15/6/10

Nota bicolor

Por Elena Moscone, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores

Celeste y blanco, los inconfundibles colores que nos distinguen.
Se vislumbra en lo alto, muy alto, el diáfano cielo, el que nos genera esperanzas, el que nos hace ver la maravilla de la creación.
En los días somnolientos de verano lo disfrutamos plenamente contemplando su bello color. En el gélido invierno miramos su resplandor iluminado por el adorado y refulgente febo.
También levantando nuestra mirada cual níveas palomas, como suaves ovejas, tiñen el firmamento de blanco, son ellas, las nubes.
La inspiración del hombre en la creación divina logró la medida justa para nuestra Bandera. Representación de la patria, orgullo del ser argentino, identificación gloriosa, dignidad del sentirse ciudadano, custodiado, evocado, observando en lo alto de los mástiles a ella, con su flamear celeste y blanco.