco".
Nilda nunca supo de esto. A los tres meses de prueba le dio las gracias y nunca volvió a contratarlo.
Un blog variopinto, con textos ligados a pensamientos, sensaciones, descripciones, narraciones, sentimientos, ocurrencias y reflexiones sobre temas periodísticos sin correr tras primicias. Miradas acerca de lo que nos pasa, lo que nos gustaría, lo que perdimos y lo que soñamos.
30/7/13
A unos pasos
Se acordó del personaje de Clint Eastwood en "Por unos dólares más". Le iba con cuentos sucesivamente a los Baxter y a los Rojo para sacarles dinero. Parecido a lo que hacía El Chavo, que a cambio de un vaso de aguas frescas le prometía datos de Don Ramón al señor Barriga y viceversa.
Entre el chico que a veces no era idiota y el cowboy que juntaba dinero a sangre fría había una distancia considerable.
Adrián Ramírez siente que los periodistas que a un personaje del fútbol o del espectáculo le cuentan lo que dijo otro y a otro lo que pronunció uno están más cerca de un pistolero caza recompensas que de un pibe pobre que busca unos mangos.
Se acordó del personaje de Clint Eastwood en "Por unos dólares más". Le iba con cuentos sucesivamente a los Baxter y a los Rojo para sacarles dinero. Parecido a lo que hacía El Chavo, que a cambio de un vaso de aguas frescas le prometía datos de Don Ramón al señor Barriga y viceversa.
Entre el chico que a veces no era idiota y el cowboy que juntaba dinero a sangre fría había una distancia considerable.
Adrián Ramírez siente que los periodistas que a un personaje del fútbol o del espectáculo le cuentan lo que dijo otro y a otro lo que pronunció uno están más cerca de un pistolero caza recompensas que de un pibe pobre que busca unos mangos.
29/7/13
Exámenes
Horrible previa
Eran escasamente las siete y veinte. No había forma de que se hicieran las ocho. Cada repaso que escuchaba lo hacía sospechar que casi todos sabían más. Le empezó a doler la cabeza aunque había dormido bien y los retorcijones lo boxeaban. No recordaba desarreglos en las comidas, ni alguna mala fuerza. Su mirada fulminó a Carlos, compañero caído del catre que le dijo: "Por lo menos esto te hace pensar en otra cosa".
De solo ver a Luis devorar un pebete de milán y queso en seis mordiscos se sintió peor y cayó en la cuenta de la última vez que había vomitado: un domingo a la madrugada, nada que ver con una situación académica.
El reloj le marcó las siete y veintitrés.
Partido al medio
A la punta del capuchón aún le quedaba plástico para mordisquear. La promesa de conservarlo sano se había desvanecido. Por momentos evocó la chaqueta roja de Charly García en una colección de discos de rock nacional de una revista, los días previos al egreso del secundario y trató de acertar los resultados de Boca en las fechas 12 a 16 de los últimos cuatro torneos.
Si no hubiera estudiado nada, habría puesto cruces al tanteo. Si hubiera estudiado lo suficiente, habría respondido confiado y bien. Quedarse a mitad de camino conlleva pérdida de tiempo, máxime si el docente resta puntos por cada error en las preguntas de múltiple opción.
Horrible previa
Eran escasamente las siete y veinte. No había forma de que se hicieran las ocho. Cada repaso que escuchaba lo hacía sospechar que casi todos sabían más. Le empezó a doler la cabeza aunque había dormido bien y los retorcijones lo boxeaban. No recordaba desarreglos en las comidas, ni alguna mala fuerza. Su mirada fulminó a Carlos, compañero caído del catre que le dijo: "Por lo menos esto te hace pensar en otra cosa".
De solo ver a Luis devorar un pebete de milán y queso en seis mordiscos se sintió peor y cayó en la cuenta de la última vez que había vomitado: un domingo a la madrugada, nada que ver con una situación académica.
