Soy una lapicera
Por Emilio López, alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores
Desde que el hombre empezó a escribir, yo soy una lapicera. Mis antepasados fueron una pluma, que era mi abuela, a la que acompañaba mi abuelo, que era un tintero.
Todos somos parientes, también mis primos que son los lápices, que llenan de alegría a los niños con sus distintos colores en las primeras letras y dibujos.
Todos estamos relacionados con un mismo fin que es escribir cosas buenas y cosas malas, cosas alegres, cosas tristes y cosas románticas.
Durante mucho tiempo estamos a disposición de las personas que nos usan para diferentes tareas en la enseñanza, la ciencia, la nvestigación, la medicina,la economía, la política, la justicia. A veces nos ponemos alegres o tristes, según el color de tinta con que se escriba: en negro y a veces en rojo.
Durante muchos años nos fuimos perfeccionando en distintos tipos de lapiceras.
Hoy nos vemos amenazados por esa máquina infernal que es la computadora, que nos lleva la mayor parte de consumir la mayor cantidad de letras donde nosotros nos nutrimos de esa rica historia que es la poesía del tiempo y de la vida transcurrida. Yo no creo que esto sea una tendencia del fin, de desaparecer. Esa es la pesadilla que tengo cada día, pero como las personas son solidarias nos siguen usando y nos llevan a la tranquilidad de poder seguir existiendo. Como que soy una lapicera.