Fundido
Elso Lafuente echó a perder el negocio familiar de grabados
en plata y bronce. No lo afectaron la crisis económica, ni la
competencia. Bastó con sus propias decisiones.
Un día le pidieron
una plaqueta que destacase el amor de un hombre por la ciudad de La
Plata. A falta de espacio, puso: "Adrián Ramírez amó la plata".
Otra vez le sobraban letras para una pulsera. En lugar de "Todo es mejor contigo", resolvió escribir: "Todo es mejor sin vos".
Era de los que conocían pocas palabras y suponía que equivocados
estaban los otros. De allí que sospechó que lo que le encomendaban era
"A Luis María, famoso por su olor" y no "A Luis María, famoso por su
honor".