Novedad
Su última carrera de embolsados fue tres semanas atrás. La eligió porque la alternativa era un concurso de baile. No se acordaba de las caídas, tampoco de la última vez que se había pinchado la mano con rosetas. Esta vez no insultó; quien lo hacía debía retroceder diez metros. Salió tercero de cuatro, pese a lo cual se quedó bastante satisfecho: era la segunda vez en el fin de semana que un malestar no terminaba en palabras que a su mamá la hacían persignarse.
Significados
Pesado y previsible en sus oscilaciones. Adelqui no sabía que por eso los alumnos lo llamaban "reloj de péndulo". Como tantos soberbios, compraba los elogios y ni se le ocurría suponer que merecía críticas. "Preciso y balanceado", leyó en la tarjeta escrita por los estudiantes, tras lo cual les agradeció "mucho" por "darse cuenta" y los felicitó "por la agudeza, por lo rápido que conocen a la gente".
"Son buenos pibes, se divierten sanamente", pensó enseguida, cuando las carcajadas se oían desde la sala de profesores.