30/7/13

Lazos
Parcos
Pensó en su vecino el viejo Juan Carlos. En la cantidad de veces que lo escuchó renegar de su empleo. En sus labios que rompían el sello apenas para decir "hola", "bien", "pasame el agua" y "muy rico".
Las letras del diario se le borronearon cuando notó que también a su padre lo comprendió tarde.

Intrusión
Lamentó que Nilda iniciara sus requerimientos con "te voy a tener que pedir...". Era el mismo comienzo de frase de Alcides, "el crápula que te pedía a las doce y veinticinco un trabajo que llevaba una hora y cuando volvía de comer preguntaba con voz de buen tipo: ¿Pero cómo, todavía estás acá?". Quizás por eso no le respondía a Nilda con la amabilidad que merecía. "El tipo jamás pagó no te digo una hora extra, al menos un par de facturas o un sandwich. Y pensar que creía que estaba preocupado por mí cuando le dije que Lucas estaba en cama con 39 de fiebre. Pero no podía ser: ni bien me respondió "qué macana" agregó: "Justo hoy que Daniel está de franco".
Nilda nunca supo de esto. A los tres meses de prueba le dio las gracias y nunca volvió a contratarlo.