27/5/11

Mediciones sensibles 


"El arte de la impostura" es un pasaje que Alejandro Dolina ofrece al lector para una excursión a la hipocresía.
"Los tratadistas reconocen tres tipos de impostura: horizontal, ascendente y descendente. La última consiste en mostrarse peor de lo que se es", afirma. El recurso ha sido vastamente aplicado para obtener subsidios, tanto como la contracara ascendente en las primeras salidas con alguien para conseguir que no sea las últimas. En ambos casos, se trata de hacer un bollo la identidad en pos de un fin deseado.

Educación
El postulante a un cargo docente suele preparar ante el tribunal una clase que acaso jamás repetirá. Como se trata de impostura, no dirá ni mu al respecto. La entrevista es el método a través del cual, se supone, los examinadores descubrirán si el aspirante planea emplear a menudo la clase que desplegó o si hará con ella lo mismo que con los tickets de la fiambrería.
"Si la clase es un recorte, no una muestra, ¿para qué se la sigue usando como estrategia para calificar a los que buscan una plaza docente?".
La profesora de Semiótica le respondió a Adrián Ramírez:
-Porque sirve para saber cuán alto puede llegar alguien. Todos en el sistema estamos al tanto de que la clase del día del concurso es como el vestido de novia, pero en la elección del vestido se ve la capacidad de análisis y el buen gusto, que duran más allá de la fiesta.
Al salir de la clase de consulta, a Ramírez le quedó la sensación de que, en manos de gente astuta, los métodos sirven aunque la perfección les quede lejos.