29/6/09

Ajenos buscando

Ajenos
Cada día rutinariamente los vecinos se saludaban sin más que eso. No sabían de sus intereses, motivaciones ni vida de cada quien.Hasta que llegó el andamiaje para edificar una gran fábrica de muebles en el barrio.Ello los motivó a aliarse intercambiando palabras, juntando firmas, reuniéndose a menudo para evitar la posible concreción del proyecto. El problema común alejó el fantasma de la incomunicación.

Buscando
Juan era inquieto intelectualmente. Se levantaba viendo qué podía aprender ese día. Religiosamente leía todos los diarios, veía noticias, asistía a simposios, conferencias y clases de filosofía que le llenaban su vida.Solicitaba programas para estar actualizado en lo último de software, psicología, sociología.Pero no se quedaba allí. En su espíritu inquieto buscaba… paz, el milagro de tener esa paz interior que no lograba consolidar. Esa ambigüedad hacía de él una persona taciturna. Un ser humano que a la vista de otros era considerado “raro”.

Autora de ambos textos: Elena Faricelli, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores de la Universidad Nacional de Río Cuarto.