30/6/10

Creencias, menudo asunto

Las creencias condicionan la vida de la gente. Bastante se ha dicho y se puede decir respecto de cuándo son heredadas y cuándo son elegidas. Un niño puede creer en Dios porque así se lo han enseñado y años después creer porque así lo ha decidido.
Hay quienes prefieren culpar a San Expedito en vez de estudiar. O suponer que no tienen novia porque Santa Rita está distraída. O asumir que dormir hasta el mediodía es la receta para conseguir trabajo. O creer que la suerte no existe y explicar desde el rozamiento, los vectores, la resistencia de los materiales y la humedad ambiental por qué una pelota pega en el palo, recorre la línea, da en el otro palo, rebota en la espalda del arquero y no entra.
Creencias. Bromas y no tanto al margen, han sido capaces de grandes obras y grandes mamarrachos. Martin Gannon recuerda que en India, hasta mediados del siglo 19, era frecuente la inmolación de la viuda en la pira en el funeral del marido. La viuda creía que su acto limpiaría a la familia de los pecados de tres generaciones.

Estereotipo

Por Fredy Dutra y Alberto Ferreyra

Dos amigos conversan sobre sus situaciones familiares. Coinciden en que prefieren derrotas de sus equipos de fútbol a compartir un té con la suegra. Asumen que si hubieran sabido que ella venía en el paquete, ni locos se habrían casado.
Mate va, mate viene, el agua se acaba.
-Servite –le dice uno al otro, mirando la yerba.
-Estaría bueno proponerle eso a mi suegra y decirle: “Coma, coma tranquila”.
El otro se ríe y se ríe más todavía cuando se le ocurre que en vez de yerba le podría ofrecer alfalfa.

Errar y seguir

Evitar riesgos es una buena manera de generar resultados correctos. Alguien que evita operaciones tales como 324 por 478 y prefiere 2 más 2 nunca dará una respuesta equivocada. El problema es que nunca crecerá. “Así es como funciona la vida”, tales las palabras de un amigo.
Dicho en el formato de los primeros pasos filosóficos, “la vida es un proceso de aprendizaje”, “los errores son inevitables en un proceso de aprendizaje”, “por lo tanto los errores son ineludibles en la vida”.
Lo que sigue es una decisión acerca de los errores. Una alternativa es hacer de cuenta que no existen. Es posible considerarnos perfectos. Otra es castigarnos indefinidamente por equivocarnos. O evitar aquellas acciones en las que fallamos. Ninguna de estas posibilidades es recomendable: las dos primeras porque nos guían a través de un mundo falso. La tercera nos convierte en seres crueles con nosotros mismos y con otros, toda vez que nos forja en gente de espíritus desoladores con su tolerancia cero. La última opción también es mala. Como dice un sabio autor, quien evita nuevos intentos tras la primera caída jamás aprende a caminar. Después de una mala clase, un docente debería renunciar. Tras desaprobar un examen, el alumno resolvería que el estudio no es para él.
Los errores son amargos, claro que lo son. Como nos dan la chance de aprender, no son simplemente amargos sino amargas lecciones. Equivalen a esos remedios que tomamos con cara de repentino encuentro con la suegra y nos ayudaron a llegar vivos hasta aquí.

29/6/10

Contexto y deseo

Los sentidos del capitalismo salvaje

¿Qué son mis sentidos, más que agitadas manos en frenética búsqueda de la satisfacción, más que eternas quimeras alimentadas de deseo? Extensiones de una psiquis extraviada en los avatares de un mundo terreno y ufano, perdida entre salas de espejos y sueños de plástico...material inconciencia del ser humano, que solo ve lo que no existe más que fuera del corazón.
Vana ilusión engaño... extravía el sentimiento, y todo se vuelve extraño.
Se ahoga entre grises torres de cemento, la mirada que busca el horizonte: metales, papeles, vidrio y barro... barricadas que el hombre se ha impuesto, para cercar el futuro...gruesos muros, odiosas cortinas de hierro, monstruosa y fantasmal silueta, la ciudad de la vanidad y el pecado.
Famélica, voraz, sedienta de sangre, la máquina del poder alimenta a la bestia... ¡Capitalismo salvaje!


Sinfonía de los cuerpos

Sinfonía de los cuerpos,
cuerpos que son oídos,
y se deleitan descubriendo
en cada uno de sus rincones
dulces y suaves melodías,
jirones de música nueva y fresca,
entre las sabanas húmedas del amor...

