19/5/13

Humana explicación
"¿Por qué?" es una de las preguntas que más hacen los niños. Conforme pasan los años y pesan algunas modas y otras comodidades, muchos dejamos de formularla incluso allí donde más deberíamos.
Así es como a veces nos encontramos dando un sí que no nos representa.
En otros casos, la causa de nuestras decisiones es clarísima... salvo para los demás. Ejemplo:
El personaje central de "Mujeres del sexto piso" se separa de su mujer. Abandona el inmenso y confortable departamento y se muda, en el mismo edificio, a un altillo donde tiene que compartir el baño con las amas de llaves, que viven en cuartos donde entran la cama, los zapatos y tal vez las medias.
Consultado por los hijos sobre semejante elección -equivalente a ir en Buenos Aires en colectivo lechero pudiendo viajar en un directo-, el hombre explica: "Primero el internado, segundo el servicio militar, después el matrimonio... es el primer cuarto que tengo. Ahora me siento realmente libre".
Hermosa curiosidad. Hallar la libertad en un cuarto de dimensiones y carencias similares a las de una celda.
El padre continúa hablando: "Es la primera vez que me siento en mi lugar. Aquí descubrí una familia" y añade: "Espero que ustedes encuentren alguien como ellas para amar".
-Pero son sirvientas -replican las dulces creaturas.
-No son sirvientas, son buenas mujeres -aclara el padre.
En otra escena, la ex esposa que vive rodeada de lujos cae en la cuenta de que "esas mujeres están vivas. Acá abajo estamos muertos. Necesitamos un sexto piso también".