Horizonte de esperanza
Por Susana Carbonari, estudiante del PEAM
Florecer en esta época es bastante difícil ya que estamos atravesando momentos muy arduos. Lo que nos queda por hacer es refugiarnos en las cosas bellas de la naturaleza, contemplar un atardecer, la luna, la lluvia que cae despaciosamente, escuchar música, leer, escribir y, sobre todo, estar rodeados de los seres amados, de los amigos que uno pueda ver, de los nietos -que son un pedacito del corazón de uno.
Hay que buscarle la vuelta, tratar de no bajonearse; hacer videollamadas a conocidos, familiares; dedicarse a las plantas. Hay muchas cosas que se pueden hacer para afrontar la pandemia, pensar que, como sostiene el dicho, "no hay mal que dure cien años". Ya pasará. Volver a escuchar la música de antes, la que nos hacía estremecer, rememorar época linda, maravillosa, de compañeras de colegio, amigos, vecinos -porque también ellos nos ayudan- y tratar de no ver muchas noticias. ¿Para qué? Si hay tantos problemas, tantas cosas malas, mejor no verlos y estar preparados para sentir que vamos a estar bien, que vamos a salir, que esto no nos va a vencer.
No nos vamos a dejar estar. Vamos a estar bien, muy bien. Todo esto va a acabar en algún momento.
Nosotros tenemos que hacernos fuertes y transmitir bienestar.