Una pregunta que diferencia a los niños de los
adultos
En uno de los episodios de Los Años
Maravillosos, después de décadas de experiencia, Kevin nota que "¿por qué
no?" es una pregunta que diferencia a los niños de los adultos. Entre
formularla y no hacerlo puede radicar la brecha entre vivir resignados o
tratar de cambiar.
Matilde Maffrand, estudiante del Programa Educatvo de Adultos Mayores, se pregunta:
¿Por qué no
soñar con un cambio real?
¿Por qué no
soñar con un país donde las medidas sean pensadas y no disparadas?
¿Por qué no
soñar con que los que deben realizar las acciones sean personas idóneas y no
reinventadas?
¿Por qué no
soñar con un mundo con menos improvisaciones y más gestiones?
¿Porqué no
soñar que el responsable de la acción sea eso, responsable de la acción y no
una figurita que se canjea a la vuelta de la esquina? De la esquina más oscura.
¿Por qué no
soñar con que la imagen a imitar esté repleta de virtudes?
¿Por qué no
soñar con un despertar donde de improviso aparezca una figura recortada
firmemente, sólida y madura, que con coraje dé una vuelta de tuerca a esta matriz
improvisada donde solo acceden borrachos de poder y adictos arrodillados en la
oscuridad de las no ideas? Sumisamente arrodillados.
¿Por qué no
soñar con niños caminando sin temor, con la mirada limpia, sintiéndose
arropados, sin miedo, con una cama limpia y sin sollozos por la noche?
¿Por qué no
soñar que un día el cartero deposite un sobre en el buzón, conteniendo una
misiva extensa, escrita en papel consistente, con tinta indeleble? …Y que el texto
sea más o menos así: "Yo Política Pública Solidaria me comprometo en este
preciso momento a ser ejemplo de las libertades, y asumo un compromiso ético y
social, tomo en mis manos la acción de erradicar la ignorancia, y nunca me
resignaré a considerar que los negociados al amparo del poder son algo
fatídico como chocar contra un muro".
¿Por qué no
soñar con la responsabilidad de la lectura, con las conversaciones profundas,
apasionadas, basadas en actualidad y no en fantasmas, la filosofía de la calle? La
verdad, ¿cuál es la verdad? ¿La violencia y el miedo? ¿La realidad de lo
cotidiano, una taza de café con amigos, un viaje hacia no sé dónde, quién sabe
en qué momento?
¿Por qué no
soñar que en la madrugada del día 7 de marzo del año 2013 el teléfono suene
para anunciar que los millones de pobres y marginados pudieron acceder a lo que
Friedrich Hayek llamó la trinidad inseparable de la civilización: la legalidad, la
libertad y la prosperidad?
Nota al pie: Hayek es
filósofo, jurista y economista de la Escuela Austríaca, su obra no se limita a la ciencia económica,
sino que trata de filosofía política, antropología jurídica o historia, siempre
referente a ciencias sociales. Entre sus premios están el
Nobel de Economía y la Medalla presidencial de la libertad.