Sentada, no ubicada
"¡Van a pensar que estoy loca, pará de hacerme reír!". La frase llegó tarde. La mujer que viajaba en el asiento de adelante ya había aturdido con la narración de las habilidades de un nene de 3 años que era "más vivo que todos nosotros juntos", lo cual sonaba verosímil si los adultos de la familia se le parecían.
"Tené en cuenta que voy en colectivo, pará de hacerme reír", dijo kilómetros después, cuando había repetido dos veces la facilidad de la criatura para ponerse las zapatillas.
Bienaventurados los pacientes.
Absurdo
Había embocado ocho de los nueve bollos de papel en el cesto. Faltaban dos minutos menos para completar el horario. Se puso a acomodar las tres hojas que había en la mesa de modo que la primera línea de la de abajo fuera el antetítulo y la primera de la hoja del medio quedara como título del texto de la que estaba encima. Tres bollos y dos aciertos.
Contó los mosaicos de la oficina de este a oeste y los multiplicó por los que había a lo largo. Calculó las dimensiones, le dio cerca de 11 por 6. Era tiempo de fichar.
Hay cada régimen laboral...