Pecados y bellezas mundialistas
El uruguayo Luis Suárez ratifica que es un animal del fútbol y se defiende diciendo: "Me pueden acusar de mordidas, pero no de coimas".
Por local que sea, Brasil pagará sus recurrentes descuidos por el lateral de Dani Alves.
La velocidad, la potencia y la frecuente precisión del holandés Robben son un regalo de Holanda al fútbol. Encima, ayer se olvidó de su egoísmo y metió un centro exacto que derivó en el 2-0 sobre Chile. Lo respalda una formación sólida en defensa -aunque el arquero arriesgue mucho con los pies- y astuta para meter pases agudos de 50 metros. Holanda es un equipo. Verla es placentero, descuidarla es peligroso (conste que es el nombre de una selección, no de una botinera).

Penitencias y bendiciones
Italia se quedó afuera por mezquino. Contra Inglaterra había demostrado aptitud ofensiva. Tras la derrota frente a Costa Rica, se tentó por el empate con Uruguay que la clasificaba y jugó al 0-0 que le duró 81 minutos. Hizo la de tantos que estudian para zafar con un 4 y se arrepienten cuando ven el 3. Paciencia: en 2018 hay recuperatorio.
Un pase tardío a quien cuando recibe ya no está desmarcado es un error que a veces no se paga, salvo que la defensa permita a los contrarios tirar centros y dominar la pelota en el área. Lo sabe Costa de Marfil. Lo disfruta Grecia.