30/7/21

Escenarios dispares

Lidia Olmedo se fija en la competencia, una situación cotidiana para muchos. Recuerda "juegos de la niñez, cuando las chicas jugaban a las visitas, a la mancha, a saltar la soga, al trencito, etc. Los varones tenían los juegos más rudos: competían en el fútbol, carreras a pie o en bicicleta, volteaban latas con la honda. También remontaban barriletes y otros juegos".

La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores recuerda que "muchas veces, el que perdía se enfadaba y no había forma de hacerle entender que había perdido y buscaba camorra". "Por eso -propone- hay que enseñarles desde niños que en una competencia se gana y se pierde, para que sepan de antemano lo que puede pasar. Y que la vida nos da siempre otra oportunidad".

28/7/21

Contexto para crecer

Por Matilde Maffrand, alumna del PEAM

¿Qué sucede con los fracasos? ¿Qué sucede con el ser vivo que choca contra la pared, se levanta y vuelve por una segunda, por una tercera, por una cuarta ocasión? 

Dice Roberto Canessa, uno de los dieciséis sobrevivientes de los Andes, que en ese accidente luchó contra el fracaso de todos los días, que en la montaña forjaron "la sociedad de las nieves, cuyos códigos eran completamente diferentes de la sociedad de los vivos. Lo que se apreciaba no era algo material sino intangible como ser todos iguales, pensar en el grupo, ser fraternos, prodigar afectos o abrigar ilusiones. Por eso, lo que más quiero en la vida es rescatar esa sociedad de la montaña, ese experimento de comportamiento humano único que funcionó en base a los cinco conceptos más sencillos que pueda imaginar: equipo, persistencia, afectos, inteligencia y, sobre todo, esperanzas. Pero para reproducir el modelo debo reconocer sus claves, desentrañar sus misterios".

Luego, dice: "No puedo imaginar mayor pobreza ni humillación que la que vivimos en la montaña, pero regresamos de la muerte y aquí estamos. Pregunten que les contamos.

Hay muchos que hoy están escalando sus cordilleras y nosotros podemos prestarles los zapatos que nos ayudaron a salir de la emboscada". Agrega que "volvimos a la sociedad convencional pero lo hicimos valorando la vida en una forma diferente, sabiendo que un vaso de agua puede equivaler a varias horas de ardua tarea para fundir la nieve con los rayos de sol que se cuelan entre las nubes. Que cualquier trozo de pan viejo es infinitamente mejor que lo que teníamos que comer en la montaña. Que el colchón más duro y roñoso es muchísimo más mullido que el piso de metal roto y abollado de un fuselaje congelado. Y que si tengo esos elementos soy una persona rica, tengo lo necesario para vivir y el resto depende de mí porque en cualquier momento se te cae el avión y entonces te das cuenta de todo lo que tenías y lo que perdiste". Canessa agrega, entre otras cosas: "El mundo nos pensaba muertos y tenía fundamentos".

27/7/21

Solidez para alumbrar

Emilio López nota que el fracaso "se puede dar en proyectos que no llegan a su fin o se hacen distinto de lo deseado". Coincide con Paulo Coelho, para quien "es parte de la vida" y estima que "si no fracasás, no aprendés y si no aprendés, no cambiás y seguís tropezando con la misma piedra".
Atento a que aun las extensas caminatas comienzan "con un paso", Emilio destaca el rol de empezar, de dar el puntapié inicial, de emprender y de estar preparados para uno de los costos del éxito: "A menudo, quien fracasa envidia porque no pudo lograr lo que vos conseguiste".
Este alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores es consciente de que "en la vida se puede dar el fracaso" y alienta a "crear el propio camino sin miedo al fracaso", que en caso de suceder ha de constituir "ocasión de aprendizaje".
"Cuando me preguntan si me arrepiento de algo, siempre digo que no", acota, "porque en ese momento hice lo que creía lo mejor sabiendo lo que sabía". Señala que esta actitud lo "ayuda mucho a superar fracasos y a dar vuelta la página". Concluye apuntando que su presencia en distintos momentos lo han llevado "a ser quien soy; de alguna manera forman parte de mí".
 