El reloj le marcó las siete y veintitrés.
Partido al medio
A la punta del capuchón aún le quedaba plástico para mordisquear. La promesa de conservarlo sano se había desvanecido. Por momentos evocó la chaqueta roja de Charly García en una colección de discos de rock nacional de una revista, los días previos al egreso del secundario y trató de acertar los resultados de Boca en las fechas 12 a 16 de los últimos cuatro torneos.
Si no hubiera estudiado nada, habría puesto cruces al tanteo. Si hubiera estudiado lo suficiente, habría respondido confiado y bien. Quedarse a mitad de camino conlleva pérdida de tiempo, máxime si el docente resta puntos por cada error en las preguntas de múltiple opción.
21/7/13
¿Qué da más miedo?
A las 21.45 del domingo 21 de julio de 2013, eran dos las nuevas muertes a raíz de la disputa entre facciones de la barra brava de Boca. Un periodista de Clarín había dado dos señales de alerta días y horas antes. Aunque se habían registrado antecedentes en visitas de Boca a otros estadios, no hubo prevención adecuada. Armas de fuego y cortafierros afilados como para matar a un elefante fueron postales de una tarde en la que se iba a jugar un partido de fútbol.
La mayoría de los informativos habló de los asesinatos como consecuencia de choques entre disidentes y miembros de "la barra oficial". Tan sólidamente establecidos están los violentos que detentan el poder en los clubes que son llamados integrantes del grupo "oficial". Es lo que tienen las denominaciones: dicen verdades que asustan, más aun en el fútbol porque desde hace décadas nada se hace para cambiar.
Salvo que se considere un hecho válido para erradicarlas el mensaje (¿cándido o cínico?) de la presidente Cristina Fernández cuando tributó su "respeto" para quienes no ven el juego, ocupados como están pues "arengan, arengan y arengan". A menos que se crea que fue una estrategia sublime por la paz premiar a los barras "oficiales" con pasajes a Sudáfrica a ver el Mundial. O que se asuma cual avance el diagnóstico que desde el atril esbozó la presidente de la Nación el 30 de julio del año pasado, cuando además de elogiar a quienes alientan desde los paraavalanchas aseveró: "Las cosas más graves no pasan dentro de la cancha, pasan afuera". Tenía razón. Los fallecidos de julio de 2013 jamás pudieron entrar en el estadio de San Lorenzo.
A las 21.45 del domingo 21 de julio de 2013, eran dos las nuevas muertes a raíz de la disputa entre facciones de la barra brava de Boca. Un periodista de Clarín había dado dos señales de alerta días y horas antes. Aunque se habían registrado antecedentes en visitas de Boca a otros estadios, no hubo prevención adecuada. Armas de fuego y cortafierros afilados como para matar a un elefante fueron postales de una tarde en la que se iba a jugar un partido de fútbol.
La mayoría de los informativos habló de los asesinatos como consecuencia de choques entre disidentes y miembros de "la barra oficial". Tan sólidamente establecidos están los violentos que detentan el poder en los clubes que son llamados integrantes del grupo "oficial". Es lo que tienen las denominaciones: dicen verdades que asustan, más aun en el fútbol porque desde hace décadas nada se hace para cambiar.
Salvo que se considere un hecho válido para erradicarlas el mensaje (¿cándido o cínico?) de la presidente Cristina Fernández cuando tributó su "respeto" para quienes no ven el juego, ocupados como están pues "arengan, arengan y arengan". A menos que se crea que fue una estrategia sublime por la paz premiar a los barras "oficiales" con pasajes a Sudáfrica a ver el Mundial. O que se asuma cual avance el diagnóstico que desde el atril esbozó la presidente de la Nación el 30 de julio del año pasado, cuando además de elogiar a quienes alientan desde los paraavalanchas aseveró: "Las cosas más graves no pasan dentro de la cancha, pasan afuera". Tenía razón. Los fallecidos de julio de 2013 jamás pudieron entrar en el estadio de San Lorenzo.
