15/5/18

Revoluciones mentirosas
Un nuevo aniversario del 25 de Mayo de 1810 invita a pensar acerca de lo que se entiende por revolución.
La palabra es tentadora, por lo que circula a través de múltiples barrios y épocas. Suele quedarse en buenos deseos, ya sea a raíz del poder criminal de quien manda, de la falta de valentía para soportar costos relativamente bajos o por aquello de "mejor malo conocido que bueno por conocer".
Un personaje que a más de un cuarentón le resulta protagonista de una revolución tan querida como obturada es el de Mirtha Busnelli en el programa cómico "Matrimonios y algo más". En su espacio televisivo, convocaba con un eslogan cristalino: "¡Mujer, mujer, libérate!". En su casa, sin embargo, pasaba directo a cocinar mientras su marido se iba al bar con los amigos.
Otro, menos familiar en estas tierras, es un profesor de la serie Los Años Maravillosos (www.youtube.com/watch?v=-lEAiXb3cVE). Agitador estadounidense en tiempos de Vietnam, estimuló a sus estudiantes secundarios a hacer una huelga en contra de la guerra. Eso sí: enterado de que la dirección iba a sancionar a quienes participaran, el día de la medida de fuerza dio parte de enfermo.
La Argentina ha tenido sus propios portavoces de cambios muy significativos que duran lo que demora pronunciarlos, entre ellas la "revolución productiva". Propuestas que se extinguen tan pronto concluye una campaña preelectoral.
Otras han sido peores. Conllevaron mucho más que una promesa incumplida; rotularon "Revolución libertadora" a lo que fue un golpe de Estado a un gobierno que había traicionado principios democráticos básicos, pero al cabo había sido ungido por el voto del pueblo.
Por eso es tan importante mantenerse alerta. El canto de las sirenas atrae... y cuánto daña.