Luminosa fortaleza

Ana Chevarría propone "no estar pensando en lo que pasó ayer, sí vivir el día a día". "Bajo mi puente pasó mucha agua que no vuelve", considera esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores. Estima el valor de "vivir el presente a pleno sin pensar en el pasado. En esta época, en la que hemos perdido seres queridos, no es fácil, pero tenemos que tratar de recordar buenos momentos y tampoco abrumarnos por el mañana, que no se sabe".
En síntesis, Ana invita a "vivir a pleno, no quedarnos anclados en la tristeza; tratar de soltar, aunque no sea fácil. Tenemos que encomendarnos a alguien para tratar de soltar ese dolor porque si no, no vivimos y para eso estamos, para vivir".

 Fracasar y construir

Por Elena Moscone, alumna del PEAM

Según afirma Enrique Rojas, psiquiatra español, el éxito y el fracaso son dos grandes impostores, ninguno le convence porque desempeñan un papel más en relación a nuestro exterior que a nuestro interior.
El fracaso es un elemento esencial para la maduración de la personalidad si se lo sabe aceptar de forma adecuada.
En redes sociales y programas de televisión se puede ver el éxito inmediato a través de concursos ganados o personas como los influencers que comparten sus vidas en Facebook o en Instagram mostrando sus éxitos, su perfección. En realidad, pienso que lo que hacen es vivir la película de su vida. Son éxitos para las cámaras, las apariencias.
Las personas de mi edad vemos el éxito como el resultado del esfuerzo de toda una vida que hemos logrado con sacrificio, constancia, voluntad, amando lo que se tiene.
Esto es la vida real, con altibajos, frustraciones, debilidades, haciendo, deshaciendo para tratar de conseguir la perfección o al menos la tarea correctamente cumplida.
Ahora bien, ¿a qué llamamos fracaso? Rojas lo define como una experiencia interior de derrota a raíz de algo que no ha salido bien y nos puede afectar psicológicamente. 
Lo primero es la reacción de hundimiento, mezcla de frustración, melancolía, rabia contenida y malestar interior. 
Lo segundo es lo que llamamos la psicología moderna, una respuesta cognitiva que es una especie de examen interior, que pretende desmenuzar el porqué de ese resultado.
Lo tercero es que va afianzando una especie de paralización, bloqueo de no saber qué hacer.
Lo cuarto es el tema: el fracaso será más o menos sentido según el asunto en cuestión.
Dado que la vida nos muestra que todo debe ser éxito, triunfo, se prioriza tener todo lo que uno anhela. Se ven muchos casos de personas realmente jóvenes con tendencias a la frustración por no haber obtenido lo deseado, la meta prefijada, que es generalmente inmediata, aquí y ahora.
No se trata de fuerzas cabalísticas para atraer éxito o fracaso, sino del empeño o dedicación para edificarlos. 
Es deseable tomar los fracasos como experiencias para saber procesar ese mal llamado fracaso, reconstruirnos, reinventarnos e ir por un nuevo objetivo.


26/7/21

Luna y después

Enojos. Duran, se van, vuelven, se encienden, se apagan. ¿Qué hacer con ellos?
Susana Carbonari, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores, responde mediante una suposición relativa a un niño en el jardín y a un choque de autos manejados por gente grande.
-Llega mi nieto hecho una tromba, enojado porque otro nene le había quitado unos lápices de colores que le encantaban: "No voy a ir más al colegio, qué se creen; no me gustan mis compañeros".
Me acerqué con toda la paciencia y le expliqué que muchas cosas parecidas le van a pasar en la escuela, pero seguramente el niño los tomó porque le gustaban y al otro día se los va a devolver, que no pensara que se los había sacado porque sí, y que él tenía que ser tan compañerito de él como de los otros. Que en todo caso le hubiera avisado a la maestra, que podría haber solucionado el problema.
Octavio me miró y me dijo: "Tenés razón, abuela, a lo mejor mañana me los devuelve. Quiero ir al colegio y ver a mis compañeros".
Esto no pasa solo con niños. A lo mejor, dos adultos sin querer se rayan el auto. Se bajan, empiezan a insultarse, a decirse un montón de cosas y el rayón es así nomás, no es gran cosa. ¿No sería mejor tratar de resolver la situación por las buenas que enojarse tanto por una tontería? A veces, la gente vive muy apurada, muy nerviosa, se enoja y maltrata a los demás por cualquier cosa. En esta época, sobre todo en esta época, tenemos que tratar de ser más solidarios, más amistosos, más comprensivos, más seres humanos".


