Dupla
Depende, todo depende
Adrián Ramírez trataba de explicar la diferencia entre valor absoluto y valor relativo. Acostumbrado a que las caras de duda e incomprensión fueran más que las de interés y entendimiento, planteó dos ejemplos:
"Imagínense que alguien les gusta. Luego miran a esa misma persona junto a dos más lindas. Su aspecto no ha variado, pero ustedes, habituados a las tablas de posiciones del fútbol, ahora la consideran de otro modo.
Supongamos que les agrada la historia. Les cae bien escuchar un relato sobre la batalla de Chacabuco en una clase en la escuela. En un café, un sábado al mediodía, las mismas palabras dichas en voz alta desde la mesa de al lado son un castigo".
Poderoso
Adrián Ramírez evitaba los negocios con él. Es que Sergio Susvín tenía fama de dejar mal parados a quienes lo trataban. Era hincha del Taladro y, según decían, uno de los ideólogos de su barra brava. Nunca se lo probaron, pero convenía desconfiar de los dictámenes de la justicia del lugar, ciega para algunos acusados.
Un día, Ramírez escribió esto en el diario del que, una semana después, fue despedido.
Un blog variopinto, con textos ligados a pensamientos, sensaciones, descripciones, narraciones, sentimientos, ocurrencias y reflexiones sobre temas periodísticos sin correr tras primicias. Miradas acerca de lo que nos pasa, lo que nos gustaría, lo que perdimos y lo que soñamos.
31/5/14
29/5/14
Ante la violencia, la reflexión
Por Elena Faricelli, del Programa Educativo de Adultos Mayores
Tristeza, dolor, impotencia... sentimientos que afloraron en mí el pasado día lunes cuando desde el noticiero local enfocaban imágenes de destrucción en nuestra querida Universidad Nacional que con tanto esfuerzo se pudo construir.
Aún recuerdo cuando mis hijos asistían a esa casa de estudios, y, justo en el lugar donde estudiaban, Facultad de Agronomía y Veterinaria, pude ver ¡cantidades inconmensurables de huevos rotos ensuciando toda la fachada, vidrios rotos! ¡Hasta una estudiante con heridas!
Me cabe una pregunta: ¿es democracia dejar que impunemente personas invadan un lugar de estudio? ¿Era necesario esperar a que transcurrieran tantas horas sin ser sacados? Hasta un asado se hicieron! Parece una burla que nadie haya impedido semejante vandalismo.
Pienso que ya entre los límites entre "templo del saber" de otrora y el "dejar hacer" de ahora debería haber un término medio para que se cuidara y se respetaran los lugares a los que las personas van a aprender.
Se puede ver en la actualidad pequeños precedentes de "dejar hacer" en las irrupciones en las aulas de personas, cualesquiera que sean, en el predio de la Universidad para vender, ofrecer servicios, hacer propagandas etc. en las cuales tanto profesores como alumnos deben atender dejando sus temas pertinentes para escuchar a todos porque estamos en "democracia" y no se debe "excluir" a nadie.
Opino que la conducta y la actitud mental que predisponen favorablemente para realizar la actividad universitaria, son una cuestión central para la convivencia.
Creo que debiéramos reveer los conceptos de inclusión, exclusión, represión, democracia, disciplina y autoridad y debatirlos como sociedad para darnos cuenta del valor del tiempo de aprendizaje, del valor de poseer una Universidad totalmente gratuita y abierta a todos.
Ojalá podamos dar a nuestra casa de altos estudios el espacio que se merece, como resistencia al mercado que se apropia de todo.
Por Elena Faricelli, del Programa Educativo de Adultos Mayores
Tristeza, dolor, impotencia... sentimientos que afloraron en mí el pasado día lunes cuando desde el noticiero local enfocaban imágenes de destrucción en nuestra querida Universidad Nacional que con tanto esfuerzo se pudo construir.
Aún recuerdo cuando mis hijos asistían a esa casa de estudios, y, justo en el lugar donde estudiaban, Facultad de Agronomía y Veterinaria, pude ver ¡cantidades inconmensurables de huevos rotos ensuciando toda la fachada, vidrios rotos! ¡Hasta una estudiante con heridas!
