18/9/12

Sombra al fin molesta

"Están los motivos y están las excusas". Cada tanto, Julieta recordaba la frase.
Más cerca de festejar un día de la madre que un día del niño, la asociaba al inolvidable monólogo final de la película "Solos en la Madrugada", en el cual el conductor del programa despedía el año radial y la dictadura de Francisco Franco en España. Asumía que con la democracia se acababa el margen para las excusas, de modo que había que buscar en uno mismo las causas de la infelicidad. "Se ha terminado eso de ser víctimas de la vida", anunciaba. El fin de la tiranía implicaba la clausura de la comodidad de hacer cargo a otros por las fallas internas. La libertad conllevaba la responsabilidad de vivir "de verdad, sin echar la culpa a nadie". Por eso resulta tentador analogar democracia y adultez, esa etapa de la vida en la que una persona no es tanto las ramas del árbol familiar como sus propias raíces.
La sombra de las excusas ya no le daba comodidad. Julieta sentía que empezaba a recibirse de mujer mayor de edad más allá del documento.