23/6/11

Hilo invernal

A River le vaciaron las arcas hombres que, como José María Aguilar, desaparecieron antes del escarmiento. Lo dejaron en descenso directo entrenadores y futbolistas que ya no están, entre otros Diego Simeone, quien aprovechó el talento de Ariel Ortega para ser campeón y cuando se hartó de sus faltas al profesionalismo se lo sacó de encima. Semanas más tarde, se marchó y fue Gabriel Rodríguez el que tuvo que ponerle la cara al hecho inédito de River en el último puesto de un torneo.
Néstor Gorosito y Leonardo Astrada no terminaron al pie de la tabla de posiciones, tampoco torcieron la prevalencia de derrotas.
La esperanza del nuevo presidente Daniel Passarella se desvaneció y con ella, el apoyo popular.
Llegó y se fue Angel Cappa, bajo cuya dirección técnica el equipo promedió 1,5. Juan José López tampoco condujo rendimientos como para que el millonario peligrase su permanencia. El arrastre se llevó puesto a JJ y su confusión.
Nombres y dolores.
Adalberto Román cometió penal en la final de ida contra Belgrano para seguir en Primera. No empobreció al club, salió a la cancha pese a no haber cobrado en tiempo ni en forma. Por supuesto que está lejos del paraguayo Celso Ayala, qué decir comparado con Roberto Perfumo. Asimismo, pone lo mejor de sí. No merece que unos violentos invadan la cancha, lo empujen y sigan cortando el hilo por lo más delgado.
En el deshilachado River, como en el jardín del Gigante Egoísta, el invierno dura mucho más que tres meses.