Me cabe una pregunta: ¿es democracia dejar que impunemente personas invadan un lugar de estudio? ¿Era necesario esperar a que transcurrieran tantas horas sin ser sacados? Hasta un asado se hicieron! Parece una burla que nadie haya impedido semejante vandalismo.
Pienso que ya entre los límites entre "templo del saber" de otrora y el "dejar hacer" de ahora debería haber un término medio para que se cuidara y se respetaran los lugares a los que las personas van a aprender.
Se puede ver en la actualidad pequeños precedentes de "dejar hacer" en las irrupciones en las aulas de personas, cualesquiera que sean, en el predio de la Universidad para vender, ofrecer servicios, hacer propagandas etc. en las cuales tanto profesores como alumnos deben atender dejando sus temas pertinentes para escuchar a todos porque estamos en "democracia" y no se debe "excluir" a nadie.
Opino que la conducta y la actitud mental que predisponen favorablemente para realizar la actividad universitaria, son una cuestión central para la convivencia.
Creo que debiéramos reveer los conceptos de inclusión, exclusión, represión, democracia, disciplina y autoridad y debatirlos como sociedad para darnos cuenta del valor del tiempo de aprendizaje, del valor de poseer una Universidad totalmente gratuita y abierta a todos.
Ojalá podamos dar a nuestra casa de altos estudios el espacio que se merece, como resistencia al mercado que se apropia de todo.
28/5/14
Condena
"Las influencias de Stalin" era el nombre con el que algunos ciudadanos rebautizaron esa calle. Habían escuchado la frase en una clase del grupo "Selección natural". Sentían que daba lo mismo una denominación que otra cuando ninguna era conocida.
Los miembros del tribunal votaron diferente. Unos coincidieron en que si un texto es insignificante, es justo reemplazarlo por otro cualquiera. Uno, el más futbolero, lo ejemplificó así: "Tiene sentido elegir el primero y el segundo arquero, pero el cuarto puede ser hasta mi tío abuelo".
Otro integrante sostuvo que suplantar un indistinto por otro, ninguno de los cuales trascendente, equivalía a "dar de baja a un suplente de suplente para incorporar a alguien con iguales antecedentes. Y para cambiar así, menor no esforzarse".
La mayoría determinó que "pintarrajear un cartel es un hecho vandálico por donde se lo mire" y entonces debía ser "penado independientemente del tono del nuevo texto".
Alguien planteó que los reemplazos de sucesivos elementos que no marcan diferencia son la base de la simplificación aritmética. Así, 2.488.002 dividido 1.244.001 bien se puede presentar como 2.
Salazar, el último expositor del jurado, aprovechó los dichos anteriores y señaló que si se muestra solo el 2, entonces se priva al lector del ejercicio y que en el facilismo está el castigo: la pérdida de información.
El veredicto fue: "Tiene razón, pero marche preso Salazar". Y no se volvió a hablar del nombre original de la calle, "La condena del olvido".
"Las influencias de Stalin" era el nombre con el que algunos ciudadanos rebautizaron esa calle. Habían escuchado la frase en una clase del grupo "Selección natural". Sentían que daba lo mismo una denominación que otra cuando ninguna era conocida.
Los miembros del tribunal votaron diferente. Unos coincidieron en que si un texto es insignificante, es justo reemplazarlo por otro cualquiera. Uno, el más futbolero, lo ejemplificó así: "Tiene sentido elegir el primero y el segundo arquero, pero el cuarto puede ser hasta mi tío abuelo".
Otro integrante sostuvo que suplantar un indistinto por otro, ninguno de los cuales trascendente, equivalía a "dar de baja a un suplente de suplente para incorporar a alguien con iguales antecedentes. Y para cambiar así, menor no esforzarse".
La mayoría determinó que "pintarrajear un cartel es un hecho vandálico por donde se lo mire" y entonces debía ser "penado independientemente del tono del nuevo texto".
Alguien planteó que los reemplazos de sucesivos elementos que no marcan diferencia son la base de la simplificación aritmética. Así, 2.488.002 dividido 1.244.001 bien se puede presentar como 2.
Salazar, el último expositor del jurado, aprovechó los dichos anteriores y señaló que si se muestra solo el 2, entonces se priva al lector del ejercicio y que en el facilismo está el castigo: la pérdida de información.