12/7/21

 Texturas vitales

Cartel, querer, poder, pintar. Con estas cuatro palabras, reflexiones de Patricia Murphy, alumna del PEAM

-Se usa mucho la expresión 'tiene un cartel...' como si fuese un curriculum o carta de presentación, pero a veces eso que se nos impone o nos autoimponemos trae una ardua tarea, que es la de sostener tales galardones. Nuestra forma de conducta es nuestro cartel, que se embellece y nos permite sentirnos bien con nosotros mismos cuando somos solidarios y amables con las personas que nos rodean.
-Querer. Ojalá logremos querer, o al menos tolerar, todos los momentos, buenos y no tanto, que nos depara el tránsito por nuestra vida.
-Poder: palabra difícil si las hay. Conlleva muchas cartas de presentación, entre ellas el poder de la mirada, de la risa, del amor, del llanto. Pero hay otros poderes, más difíciles de sostener o aplicar con la correcta medida: poderes bélico, económico, político. Ahí entran a jugar muchas cosas propias e influencias ajenas. 
Tener poder es maximizar muchas veces nuestras ideas y tratar de que se entiendan nuestros conceptos sin sonar autoritarios.
Viene bien una mano mágica que ayude a pintar de colores estas palabras. Colores que nos llenen de alegría, comprensión, entusiasmo y ganas. Que nos hagan sentir que el recorrido por este camino no es blanco y negro.

8/7/21

Momento para charlar

A muchos, ponerse a cocinar les resulta una molestia. No es el caso de Blanca Nieves Molina, para quien "no es un peso cocinar ya sea a medio día o a la noche pues por ley de la vida hay que comer y, si no se compra comida hecha, alguien tiene que cocinar". Dice esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores que  "cocinar no es un peso sino como una costumbre para, durante el almuerzo o la cena, hacer ciertos comentarios que durante el día no sa han podido hacer".

7/7/21

Antenas al poder

Emilio López evoca desde sus albores la radio, que "sigue siendo el mejor medio de comunicación y el único al que la mayoría de la población puede acceder". Entiende este alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores que "hoy en día es más fácil informar con todas las redes sociales y tecnologías existentes". 
Además, la radio es "una gran fuente de trabajo" por la que han pasado "grandes figuras, muchas de las cuales luego actuaron en televisión".
"Música, radioteatros, partidos de fútbol, carreras de autos, transmisión de desfiles" son algunos de los "contenidos" con los que Emilio recuerda sus tiempos infantiles como oyente. Los tiempos han cambiado y con las frecuencias moduladas surgieron diversas ofertas, entre otras, "radios cristianas y cooperativas".
A contramano de "la buena radio", que "permite analizar, pensar, imaginar", están los aspectos negativos, que para Emilio son representados por "no decir la verdad, por ejemplo en las dictaduras".

6/7/21

Fútbol y riego

Lidia Olmedo comparte su producción  tras la consigna de elaborar un texto con las palabras "barra, sol, flecha, humo":
-En tiempos pasados era normal o casi obligatorio que se formaran barras para jugar al fútbol y no les importaba que el sol quemara. Yo tenía tíos que jugaban y, mientras ellos disfrutaban del partido, otras personas se encargaban de encender el fuego, que largaba mucho humo. 
Los espectadores contemplaban el partido y, cada vez que la pelota entraba como una flecha al arco, ellos aplaudían y alentaban a su club. Al término del juego, todos comían el asado y, por supuesto, bien acompañado no precisamente con café.
Hoy pasa lo mismo, pero en estos momentos no es aconsejable juntarse en barras porque esto puede producir contagios. Es preferible cuidarse hasta tener una forma segura para poder hacerlo.

Para ver de cerca

Abundan en esta época, especialmente cuando el invierno exagera la nota, las quejas por el frío. Ahora bien, ¿sirven?
Ana Chevarría propone considerar las estaciones del año como arcos de un círculo perfecto. Celebra el río al que uno puede acercarse o las lluvias que alivian en jornadas tórridas previas al otoño, cuando "se empiezan a caer las hojas medio se quiere entristecer el paisaje hasta que se nota las hojas amarronadas, amarillentas que dan una linda imagen. El invierno se ve menos colorido, pero es necesario desde lo sanitario y como antesala para la esperanzadora primavera".
Esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores, dispuesta setenta veces siete a ver el vaso medio lleno, dice que días atrás en una fila alguien se quejó "del frío y del viento". Su respuesta:
-Es cierto, pero si uno entra en la psicosis es peor. Al frío y al viento hay que pasarlo y nada más. O pensar que otros no tienen con qué taparse. Hay gente que vive con techos de silobolsa. Nosotros, adonde vamos a pasear o acá mismo, vemos qué lindo es todo lo céntrico, pero hay que recorrer los barrios, ver las necesidades de la gente".

