Rojo revancha
Los niños cantores del club avisaban: "Ay ay ay ay, qué risa que me da/ si no gana Los Andes qué quilombo se va' armar!!!". Con la música de "Yo tengo fe", el mensaje sonaba claro desde las tribunas y debe haber retumbado en los vestuarios del árbitro y el equipo visitante.
Metros al oeste, aún había hinchas en la cola para sacar entradas. Unos sonreían por la letra, otro mostraba su campera y decía esperanzado: "Con esta ascendimos". Desde lo alto caían carnés para que con la cuota de un socio pasaran varios.
Dieciocho años después, ese 17 de junio de 1995 sigue marcado a fuego, como corresponde a las alegrías colosales. "¡Los Andes es Nacional!", celebró la voz del estadio Eduardo Gallardón casi dos horas más tarde, consumada la permanencia en la categoría.
Independiente es Nacional, saben y callan sus hinchas, enjugando lágrimas y deseando que el despertar dominguero demuestre que lo del sábado 15/6/2013 fue un estúpido sueño y no un tatuaje indeseado.
Lo que sigue dista de ser un consuelo para los otros rojos del Sur del Gran Buenos Aires: el 20 de mayo de 1995, Esteba Fuertes tuvo en un penal el empate frente a Quilmes, que tanto merecían la entrega del mellizo Herner y el valeroso talento de Gilmar Villagrán. El grito quedó atragantado y, con la derrota, el fantasma del descenso volvía al primer plano.
Menos de un mes después, por la última fecha, Fuertes desanudó gargantas con el primer gol y Villagrán colgó de tiro libre la pelota en un ángulo para el tercer festejo delirante de una tarde en la que Los Andes hizo 5 goles y sus hinchas gritaron seis: consumado el 5-0 sobre All Boys, Colombo puso el 1-1 con que Quilmes le igualó a Deportivo Italiano, lo mandó al descenso y desató el éxtasis en Lomas de Zamora porque el Rojo continuaba en el Nacional B.
Las revanchas en el fútbol existen y son maravillosas.