El veredicto fue: "Tiene razón, pero marche preso Salazar". Y no se volvió a hablar del nombre original de la calle, "La condena del olvido".
24/5/14
Para futboleros
Hablá con Marchi
¿Estás desorientado? ¿No sabés qué elegir? ¿Tenés que tomar una decisión importante? Tal vez te sirva consultar a Sergio Marchi, secretario de Futbolistas Argentinos Agremiados. Si sos hincha de Colón, sus recomendaciones te hacen volver a la niñez, como que te empujan desde lo alto de un tobogán, y te meten en la máquina del tiempo, al mandarte adonde estabas antes de 1995.
En el diccionario del fútbol santafesino, su nombre y el de Germán Lerche, expresidente de Colón, son las nuevas malas palabras. Sinónimos: descenso y vaciamiento.
Hablá con Marchi
¿Estás desorientado? ¿No sabés qué elegir? ¿Tenés que tomar una decisión importante? Tal vez te sirva consultar a Sergio Marchi, secretario de Futbolistas Argentinos Agremiados. Si sos hincha de Colón, sus recomendaciones te hacen volver a la niñez, como que te empujan desde lo alto de un tobogán, y te meten en la máquina del tiempo, al mandarte adonde estabas antes de 1995.
En el diccionario del fútbol santafesino, su nombre y el de Germán Lerche, expresidente de Colón, son las nuevas malas palabras. Sinónimos: descenso y vaciamiento.
21/5/14
Efemérides
Podés creerlo
El 21 de mayo del año pasado, en una escuela de la provincia de Córdoba, en sexto grado se preguntaba por los próceres favoritos. "Belgrano" y "San Martín" eran los elegidos, casi por igual.
Un alumno, al que aquí se llamará Lucas, cambió: "El mío es Susvín".
-¿Quién? -dijo la maestra.
-Susvín.
-¿Pero quién es Susvin?
-Un prócer, si hasta el himno habla de él.
Sorprendida, ya que el estudiante no era de tomarle el pelo, la mujer lo miró animándolo a seguir.
-A mí me gusta porque Susvin no se achicaba y ponía a cada uno en su lugar.
-¿El himno, Lucas? ¿Quién te dijo?
-Sí, señorita. Lo vi en Internet: "Con valor, Susvin culos rompió".
Podés creerlo
El 21 de mayo del año pasado, en una escuela de la provincia de Córdoba, en sexto grado se preguntaba por los próceres favoritos. "Belgrano" y "San Martín" eran los elegidos, casi por igual.
Un alumno, al que aquí se llamará Lucas, cambió: "El mío es Susvín".
-¿Quién? -dijo la maestra.
-Susvín.
-¿Pero quién es Susvin?
-Un prócer, si hasta el himno habla de él.
Sorprendida, ya que el estudiante no era de tomarle el pelo, la mujer lo miró animándolo a seguir.
-A mí me gusta porque Susvin no se achicaba y ponía a cada uno en su lugar.
-¿El himno, Lucas? ¿Quién te dijo?
-Sí, señorita. Lo vi en Internet: "Con valor, Susvin culos rompió".
14/5/14
¡¿Pero no te das cuenta?!
Dicen que la sensibilidad es la capacidad para registrar cambios. “She’s leaving home”, bella canción de The Beatles, revela cuán poco perceptivas son algunas personas que, aun viviendo bajo el mismo techo, se sorprenden ante decisiones de sus compañeros de casa. Aunque parezca que lo han hecho de repente pues de un momento a otro ya no hay ropa suya en el armario, ni está su bolso, ni su cepillo de dientes, la elección de irse fue tomada de a poco.
Dicen que la sensibilidad es la capacidad para registrar cambios. “She’s leaving home”, bella canción de The Beatles, revela cuán poco perceptivas son algunas personas que, aun viviendo bajo el mismo techo, se sorprenden ante decisiones de sus compañeros de casa. Aunque parezca que lo han hecho de repente pues de un momento a otro ya no hay ropa suya en el armario, ni está su bolso, ni su cepillo de dientes, la elección de irse fue tomada de a poco.
Caramba con la sensibilidad.
Como muchos otros valores, se aprende más desde el amor que
a través de libros de ciencia. Para algunos, una buena nueva. Para otros,
menudo problema.
