Puñado de elecciones
"La gente no cambia". "Después de los cinco años, olvidate". Esteban y Luis lo decían. El también lo creía y por eso se privaba de invitar a la mujer con quien había sido grandiosamente dichoso.
Un martes, casi a la misma altura del año pasado, entró resoplando alivio. Lo habían perdonado mucho más fácil de lo que imaginaba. Volvía a la llanura en la que cada tanto se aburría, en la que todo estaba bajo control.