El causante de muchas risas
Pedro Saborido pasó por Río Cuarto. Desde lo informal de su aspecto,
con campera de jean y algo despeinado, este hombre, responsable de
sonrisas a carcajadas, habló en serio del humor, con motivo del Festival
de Cine Mirador del Centro.
De vasta trayectoria, Saborido comenzó
su vínculo con el arte grande a través de su participación en Los
chicos de la guerra. También estuvo en
la aclamada Esperando la carroza, grotesco de Alejandro Doria que
despierta risas a partir de un cúmulo de actitudes miserables en el seno
de una familia que supone la muerte de Mamá Cora, a la que lloran tras
despreciarla día a día.
Acaso por abrevar de esa fuente de talento y
por sus estudios de periodismo en las universidades nacionales de
Buenos Aires y de Lomas de Zamora, sus trabajos conjugaron mordacidad y
gracia, miradas profundas de realidades absurdas y expresions
humorísticas basadas en durezas cotidianas. Su humor político le valió
un Martín Fierro en radio y su capacidad para advertir cuándo era
momento de empezar a revisar situaciones de nuestra historia lo llevan a
darle vida a través del actor Diego Capusotto a Violencia Rivas, una
mujer llena de odio que también gotea verdades, o al inefable Bombita
Rodríguez, músico montonero que sin embargo se asemeja a Palito Ortega.
Hacia fines del siglo pasado, cuando la escasez abundaba en la
Argentina, Saborido fue uno de los responsables de muchas risas merced a
Todo por dos pesos, programa que más allá de su nombre ligado a la
fiebre importadora fue de cuño bien nacional.
Saborido estuvo en Río
Cuarto gracias al Festival de Cine Mirador del Centro, coorganizado por
la Universidad Nacional de Río Cuarto, el Colegio Santa Eufrasia y el
Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.
(Fuente consultada: Wikipedia).