29/5/14

Ante la violencia, la reflexión 
Por Elena Faricelli, del Programa Educativo de Adultos Mayores

Tristeza, dolor, impotencia... sentimientos que afloraron en mí el pasado día lunes cuando desde el noticiero local enfocaban imágenes de destrucción en nuestra querida Universidad Nacional que con tanto esfuerzo se pudo construir.
Aún recuerdo cuando mis hijos asistían a esa casa de estudios, y, justo en el lugar donde estudiaban, Facultad de Agronomía y Veterinaria, pude ver ¡cantidades inconmensurables de huevos rotos ensuciando toda la fachada, vidrios rotos! ¡Hasta una estudiante con heridas!
Me cabe una pregunta: ¿es democracia dejar que impunemente personas invadan un lugar de estudio? ¿Era necesario esperar a que transcurrieran tantas horas sin ser sacados? Hasta un asado se hicieron! Parece una burla que nadie haya impedido semejante vandalismo.
Pienso que ya entre los límites entre "templo del saber" de otrora y el "dejar hacer" de ahora debería haber un término medio para que se cuidara y se respetaran los lugares a los que las personas van a aprender.
Se puede ver en la actualidad pequeños precedentes de "dejar hacer" en las irrupciones en las aulas de personas, cualesquiera que sean, en el predio de la Universidad para vender, ofrecer servicios, hacer propagandas etc. en las cuales tanto profesores como alumnos deben atender dejando sus temas pertinentes para escuchar a todos porque estamos en "democracia" y no se debe "excluir" a nadie.
Opino que la conducta y la actitud mental que predisponen favorablemente para realizar la actividad universitaria, son una cuestión central para la convivencia.
Creo que debiéramos reveer los conceptos de inclusión, exclusión, represión, democracia, disciplina y autoridad y debatirlos como sociedad para darnos cuenta del valor del tiempo de aprendizaje, del valor de poseer una Universidad totalmente gratuita y abierta a todos.
Ojalá podamos dar a nuestra casa de altos estudios el espacio que se merece, como resistencia al mercado que se apropia de todo.