Dedos que se descubren
silenciosos cómplices
que recorren punta a punta
tu rosada y tersa partitura,
y el inacabable compás de tus piernas
moviéndose,
al ritmo de mi agitado corazón.

Autor de ambos textos: Fabián González, estudiante de Periodismo, Fundación Cervantes.

23/6/10

Materias cotidianas

Por Jorge Búfali, estudiante de Periodismo, Fundación Cervantes

Escuela. A veces la extraño, otras no tanto. Sentado en mi verde sillón reaccioné, entendí. La vida siempre fue la misma, y hoy la mía se remonta a mis años en la escuela. La seño, la recuerdo, representando a una madre. Mi madre. Unica, amable pero estricta. El aula, representando la calidez del hogar. Mi casa. La directora, hoy comprendo su labor cuando me zambullo en causas legales, ella representa la autoridad legal. Más allá de mi madre, o mis compañeros. La escuela, lugar donde cada ciencia hoy ocupa un aspecto de mi vida. Sociales: mi apatía. Naturales: la biología extraña de mi cuerpo. La matemática, mi ávido intento por llegar a fin de mes. La música, mi único cable a tierra, y así podría con cada una de ellas que me preparó para cada momento del hoy y los que estén por venir. Hoy mi cuerpo colmado en grasa extraña la dura obligación de la Educación Física, tan odiada a veces. Ya debíamos entender que nuestro cuerpo necesita movimiento.
¿Cómo sabe tanto la escuela? Me regaló muchas sensaciones de fracaso, un cero en ese entonces es quizá el desempleo de una realidad actual. Pero lo superé y la escuela sabe todo, todo lo piensa. Todo lo ha escrito.
Me preparó para cada momento de mi vida por eso hoy me siento y a veces la extraño, otras tantas no.

Fundación Ryan's Well: cuidar el agua para dar vida

Que el agua es un recurso escaso suena raro al ver océanos, cataratas y mares. Sin embargo, se puede acabar como la fortuna de tantos que no supieron cuidarla.
A continuación, el mensaje de una embajadora de la fundación Ryan's Well, que trabaja para cuidar el agua, es decir, para la vida.

La Fundación Ryan's Well tiene sus orígenes en 1998, cuando Ryan Hreljak cursaba primer grado. Una profesora comentó a la clase sobre la escasez de agua a nivel mundial y él decidió, con tan sólo siete años, juntar plata con "changas" para ayudar a las personas afectadas por la crisis hidráulica mundial. En 1999 se construyó el primer aljibe pagado por Ryan, en una ciudad de Uganda. Se compenetró y entusiasmó tanto con el asunto que insistió en la ayuda incentivando a familiares y amigos.
La fundación se formó legalmente en el 2001, y su objetivo hasta el momento ha sido proveer agua potable y servicios sanitarios a las personas afectadas por las crisis hidráulica y sanitaria. Para lograrlo, se incentiva a las personas de todas las edades y todo el mundo para actuar e intentar cambiar el planeta.
Es posible formar parte de la asociación y ayudar de varias maneras:

Aporte económico: la fundación continúa creciendo gracias a las personas dedicadas y entusiasmadas de todas las edades que marcan diferencias a su manera. Vendiendo tortas, conciertos, eventos deportivos, cumpleaños, fiestas y de muchas otras formas -¡cualquier evento que se pueda convertir en una oportunidad para recaudar fondos económicos!-
Programa de embajador: cualquiera puede convertirse en un embajador de la fundación. Como embajadoras, las personas pueden hablar en sus comunidades de temas mundiales de gran importancia, como por ejemplo la crisis hidráulica y sanitaria. Pueden organizar eventos y recaudar fondos para financiar los proyectos. O pueden referir a los problemas actuales y a cómo solucionarlos.
Voluntariado: la fundación vio la luz gracias a voluntarios dedicados y apasionados. Todos los voluntarios ayudan a mantener bajos costos administrativos.

Cuando a Ryan se le pregunta quién es su héroe, simplemente responde: "Otros jóvenes que están haciendo una diferencia en el mundo".
¡Si la historia de Ryan nos deja una enseñanza es que no importa cuán grande o joven uno es, cualquiera puede ayudar a marcar una diferencia!
Para mayor información sobre la fundación Ryan's Well, pueden visitar su página de Internet en http://www.ryanswell.ca/ (en inglés). Como una embajadora de Ryan's Well, me complacería traducirles cualquier inquietud que tengan y trabajar como intermediaria entre ustedes y la fundación. Pueden contactarse conmigo escribiéndome a mi mail: fundacionryanswell@hotmail.com.ar.