13/5/14
Momentos feos
Te metiste a decir verdades inconvenientes.
Te dejaste llevar por los compañeros que te llenan la cabeza, pero después no hablan.
Te mordiste la lengua porque, con paciencia, más tarde, lo ibas a plantear sin agredir.
Te pareció que tenías tiempo y no te alcanzó para estudiar justo lo que te tomaron.
Te levantaste de la mesa y al volver del baño faltaban los lentes.
Te pusiste a revisar los mensajes y supiste que tu jefe estaba enojado con vos.
Te despertaste quince minutos antes de que sonara el despertador.
Tranquilo. Al menos tenés tiempo y conciencia.
Te metiste a decir verdades inconvenientes.
Te dejaste llevar por los compañeros que te llenan la cabeza, pero después no hablan.
Te mordiste la lengua porque, con paciencia, más tarde, lo ibas a plantear sin agredir.
Te pareció que tenías tiempo y no te alcanzó para estudiar justo lo que te tomaron.
Te levantaste de la mesa y al volver del baño faltaban los lentes.
Te pusiste a revisar los mensajes y supiste que tu jefe estaba enojado con vos.
Te despertaste quince minutos antes de que sonara el despertador.
Tranquilo. Al menos tenés tiempo y conciencia.
Noticias filtradas
Adrián Ramírez debía dar un ejemplo de la función de los medios como filtros, que dejan pasar algunas informaciones y retienen otras. Escribió:
-Un adolescente pobre le roba la billetera a una jubilada, que por la sorpresa cae y por la osteoporosis se rompe el fémur.
Los periodistas incluyen el hecho en el noticiero y rotulan la maniobra como "un atraco de un pibe chorro".
-Un mayor de edad dueño de siete casas y tres autos le niega consumiciones de 350 pesos al bufetero del club que frecuenta, quien se cansa y, por varias cuentas así, ha dejado de reír.
Los periodistas conocen la historia, pero la malla del filtro impide su paso al noticiero.
Adrián Ramírez debía dar un ejemplo de la función de los medios como filtros, que dejan pasar algunas informaciones y retienen otras. Escribió:
-Un adolescente pobre le roba la billetera a una jubilada, que por la sorpresa cae y por la osteoporosis se rompe el fémur.
Los periodistas incluyen el hecho en el noticiero y rotulan la maniobra como "un atraco de un pibe chorro".
-Un mayor de edad dueño de siete casas y tres autos le niega consumiciones de 350 pesos al bufetero del club que frecuenta, quien se cansa y, por varias cuentas así, ha dejado de reír.
Los periodistas conocen la historia, pero la malla del filtro impide su paso al noticiero.
10/5/14
Fundido
Elso Lafuente echó a perder el negocio familiar de grabados en plata y bronce. No lo afectaron la crisis económica, ni la competencia. Bastó con sus propias decisiones.
Un día le pidieron una plaqueta que destacase el amor de un hombre por la ciudad de La Plata. A falta de espacio, puso: "Adrián Ramírez amó la plata".
Otra vez le sobraban letras para una pulsera. En lugar de "Todo es mejor contigo", resolvió escribir: "Todo es mejor sin vos".
Era de los que conocían pocas palabras y suponía que equivocados estaban los otros. De allí que sospechó que lo que le encomendaban era "A Luis María, famoso por su olor" y no "A Luis María, famoso por su honor".
Elso Lafuente echó a perder el negocio familiar de grabados en plata y bronce. No lo afectaron la crisis económica, ni la competencia. Bastó con sus propias decisiones.
Un día le pidieron una plaqueta que destacase el amor de un hombre por la ciudad de La Plata. A falta de espacio, puso: "Adrián Ramírez amó la plata".
Otra vez le sobraban letras para una pulsera. En lugar de "Todo es mejor contigo", resolvió escribir: "Todo es mejor sin vos".
Era de los que conocían pocas palabras y suponía que equivocados estaban los otros. De allí que sospechó que lo que le encomendaban era "A Luis María, famoso por su olor" y no "A Luis María, famoso por su honor".
Expectativas
Si tu ringtone es "hay que matarlos a todos", no esperes que te llamen para presidir el Centro Corazón.
Si la tapa de tu carpeta dice "Dejemos de copiar dos años", tal vez te hagan sentar adelante en los exámenes.
