19/11/18

Exagerada nota futbolera
Mientras remarcan que no es vida o muerte lo que definen River y Boca este sábado 24, gran parte de los programas de fútbol argentino hablan de la final de la Copa Libertadores. Lo hacen desde el 1 de noviembre, cuando xeneizes ganaron el derecho de medirse con millonarios, tras que ambos superasen a Palmeiras y Gremio, respectivamente. La cadena Fox afirma que será "la final del mundo", en tanto TyC -acaso por no tener derechos de televisación- elude rótulos excesivos aunque dedica más de una hora y media de cada dos de fútbol a la confrontación.
¿Cuánto se convencería un adolescente, por ejemplo, de beber con moderación si las publicidades le mostraran cerveza a la par de situaciones muy apetecibles?
¿Cuánto confiaría alguien que a su amigo le importa poco la comida si lo escuchase monotemático a cualquier hora?
En el negocio de la desmesura, los medios de comunicación enfocados en el fútbol tienen clarísimo que su audiencia está compuesta por fanáticos y que moderar la frecuencia y el tono de los mensajes puede esperar.
Comprensible desde la faz comercial y comunicativa por cuanto es mucho más fácil desde los medios confirmar que cambiar actitudes, el criterio replica otra vieja práctica televisiva ligada al fútbol: hablar mal de las barras bravas a las que se muestra en primer plano para graficar el colorido en los estadios.
En consonancia, periodistas destacados en los clubes se rotulan "soldados de" este o aquel entrenador. ¿Para combatir en qué guerra?
De acuerdo, es una figura retórica y el fútbol se nutre de ellas. Pero cuidado, algunos platos hacen mal.