15/6/10

Nota bicolor

Por Elena Moscone, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores

Celeste y blanco, los inconfundibles colores que nos distinguen.
Se vislumbra en lo alto, muy alto, el diáfano cielo, el que nos genera esperanzas, el que nos hace ver la maravilla de la creación.
En los días somnolientos de verano lo disfrutamos plenamente contemplando su bello color. En el gélido invierno miramos su resplandor iluminado por el adorado y refulgente febo.
También levantando nuestra mirada cual níveas palomas, como suaves ovejas, tiñen el firmamento de blanco, son ellas, las nubes.
La inspiración del hombre en la creación divina logró la medida justa para nuestra Bandera. Representación de la patria, orgullo del ser argentino, identificación gloriosa, dignidad del sentirse ciudadano, custodiado, evocado, observando en lo alto de los mástiles a ella, con su flamear celeste y blanco.

Patria eventual

Por Elena Moscone, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores

Pareciera que los colores celeste y blanco de nuestro símbolo patrio únicamente los recordamos en eventos deportivos. ¡Cuánta emoción! ¡Cuánta algarabía! Cientos de banderas, banderitas, banderines, gorros con forma de galera, de gorra, de arlequín, de gnomo, de cuernos. Camisetas con los mismos colores, a rayas. Globos de color cielo y de color níveo, carteles con impresiones. Todo se vende en la entrada del estadio.
Hay que prepararse, hay que festejar, ¿es que confundimos patria con deporte? Tal vez sentimiento más fuerte por nuestro país no se sintió jamás.
Allí estamos, unidos, festejando embanderados para lo que es crucial en nuestras vidas: el fútbol, verdadera pasión que nos despierta de una ciudadanía aletargada.
Pero también compartimos insultos, improperios, no precisamente al contrincante sino a nuestros jugadores, albicelestes. ¡Claro! Estamos unidos, pero ello no impide que nos enojemos, que vociferemos.
Para completar el cuadro, un humo celeste invade la cancha, más patriotas que nunca gritamos "¡Somos argentinos!".
Finaliza el juego, pensamos: estamos unidos, embanderados, pero con gran tristeza queda todo desparramado en la cancha, miles de banderas, banderitas, banderines, gorros, arlequines y globos hechos jirones, pisoteados. ¿Dónde queda la argentinidad?

10/6/10

Prohibido pensar

Un conductor televisivo -según sus compañeros y él mismo, periodista deportivo- figura en cámara comiéndose un choripan. Al rato le pregunta a un futbolista de la selección argentina con quién duerme o con quién se toca.
"Y bueno, hay que llenar", es el latiguillo con el que justifican los golpes que le dan a la audiencia noteros como Marcelo Benedetto. Es cierto. Los días son largos. También es cierto que cualquier día es largo para quien ha renunciado a pensar y ha decidido que las ocurrencias equivalen a profundas reflexiones y que la gente sólo necesita chatura.

Condena

Un día lo metieron preso. Por traficante de vulgaridad y explotador de conflictos.
Alegó que lo hacía porque la gente se lo pedía.
Le contestaron que, con ese criterio, el tráfico de drogas debería haberse premiado y no condenado.
-Por favor, no se puede comparar el efecto de las pastillas con el de un programa de televisión.
-Es cierto, usted por lo menos cuesta un televisor en Capital Federal y Gran Buenos Aires y un abono de cable en el interior.
-Señor, la verdad es que...
-¿Desea pedir un último deseo?
-No, pero escúcheme...
-De acuerdo, perdió su chance.
Tras el receso se leyó el fallo. Marcelo Tinelli fue condenado a 20 años de visión de Bailando por un Sueño.

7/6/10

Hipocresía

El saludo a un periodista el 7 de junio suele ser de las más grandes muestras de falsedad.
Perdón: para frase inicial es muy dura. Resulta preferible expresar que se trata de una expresión políticamente correcta.
Muchos de quienes mandan salutaciones lo hacen pues saben que así abrazan a Mariano Moreno, prócer de los menos discutidos. Sienten que el correo electrónico o la tarjeta que remiten les vale de indulgencia por las críticas que antes y después harán a los medios a raíz de las verdades que dicen agradecer cada 7 de junio.
Si hubiera que pagarles con la misma moneda, cabría contestarles: “Muchas gracias, son ustedes personas muy valiosas”.