Si en tu primera cena acompañas el asado con whisky, no confíes en otra comida con ella.
Si tu auto tiene la leyenda "lo mejor que hizo mi vieja es el pibe que maneja", muchos te supondrán creído y supondrán que las obras de tu madre fueron de mala calidad.
Si no te dormís viendo uno de cada dos partidos de fútbol nacional, preparate para un largo tratamiento contra el insomnio.
Si das solo a cambio de algo, no te quejes si un día te quieren meter una moneda en la boca.
Si querés dar amor, encontrarás qué o quién lo reciba.
Si tu ringtone es "hay que matarlos a todos", no esperes que te llamen para presidir el Centro Corazón.
Si la tapa de tu carpeta dice "Dejemos de copiar dos años", tal vez te hagan sentar adelante en los exámenes.
Si en tu primera cena acompañas el asado con whisky, no confíes en otra comida con ella.
Si tu auto tiene la leyenda "lo mejor que hizo mi vieja es el pibe que maneja", muchos te supondrán creído y supondrán que las obras de tu madre fueron de mala calidad.
Si no te dormís viendo uno de cada dos partidos de fútbol nacional, preparate para un largo tratamiento contra el insomnio.
Si das solo a cambio de algo, no te quejes si un día te quieren meter una moneda en la boca.
Si querés dar amor, encontrarás qué o quién lo reciba.
8/5/14
Espíritu lesionado
Julián Kent fue presidente de River a fines de los 1960 y comienzos de los 1970. Uno de sus hábitos era saludar a los planteles visitantes. Hidalgo, era capaz de felicitarlos después de que le hubieran ganado a su equipo en el Monumental. Perteneció a una raza ya extraña por entonces y poco menos que en extinción en estos días: la de quienes asumían los resultados como contingencias y la caballerosidad como valor innegociable.
Días atrás, un adolescente del fútbol de inferiores de la Universidad fue víctima de una salvajada. Le patearon la cabeza y le causaron fracturas.
Es triste asumir que no será la última vez; los cambios sociales toman tiempo.
Es bueno saber que hay esperanzas; basta con recobrar la caballerosidad de Kent. Lástima que, dado que en su gestión River no obtuvo títulos, para unos cuantos exitistas se lo recuerde como un perdedor. Este tipo de conceptualización motoriza las patadas en la cabeza por un partido de fútbol.
Julián Kent fue presidente de River a fines de los 1960 y comienzos de los 1970. Uno de sus hábitos era saludar a los planteles visitantes. Hidalgo, era capaz de felicitarlos después de que le hubieran ganado a su equipo en el Monumental. Perteneció a una raza ya extraña por entonces y poco menos que en extinción en estos días: la de quienes asumían los resultados como contingencias y la caballerosidad como valor innegociable.
Días atrás, un adolescente del fútbol de inferiores de la Universidad fue víctima de una salvajada. Le patearon la cabeza y le causaron fracturas.
Es triste asumir que no será la última vez; los cambios sociales toman tiempo.
Es bueno saber que hay esperanzas; basta con recobrar la caballerosidad de Kent. Lástima que, dado que en su gestión River no obtuvo títulos, para unos cuantos exitistas se lo recuerde como un perdedor. Este tipo de conceptualización motoriza las patadas en la cabeza por un partido de fútbol.
3/5/14
Peligro: fanáticos sueltos
"¡Matemos con pasión para construir civilización!". Tendría problemas una maestra si escribiera la frase en el pizarrón para enseñar rimas. Quizás le impedirían entrar en un boliche a un pibe que tuviera la inscripción en su remera.
Sin embargo...
Frida Ghitis publica en la cadena informativa CNN que aún no han sido rescatadas alrededor de 200 de las 230 chicas secuestradas en abril por Boko Haram, en Nigeria. La periodista señala que el hecho se suma a otros episodios terroristas perpetrados por este grupo cuyo nombre traducido significa algo así como "la educación occidental es pecado".
Recuerda la reportera que, en febrero, Boko Haram había asesinado a 30 adolescentes varones que dormían en un colegio secundario nigeriano. El mensaje en ambos casos fue claro: quien vive a la usanza occidental merece morir.