Florece una construcción adulta

Susana Carbonari sale al recreo y juega a editar una revista para adultos mayores. Cuenta que "en primera página pondría este mensaje de la madre Teresa de Calcuta:

Siempre ten presente que la piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia;
tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas…

Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que, en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡Pero nunca te detengas!".

Afirma Susana que "en la página siguiente escribiría artículos de salud, sobre el corazón, el colesterol, la artrosis, todas las cosas que sufren los adultos mayores y por las que siempre sr están quejando, pero sería breve y concisa, no entraría a hurgar demasiado".

Al dar vuelta la hoja, el lector encontraría "referencias a artistas, por ejemplo Frank Sinatra, Louis Armstrong, Sofía Loren, Brigitte Bardot. Todos los que puedan recordar".

Habría también espacio para "cocina, a partir del asesoramiento de alguien que enseñara a preparar platos saludables". Incluiría "ejercicios físicos apropiados a la edad, publicaría frases que hicieran sentir bien, sin olvido del cronograma de pago de jubilaciones provinciales y nacionales".

Susana ya tiene nombre para la revista: Plenitud. "Porque tiene algo de cada cosa para hacer sentir bien a los adultos mayores, que es lo principal, que se sientan bien, contenidos por la familia, algún amigo, más en estos momentos que estamos pasando. Por supuesto, también habría un espacio para sugerencias de lectores respecto del contenido de la publicación".


Sol y sombra

Matilde Maffrand lee el libro "Flores de encaje" y en una de sus páginas encuentra a "Epicuro, que decía 'cuando estoy, ella no está; cuando ella está, yo no estoy'. ¿Se refería a la felicidad, considerándola un placer sereno y templado? En esa situación de serenidad, se permitió mediante los caminos inciertos de la psicología tomar distancia suficiente de lo cotidiano, de su transcurrir, para contemplarla seriamente como una sucesión de vidas. Cierto número de ellas ya ha tenido lugar; otras deben ser, pensó. Lo que de veras reconoció es que desde el mismo instante que estaba en ésta, su número indeterminado de vida, le había sido concedido como gracia el ser feliz. El lugar, la fecha, el cómo estaban en blanco".
"¿Qué es la felicidad?", pregunta Matilde, estudiante del PEAM, y ofrece pistas: "¿Es esa tarde de la niñez y el encanto con patines y bicicletas? ¿Es el momento del cafecito con amigas? ¿Es caminar con la frente alta esperando del día a día lo mejor? ¿Es el nacimiento de un hijo, de un nieto? ¿Es el resultado de un camino de a dos?".
Por cierto, la felicidad es tan diversa como la humanidad y así de variable. Matilde repara en que lo estable es "la perpetuidad del cambio, porque las palabras se mueven mucho, cambian de un día a otro, son inestables como sombras".

5/7/21

Distancias

Elena Moscone, del PEAM, comparte ideas a partir de estas palabras: poder, humo, calor y amistad

El año 2007 marcó el inicio de un nuevo poder para el hombre. Tuvieron su lanzamiento IPhone, Android, Kindle, Facebook, Twitter, Airbnb, el Watson de IBM. Allí comenzó la verdadera modernidad digital. Ya se dejó de vender humo, ya no nos embaucaron más; todo lo veíamos, podíamos comprobarlo y convertirnos en protagonistas.

Se expandieron los celulares y las redes sociales por doquier y trajeron un excedente del consumidor en la vida cotidiana. Comenzamos a sentir ese calor de introducirnos en la catedral de Notre Dame o en el Vaticano a través de Google Earth y hasta de observar cada casa de quienes viven al otro lado del mundo. Las distancias se acortaron e Internet pasó a ser parte de nuestra esencia vital.

Tenemos a nuestro alcance el poder del calor de la amistad a través de las redes, sin humo ni barreras que impidan tomar la decisión correcta según el uso que hagamos de estas herramientas.

