Peligroso silencio
Los prejuicios existen por doquier. Hay preconceptos sobre uno mismo y, más comunes, respecto de los otros, aun aquellos a quienes se supone son muy cercanos.
Para que existan son necesarios el silencio y condiciones que hagan tambalear certezas.
"El pequeño escribiente florentino", revela a un padre enojado porque Julio, su hijo, decae en su rendimiento escolar. Ignora que eso pasa porque el niño trasnocha ayudando a su padre mas no se lo cuenta para evitarle una eventual humillación. Supone que al viejo le disgustaría enterarse de que debe parte de sus ingresos a su hijo.
Julio ilustra aquello de la Madre Teresa referido al amor que duele: una y otra vez llora a solas la ingratitud de su padre, que no lo ve trabajar, sí percibe que sus notas escolares bajan y las atribuye a la mera vagancia.
Vaya si importa leer la narración de Edmundo D'amicis. Como mínimo, para revisar la frase "el silencio es salud".