Wikipedia mediante, ir hacia atrás en la historia es ver las hogueras con las que, en el siglo 12, la jerarquía católica castigaba a quienes juzgaba culpables de herejía.
"¡Matemos con pasión para construir civilización!". La expresión, hoy con los extremistas islámicos y ayer con sus pares católicos, se hizo forma de gobierno o de ataque de grupos marginales y demuestra cabalmente cuán destructivo es el fanatismo.
PD: No solo es perjudicial el efecto de un fanático etnocéntrico, también el de un fanático relativista.
"¡Matemos con pasión para construir civilización!". Tendría problemas una maestra si escribiera la frase en el pizarrón para enseñar rimas. Quizás le impedirían entrar en un boliche a un pibe que tuviera la inscripción en su remera.
Sin embargo...
Frida Ghitis publica en la cadena informativa CNN que aún no han sido rescatadas alrededor de 200 de las 230 chicas secuestradas en abril por Boko Haram, en Nigeria. La periodista señala que el hecho se suma a otros episodios terroristas perpetrados por este grupo cuyo nombre traducido significa algo así como "la educación occidental es pecado".
Recuerda la reportera que, en febrero, Boko Haram había asesinado a 30 adolescentes varones que dormían en un colegio secundario nigeriano. El mensaje en ambos casos fue claro: quien vive a la usanza occidental merece morir.
Wikipedia mediante, ir hacia atrás en la historia es ver las hogueras con las que, en el siglo 12, la jerarquía católica castigaba a quienes juzgaba culpables de herejía.
"¡Matemos con pasión para construir civilización!". La expresión, hoy con los extremistas islámicos y ayer con sus pares católicos, se hizo forma de gobierno o de ataque de grupos marginales y demuestra cabalmente cuán destructivo es el fanatismo.
PD: No solo es perjudicial el efecto de un fanático etnocéntrico, también el de un fanático relativista.
Maestros sin guardapolvo
El entrenador Rinus Michels no pudo coronar con la copa la brillantez de Holanda en el Mundial de 1974. Cayó en la final frente a la Alemania anfitriona, que alzó el trofeo pero no logró que el común de los futboleros de la época asociara su nombre, sino el de Holanda, a ese certamen.
Johan Cruyff, sublime futbolista que tan bien lo interpretó, dijo de Michels como se lee días atrás en Clarín: “Muchas veces intenté imitarlo. Y ese es el mayor homenaje que se le puede hacer a una persona”.
La semilla fructificó. En los noventa, Cruyff condujo al Barcelona a ganar por primera vez una liga de campeones de Europa, aparte consagrarse cuatro veces en España.
Ese Barcelona, que no tenía un jugador superlativo como Messi, obtenía desde la labor conjunta la belleza y la eficacia. Verlo jugar era asistir a espectáculos emocionantes, como cuentan que daba el Ajax en el que Johann Cruyff hacía goles y al que dirigía Michels.
Carlos Leeb no originó como DT una revolución futbolística, ni se lo recuerda como un futbolista fuera de serie. Alcanzó, eso sí, un idilio con la hinchada de Chacarita y un cariño generoso de la de Banfield, a fuerza de goles y tenacidad, sin la cual no se habría sobrepuesto de lesiones que al comienzo de su carrera lo marginaron más de dos años de las canchas. También derrotó al desánimo por empezar su trayectoria en primera división y, tras ser cesanteado por temor dirigencial a nuevas lesiones, bajar a la tercera categoría. Ave Fénix criollo, El Gatito Leeb se fortaleció y devolvió con goles y ascenso al Nacional B el afecto colosal de la gente de Chacarita. Sacó merecida chapa de jugador valioso y más tarde integró el Banfield que subió a primera.
Debe ser buen tipo Carlos Leeb. En 2000, minutos después de jugar y perder la semifinal para subir a la A en el clásico con Los Andes, felicitó al plantel ganador. En 2014, ya como alineador, padeció en Chacarita un 5-1 ante el mismo adversario. Hizo a un lado el fastidio por la goleada recibida y la rivalidad entre las hinchadas; pasó por el vestuario de quienes lo habían superado a felicitarlos por tan buena actuación, tal lo destaca el sitio del Club Los Andes.
