Periodismos: necesaria comparación
Aun cuando las características sean casi las mismas para ambos, el
periodismo diríamos “tradicional” es muy diferente del periodismo institucional.
Periodistas que se entremezclan en una
manifestación en la calle con la gente que protesta por la suba de salarios o
por la aparición con vida de algún niño desaparecido vemos a diario en los
noticieros del medio día. Pero también a diario recibimos por ejemplo
información a través de revistas o folletos sobre los beneficios de la nueva
mutual a la que nos afiliamos o sobre ese paquete con descuentos del cable o de
Internet. En ambos casos, detrás de todo esto hay periodistas trabajando en pos
de lograr un solo fin: informar. Claro que en el segundo de los casos, esos
periodistas tienen como premisa fundamental dar a conocer todo lo bueno que esa
empresa en particular, a diferencia del resto, tiene para ofrecer a sus
“clientes”. En los medios de comunicación a veces las cosas no son tan
diferentes, siempre influyen factores de todo tipo, económicos también, en las
cuestiones del informar de manera veraz y “objetiva” aquel hecho de la
realidad.
La imposibilidad de lo objetivo tiene entonces mucho que ver con la manipulación de la noticia por parte de personas con intereses
propios y ajenos que darán como resultado un periodismo institucional y
“tradicional” también acorde a la demanda de la empresa en cuestión.