15/7/13
Discriminación
"Yo tengo un barco viejo, me llaman pirata y porque tú tienes una flota te llaman conquistador", cuentan que le dijo un corsario prisionero a Alejandro Magno.
Una de las primeras objeciones a esta sugerente frase es que tal vez Alejandro Magno haya tenido distintas intenciones que el pirata, que la diferencia no haya sido únicamente cuantitativa. De todos modos, inquieta notar que, por lo común, el sistema penal argentino condena al del barco viejo y enaltece al de la flota. Que las cárceles estén pobladas en un 90 por ciento por los más pobres no significa que sean ellos los más deshonestos. Para muestra basta señalar que fortunas habidas en la oscuridad reciben el beneficio del blanqueo. O apuntar que el hilo de la trata de personas se corta por las que ponen el cuerpo y no por quienes las esclavizan.
"Yo tengo un barco viejo, me llaman pirata y porque tú tienes una flota te llaman conquistador", cuentan que le dijo un corsario prisionero a Alejandro Magno.
Una de las primeras objeciones a esta sugerente frase es que tal vez Alejandro Magno haya tenido distintas intenciones que el pirata, que la diferencia no haya sido únicamente cuantitativa. De todos modos, inquieta notar que, por lo común, el sistema penal argentino condena al del barco viejo y enaltece al de la flota. Que las cárceles estén pobladas en un 90 por ciento por los más pobres no significa que sean ellos los más deshonestos. Para muestra basta señalar que fortunas habidas en la oscuridad reciben el beneficio del blanqueo. O apuntar que el hilo de la trata de personas se corta por las que ponen el cuerpo y no por quienes las esclavizan.
11/7/13
Inequidad
Román Riquelme dice desde fuera del grupo que "a Boca le faltan referentes", no hace la pretemporada con sus compañeros y el entrenador lo acepta cuando decide volver.
Santiago Silva hizo los pocos goles que pudo en un equipo que jugó mal en parte por las persistentes ausencias del diez y, por decir la verdad (con Falcioni se sumaron más puntos), lo exilian.
Mucha gente no sabe qué significa el concepto "ecuanimidad". El técnico Carlos Bianchi quizás lo conozca, pero elige ignorarlo.
Román Riquelme dice desde fuera del grupo que "a Boca le faltan referentes", no hace la pretemporada con sus compañeros y el entrenador lo acepta cuando decide volver.
Santiago Silva hizo los pocos goles que pudo en un equipo que jugó mal en parte por las persistentes ausencias del diez y, por decir la verdad (con Falcioni se sumaron más puntos), lo exilian.
Mucha gente no sabe qué significa el concepto "ecuanimidad". El técnico Carlos Bianchi quizás lo conozca, pero elige ignorarlo.
Absurdas verdades
¿Alguien imagina a la reina Máxima chupándose los dedos en una gala? ¿Al príncipe Carlos terminando una costeleta con la mano? ¿A la reina Isabel diciendo: "Un vino y una de anchoas"?
¿Alguien supone a niños pidiendo en confiterías a la hora de la escuela? ¿A estudiantes universitarios creyendo que Leonardo Da Vinci es el dueño de un colegio? ¿A legisladores creyendo que con el cierre de las whiskerías se acaba la trata de personas?
Unos no pueden con el protocolo. Otros se rinden en cuestiones importantes.
¿Alguien imagina a la reina Máxima chupándose los dedos en una gala? ¿Al príncipe Carlos terminando una costeleta con la mano? ¿A la reina Isabel diciendo: "Un vino y una de anchoas"?
¿Alguien supone a niños pidiendo en confiterías a la hora de la escuela? ¿A estudiantes universitarios creyendo que Leonardo Da Vinci es el dueño de un colegio? ¿A legisladores creyendo que con el cierre de las whiskerías se acaba la trata de personas?
