28/9/21

Relaciones 

Por Patricia Murphy, estudiante del PEAM

"La soledad es muy hermosa cuando se tiene alguien a quien decírselo". Esta frase del poeta Gustavo Adolfo Becquer nos pone en un dilema: hay personas que aman su soledad, manejar sus tiempos, sus amistades, su familia. Comparten lo que creen necesario, les gusta disfrutar de la intimidad de su casa, de sus cosas, de sus comidas, de su música. Son felices así y esto no es criticable.

Otras personas, en cambio, gustan de estar en soledad pero compartiéndola, aunque suene raro; estar cerca de amigos, de familias, pero al final del día llegar a su casa y al cerrar la puerta disfrutar de la soledad después de haber compartido momentos con otros.

El gozar de la soledad no nos hace hoscos o ermitaños. Cada quien vive como le hace feliz. A veces, estar rodeado de gente, aturdido, también es estar en soledad.