Así como le pasó a Cruyff con Michels, brota el deseo de imitarlo al Gatito Leeb, de rendirle homenaje a quien, en un medio tan exitista, es nada menos que valiente y buen perdedor.
El entrenador Rinus Michels no pudo coronar con la copa la brillantez de Holanda en el Mundial de 1974. Cayó en la final frente a la Alemania anfitriona, que alzó el trofeo pero no logró que el común de los futboleros de la época asociara su nombre, sino el de Holanda, a ese certamen.
Johan Cruyff, sublime futbolista que tan bien lo interpretó, dijo de Michels como se lee días atrás en Clarín: “Muchas veces intenté imitarlo. Y ese es el mayor homenaje que se le puede hacer a una persona”.
La semilla fructificó. En los noventa, Cruyff condujo al Barcelona a ganar por primera vez una liga de campeones de Europa, aparte consagrarse cuatro veces en España.
Ese Barcelona, que no tenía un jugador superlativo como Messi, obtenía desde la labor conjunta la belleza y la eficacia. Verlo jugar era asistir a espectáculos emocionantes, como cuentan que daba el Ajax en el que Johann Cruyff hacía goles y al que dirigía Michels.
Carlos Leeb no originó como DT una revolución futbolística, ni se lo recuerda como un futbolista fuera de serie. Alcanzó, eso sí, un idilio con la hinchada de Chacarita y un cariño generoso de la de Banfield, a fuerza de goles y tenacidad, sin la cual no se habría sobrepuesto de lesiones que al comienzo de su carrera lo marginaron más de dos años de las canchas. También derrotó al desánimo por empezar su trayectoria en primera división y, tras ser cesanteado por temor dirigencial a nuevas lesiones, bajar a la tercera categoría. Ave Fénix criollo, El Gatito Leeb se fortaleció y devolvió con goles y ascenso al Nacional B el afecto colosal de la gente de Chacarita. Sacó merecida chapa de jugador valioso y más tarde integró el Banfield que subió a primera.
Debe ser buen tipo Carlos Leeb. En 2000, minutos después de jugar y perder la semifinal para subir a la A en el clásico con Los Andes, felicitó al plantel ganador. En 2014, ya como alineador, padeció en Chacarita un 5-1 ante el mismo adversario. Hizo a un lado el fastidio por la goleada recibida y la rivalidad entre las hinchadas; pasó por el vestuario de quienes lo habían superado a felicitarlos por tan buena actuación, tal lo destaca el sitio del Club Los Andes.
Así como le pasó a Cruyff con Michels, brota el deseo de imitarlo al Gatito Leeb, de rendirle homenaje a quien, en un medio tan exitista, es nada menos que valiente y buen perdedor.
2/5/14
Poderío
“Gonzalo, ¿qué problemas puede tener si tiene pileta en la casa?”. La pregunta –retórica, según Roberto- refleja un prejuicio de clase según el cual ser rico es estar vacunado contra las amarguras.
“Gonzalo, ¿qué problemas puede tener si tiene pileta en la casa?”. La pregunta –retórica, según Roberto- refleja un prejuicio de clase según el cual ser rico es estar vacunado contra las amarguras.
Para el fletero de “Vulnerables”, serie tan realista como
bien plasmada sobre jóvenes y adultos que hacen terapia psicológica, era
imposible sufrir viviendo en la opulencia.
No importaba que Roberto llevara un año en el mismo grupo
que Gonzalo y conociera sus pesares familiares, con un padre que le pedía que
se drogaran juntos y una madre que tomaba whisky a toda hora.
Los prejuicios, como Vulnerables, suelen ser muy potentes.
1/5/14
Mascota, persona, poder
Muy
lejos de la mirada superficial, Elena Moscone, estudiante del Programa
Educativo de Adultos Mayores, comparte un texto relativo a mascotas.
Compañeras de la
vida.
Adicionales de
cariño.
Ocupación del
"nada que hacer"
Fieles a mí... pero
sólo eso... brindarme algo que considero no poder lograr con los humanos...
Consuelo de
desilusiones.
Asidero de afecto.
Pero siempre
recibiendo mis órdenes...
Un ser a quien
doblegar...
Un ser a quien
someter...
Sentimientos de
poder... de autoridad, todo lo que no puedo lograr con las personas.
Eso asume mi mascota.
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