11/5/13

Justo fastidio
El veterinario lo dijo con ingenio: "La única manera de que López te diga la verdad es hipnotizándolo".
López era de esa clase de hombres que no acepta contar sus fallas en público y, desde la terca soberbia, era capaz de enojarse si alguien le hacía notar que dos y dos no resulta tres.
El veterinario... Se brotaba cuando lo prejuzgaban tosco y replicaba: "¿Cuántos de los que estudiaron ciencias humanas saben disfrutar de Los Sonidos del Silencio? 'Gente que habla sin decir/ gente que oye sin escuchar'". Más aun, fue un profe de tu facultad el que me preguntó: "¿Qué significa 'todavía te envidio algunos versos como aquél de los pedazos rotos del espejo interior'". No digo que tuviera que saber que era parte de la canción "Con Abuelo", tributo de Andrés Calamaro a Miguel Abuelo; yo no le exijo a nadie que sepa qué es una endoscopía. Pero que al menos se dieran cuenta de que no se habla de un vidrio sino de un alma quebrada".
El veterinario... Se embalaba y andá a pararlo. "Claro que es lindo bailar lento o recostarse con Seminare de fondo. Pero los que se creen los reyes de la sensibilidad, ¿entenderán eso de 'Vas aquí/ vas allá/ pero nunca te encontrarás al escaparte'? Justamente, me parece que se escapan de su realidad esnob, de su afición de estar en la cresta de la moda, no del conocimiento. Se la creen, pero no son. ¿Sabés que? Me hacen acordar a López".