13/6/14

Dolor educativo
En la escuela Absurdo y Acomodos, la directora pide a los docentes que saquen de un banco de comentarios la valoración de la actitud de los alumnos. Se ve que no se da cuenta -¿o sí y no le importa?- que desde el momento en que los profesores acepten eso perderán toda autoridad para desaprobar a los estudiantes que copian y pegan de Internet.
Allí, vale más una planificación que una clase. Un padre satisfecho que un estudiante educado, de lo cual surgen susurros tales como "no le pongas un uno".
Importa más la sobreprotección que la maduración, la burocracia que la pasión, la repetición que la originalidad.
Cuántas ganas de renunciar...