Unos no pueden con el protocolo. Otros se rinden en cuestiones importantes.
7/7/13
Disímiles
Novedad
Su última carrera de embolsados fue tres semanas atrás. La eligió porque la alternativa era un concurso de baile. No se acordaba de las caídas, tampoco de la última vez que se había pinchado la mano con rosetas. Esta vez no insultó; quien lo hacía debía retroceder diez metros. Salió tercero de cuatro, pese a lo cual se quedó bastante satisfecho: era la segunda vez en el fin de semana que un malestar no terminaba en palabras que a su mamá la hacían persignarse.
Significados
Pesado y previsible en sus oscilaciones. Adelqui no sabía que por eso los alumnos lo llamaban "reloj de péndulo". Como tantos soberbios, compraba los elogios y ni se le ocurría suponer que merecía críticas. "Preciso y balanceado", leyó en la tarjeta escrita por los estudiantes, tras lo cual les agradeció "mucho" por "darse cuenta" y los felicitó "por la agudeza, por lo rápido que conocen a la gente".
"Son buenos pibes, se divierten sanamente", pensó enseguida, cuando las carcajadas se oían desde la sala de profesores.
Su última carrera de embolsados fue tres semanas atrás. La eligió porque la alternativa era un concurso de baile. No se acordaba de las caídas, tampoco de la última vez que se había pinchado la mano con rosetas. Esta vez no insultó; quien lo hacía debía retroceder diez metros. Salió tercero de cuatro, pese a lo cual se quedó bastante satisfecho: era la segunda vez en el fin de semana que un malestar no terminaba en palabras que a su mamá la hacían persignarse.
Significados
Pesado y previsible en sus oscilaciones. Adelqui no sabía que por eso los alumnos lo llamaban "reloj de péndulo". Como tantos soberbios, compraba los elogios y ni se le ocurría suponer que merecía críticas. "Preciso y balanceado", leyó en la tarjeta escrita por los estudiantes, tras lo cual les agradeció "mucho" por "darse cuenta" y los felicitó "por la agudeza, por lo rápido que conocen a la gente".
"Son buenos pibes, se divierten sanamente", pensó enseguida, cuando las carcajadas se oían desde la sala de profesores.
Densidad
Sentada, no ubicada
"¡Van a pensar que estoy loca, pará de hacerme reír!". La frase llegó tarde. La mujer que viajaba en el asiento de adelante ya había aturdido con la narración de las habilidades de un nene de 3 años que era "más vivo que todos nosotros juntos", lo cual sonaba verosímil si los adultos de la familia se le parecían.
"Tené en cuenta que voy en colectivo, pará de hacerme reír", dijo kilómetros después, cuando había repetido dos veces la facilidad de la criatura para ponerse las zapatillas.
Bienaventurados los pacientes.
Absurdo
Había embocado ocho de los nueve bollos de papel en el cesto. Faltaban dos minutos menos para completar el horario. Se puso a acomodar las tres hojas que había en la mesa de modo que la primera línea de la de abajo fuera el antetítulo y la primera de la hoja del medio quedara como título del texto de la que estaba encima. Tres bollos y dos aciertos.
Contó los mosaicos de la oficina de este a oeste y los multiplicó por los que había a lo largo. Calculó las dimensiones, le dio cerca de 11 por 6. Era tiempo de fichar.
Hay cada régimen laboral...
"¡Van a pensar que estoy loca, pará de hacerme reír!". La frase llegó tarde. La mujer que viajaba en el asiento de adelante ya había aturdido con la narración de las habilidades de un nene de 3 años que era "más vivo que todos nosotros juntos", lo cual sonaba verosímil si los adultos de la familia se le parecían.
"Tené en cuenta que voy en colectivo, pará de hacerme reír", dijo kilómetros después, cuando había repetido dos veces la facilidad de la criatura para ponerse las zapatillas.
Bienaventurados los pacientes.
