14/6/11

Lindo error el de perderse

Martín Coy tuvo que hacer un trabajo práctico basado en "Los dos reyes y los dos laberintos", cuento de Jorge Luis Borges. Caben al menos dos hipótesis: le gustó mucho o hábilmente lo simuló mediante su delicadeza expresiva.
El primer texto resume la obra. Los siguientes son un juego consistente en suponer qué dirían las oficinas de prensa de cada rey.

Buscar salidas

Esta obra trata sobre dos reyes que luchan por demostrar que uno es más poderoso que el otro. Para el propósito de una fábula cada uno efectúa apropiadamente su papel. Uno de los reyes se burla del otro. El ofendido promete que cobrará su venganza. Los personajes tienen una efímera participación. Sin embargo la magnitud de la lección que elaboran es enorme. El desierto podría simbolizar el laberinto insalvable en que Dios puso al hombre, el otro, uno de los laberintos que el hombre se pone a sí mismo, ambos infranqueables, según Borges. Quien entra en ellos, deja su vida.

Justicia final
En este relato se menciona la búsqueda de justicia por parte del Rey de Arabia, debido a una burla procedente del Rey de Babilonia, quien luego de construir un laberinto tan laborioso y casi imposible de encontrar escapatoria, decide hacerlo ingresar. El Rey Árabe, luego de implorar un socorro divino, logra descubrir la salida.
Terminado esto vuelve a su país y buscando una venganza justa obliga al burlesco Rey a ingresar a un laberinto insalvable donde encuentra la puerta del fin: la Muerte.

Venganza letal
Este relato cuenta una historia antigua, en la que un rey de Babilonia intentando hacer una simple broma para burlar la simplicidad de su huésped, el Rey de Arabia, manda a sus sabios a crear un laberinto dificultoso.
El rey Árabe ingresa a aquel y costosamente halla la salida. Tiempo después regresa a su país y rencorosamente hace ingresar a su anfitrión al laberinto, mucho más complejo que el anterior, para cobrar venganza. Sucede que aquí el rey de Babilonia encuentra la muerte de un modo no equitativo debido a que su interés principal era solo una broma.