19/6/13

Pida excusas, caballero

Una verdad de Perogrullo es que nadie es perfecto. Otra es que algunas personas, sin embargo, se creen perfectas. Son de las que en público se confiesan humildes... minutos antes o después de desnudar su soberbia.
Carlos Bianchi se escudó en la mala suerte y en yerros arbitrales para justificar su participación como técnico de la más extensa racha sin triunfos de Boca en 82 años de fútbol profesional.
No apeló al mismo argumento cuando la prensa lo hacía sinónimo de Dios en los dorados años 1998 y 1999, cuando estuvo al frente de la máxima serie invicta de Boca y del fútbol argentino.
Formidable técnico, Carlos Bianchi comete errores, aunque le duela muchísimo admitirlos y sean evidentes como la Bombonera.