6/12/15

Revanchas picantes
Beto Sánchez, 43 años, flamante desempleado. Sus búsquedas de trabajo terminan en promesas de explotación, negativas por considerarlo demasiado bueno para el cargo y desprecios por culpa de quien lo recomienda.
El deterioro arrastra la atención médica a su padre, a quien ya no puede llevar a una clínica y tiene que dejar en un hospital, lugar donde nace un juramento: venganza contra los que, a su criterio, sumieron a Beto en la miseria.
La lista empieza con la maestra de grado que décadas atrás le enseñó "todas mentiras", tal cual les grita él a los niños de hoy, que lo escuchan con mucho más interés que a ella.
El rencor se hace extensivo a un coronel que lo maltrató en el servicio militar y a un sacerdote al que acusa de haberlo llenado de culpas. Otro de sus desquites es con una novia de juventud que, por demorar su entrega amorosa plena, llevó a Beto a pasar "dos años arreglándome solo". Su memoria deja al desnudo a un amigo que olvidó la identidad barrial para convertirse en exitoso empresario y reprocha a un jefe que le auguró una prosperidad que jamás le llegó.
La madre, azorada por los cambios de Beto, conserva su amor a prueba de balas.
Sin moralina, "Las venganzas de Beto Sánchez" invita a reír, sorprenderse y pensar, por ejemplo en los efectos de cambiar algunas creencias, el impacto del revanchismo sobre quien lo practica, las potenciales consecuencias de una debacle económica. La distancia entre lo repetido en la primaria y lo aprendido años después, la amargura de notar que la honestidad no es un seguro de desempleo y la percepción de que hay armas mucho más poderosas que las palabras son otras notas de esta película de 75 minutos dirigida por Héctor Olivera con guión de Ricardo Talesnik.
Disponible en Youtube.