Absurdo
Había embocado ocho de los nueve bollos de papel en el cesto. Faltaban dos minutos menos para completar el horario. Se puso a acomodar las tres hojas que había en la mesa de modo que la primera línea de la de abajo fuera el antetítulo y la primera de la hoja del medio quedara como título del texto de la que estaba encima. Tres bollos y dos aciertos.
Contó los mosaicos de la oficina de este a oeste y los multiplicó por los que había a lo largo. Calculó las dimensiones, le dio cerca de 11 por 6. Era tiempo de fichar.
Hay cada régimen laboral...
2/7/13
Fastidio
Errarle feo
Confundirse es tan común...
Julieta respiró hondo y apretó con su mano izquierda el almohadón de la silla cuando escuchó calificar de "héroe" a un hombre que cruzó parte del Gran Cañón caminando sobre una cuerda sin malla de contención.
Por suerte no fue el día en que uno de sus compañeros defendió por "auténtico" a un candidato a legislador que, con una ametralladora en la mano, prometía solución a la inseguridad.
Recostada escuchando a Anna Ternheim, sonrió recordando que Alejandro Dolina sostenía que muchos contagian el "paramicismo", tendencia por la cual un ser humano niega verdades con el único argumento (?) de que se le ocurre que no es así. Desde esta posición, más de uno hasta se considera valiente por asegurar que "digan lo que digan, para mí que dos y dos son cinco".
Julieta pensó en el destino de un país en el que se valore "heroico" a un hombre que arriesga su vida para no salvar la de nadie. Sintió que, con ese criterio, también es héroe un pibe que maneja una moto con los pies o una mujer que trata de sobrevivir en musculosa en la Antártida.
Por esto no pudo dormir ni disfrutar de "Better be", uno de los temas que más le complacía de Anna Ternheim. Le yapó otra preocupación: si se aprecia lo "auténtico" ya que "no miente, va de frente", de quien ofrece combatir la violencia criminal con un arma de guerra, algún día le darán una medalla a un marido que se reconozca desleal y lleve su amante a su casa.
Se tranquilizó Julieta cuando recordó que en Medicina los docentes no aprueban al que asevera: "Yo soy un convencido de que el ser humano tiene cuatro pulmones".
Veinte minutos después sonó el despertador.
Confundirse es tan común...
Julieta respiró hondo y apretó con su mano izquierda el almohadón de la silla cuando escuchó calificar de "héroe" a un hombre que cruzó parte del Gran Cañón caminando sobre una cuerda sin malla de contención.
Por suerte no fue el día en que uno de sus compañeros defendió por "auténtico" a un candidato a legislador que, con una ametralladora en la mano, prometía solución a la inseguridad.
Recostada escuchando a Anna Ternheim, sonrió recordando que Alejandro Dolina sostenía que muchos contagian el "paramicismo", tendencia por la cual un ser humano niega verdades con el único argumento (?) de que se le ocurre que no es así. Desde esta posición, más de uno hasta se considera valiente por asegurar que "digan lo que digan, para mí que dos y dos son cinco".
Julieta pensó en el destino de un país en el que se valore "heroico" a un hombre que arriesga su vida para no salvar la de nadie. Sintió que, con ese criterio, también es héroe un pibe que maneja una moto con los pies o una mujer que trata de sobrevivir en musculosa en la Antártida.
Por esto no pudo dormir ni disfrutar de "Better be", uno de los temas que más le complacía de Anna Ternheim. Le yapó otra preocupación: si se aprecia lo "auténtico" ya que "no miente, va de frente", de quien ofrece combatir la violencia criminal con un arma de guerra, algún día le darán una medalla a un marido que se reconozca desleal y lleve su amante a su casa.
Se tranquilizó Julieta cuando recordó que en Medicina los docentes no aprueban al que asevera: "Yo soy un convencido de que el ser humano tiene cuatro pulmones".
Veinte minutos después sonó el despertador.
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