Savia

Por Carlos López, alumno del PEAM

Si se tratara de editar una revista, lo que seguro no haría es dedicarla a la farándula. Veo poca TV pero a veces, muy pocas, en programas de conocimientos con preguntas y repuestas, para mi desazón se destacan los intervinientes, algunos, en conocimientos sobre la vida íntima, etc. de algunos personajes "creados" pero desconocen totalmente nuestra historia, geografía en lo más elemental. 

Me inclinaría por algo como Muy Interesante, pues creo que aporta algo para nuestro crecimiento y ayuda a adquirir conocimientos, que luego pueden ser afianzados y aumentados por otras fuentes. 

2/7/21

Delicado esmero 

Patricia Murphy va y viene por emisoras de radio y ha "comprobado tristemente en demasiadas oportunidades que muchos conductores son una escofina de palabras groseras, ordinarias, que no construyen sino que llevan a nuestro idioma al más bajo nivel".
Entiende esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores que "creer que usar la escofina -herramienta para desbastar, sin la menor delicadeza- para hablar da más audiencia o llega más al común de la gente destruye el idioma en vez de ayudar a mejorarlo". Nota que "en la actualidad, tristemente, esto es bastante común".
Enhorabuena, "hay quienes hablan en modo lima, quitando lo que sobra y esmerados en la delicadeza: Antonio Carrizo, Héctor Larrea, Omar Cerasuolo, Marcelo Simón, Alejandro Apo, Víctor Hugo Morales, Quique Pessoa, Roberto Caballero son algunos ejemplos. Voces pausadas, sin groserías, permiten sentir al oyente que para ellos es un disfrute hacer sus programas así como para una escucharlos, mate o café de por medio".

1/7/21

Las nieves del tiempo

Ana Chevarría considera que, "con el tiempo, uno aprende a tener paz interior. Hay que trabajar mucho sobre eso en este momento tan difícil que nos toca vivir". Estima que "nos enseña muchas cosas detenernos y vernos. Hay gente que se queja, que reclama; ya es su costumbre porque no tiene necesidad". Señala esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores que importa "actuar con exactitud, tener autocontrol -porque hay gente que exaspera- para respirar profundo antes de obrar". Siente que "conociéndonos a nosotros mismos podemos evitar una reacción mala  recurriendo a la paciencia". Y conjugarla con "amor y dedicación para quienes están solos y necesitan expresarse cuando comparten el tiempo con alguien".
Finalmente, propone tratar de "dejar que el tiempo pase, que fluya, y hacer lo que se pueda en el momento".

Luz y sombra de mensajes

Elena Moscone recibe dos herramientas y decide si las usa. Esto surge de su taller:

-Creo que no se puede vivir bien si uno comunica al modo de una escofins, dejando astillas y generando temor en el oyente, produciendo una gran indignación o dolor por la forma en que se dice lo que se dice.
Se remonta la alumna del PEAM a "1965, cuando Umberto Eco planteaba el problema de la doble postura ante la cultura de masas: la de los apocalípticos, que ven en ella la anticultura, el sino de una caída irrecuperable, y la de los integrados, que creen que estamos viviendo una magnífica generalización del marco cultural".
Eco decía que "el universo de las comunicaciones de masa es nuestro universo" y los valores emanan de los medios masivos. Agregaba que "nadie escapa a estas condiciones, ni siquiera el virtuoso que, indignado por la naturaleza inhumana de este universo de la información, transmite su propia protesta a través de los canales de la comunicación de masas".
Piensa Elena que "una debe comunicar al modo lima, haciendo que el que escucha pueda adaptarse a la información que reciba, con menos impacto negativo". Cita a Néstor García Canclini, a cuyo juicio "Internet intensificó la coexistencia multicultural y aumentó los conflictos en todo el mundo. En cualquier lugar experimentaremos las tensiones interculturales y cualquier sitio puede ser una gran frontera".
Más allá del modo de comunicar, comparte "un editorial de Pepe Eliaschev que hacía hincapié en por qué siempre una minoría gris a los gritos impone sus condiciones al resto de una sociedad que quiere trabajar, sentirse útil, dejar una huella de su paso por la vida". Agregaría, pues, "más alteridad" a la comunicación, a la par de la claridad y la concisión.