29/8/12



Amor, te invito a leer
Por Elena Faricelli y Viviana Méndez, alumnas del Programa Educativo de Adultos Mayores

Platón en su obra “El banquete”, describe tres tipos de amor: el de la pasión (Eros), el de la amistad (Philia) y el del cuidado incondicional (Agapé).
Eros, el dios de la pasión, es más que la atracción y la tensión sexual. Eros remite a la energía más vital más profunda, que pone en acción y en el mundo nuestras potencialidades, nuestros sentimientos, nuestra intencionalidad existencial. Es el amor que hace a los amantes transformadores de su vida y del mundo.
Philia, dios de la amistad, es la camaradería, la confraternidad, la mutua admiración, el mutuo enriquecimiento, la mutua aceptación, es el amor que contribuye a la afirmación del propio ser, a la celebración de la existencia del otro, y, a través de él, nos hace sentir parte de un todo, de la especie. 
Agapé, dios del cuidado incondicional, es la generosidad en su estado esencial, la disposición a darlo todo por el otro sin exigirle nada. Es típicamente el amor de Dios por el hombre, según lo define el psicoterapeuta Rollo May en “Amor y voluntad”.
Los tres tipos de amor son interdependientes y complementarios entre sí. Ya que Philia, dios de la amistad, necesita de Agapé, dios del cuidado incondicional, para que no nos creamos dioses a causa de nuestro amor.
Pues bien, Eros, dios de la pasión, no puede vivir sin Philia, dios de la amistad, ya que la continua tensión y ebullición de la pasión serían intolerables.
La Philia, la amistad en el amor, relaja, lleva a la aceptación del otro como es, le da tiempo a Eros para desarrollarse sin depender únicamente de la ansiedad de la pasión.
Pero no necesariamente la amistad conduce al amor de Eros, pero sí el amor de dos personas necesita de la amistad para echar raíces profundas.
Cuando los que se aman son a su vez los mejores amigos de cada uno, entonces devienen mejores amantes.
Cuando amor y amistad se unen- dice Rollo May, psicoterapeuta-, alcanzan su sentido más simple y directo. Por eso mejor celebrar este encuentro entre amor y amistad.

Ausencia
Otra forma de amor es el universal, el amor al prójimo, al próximo, al otro. Para que exista no hace falta que una persona le diga "te quiero" a otra, sí que la respete. 
Qué mal suenan los insultos de algunos funcionarios que con lenguaje soez remiten a alguien. ¿Merece un ciudadano esos improperios?  Discordia e intolerancia están ahí, entre personas que conviven en un mismo país, bajo una misma bandera.
Viene a nuestra mente la bella poesía que recitábamos en el colegio: “Cada uno en el rumor de su trabajo, hace la patria con lo que tiene a mano, el carpintero la hace de madera,con virutas etc”. ¿Por qué cada uno de nosotros no lo piensa así? Haciendo lo suyo pero pensando en el otro, en el bienestar general, o al menos sin perjudicar a los demás. Actualmente son muchos –¿somos muchos?- los que hacen lo suyo… sin medir las consecuencias o daños que pueda causar a mi próximo, a mi entorno, a mi país, al país que dejo a mi descendencia.
Un taxista, remisero o algún otro caballero con un enorme vehículo cree sentirse bien cuando gana una esquina al cruzar las calles de la ciudad. No hay derecha que valga; arremete, insulta, toca bocina y… él ganó.
¿Qué es lo que ganó? Qué pulseada estaba jugando? ¿Será la de otro ciudadano que atónito contempla ese avasallamiento?
Así el conductor “poderoso” siempre va por el medio de la calle ocupando todo el espacio gris del cemento, claro, nadie más que él podrá avanzar, él, el único, él solo, el dueño de esa vía.

Peor el remedio
Otro caso de falta de amor, la semana pasada: una jubilada llega a la farmacia con 70 pesos a comprar su medicación mensual y no le alcanza, por eso pregunta:
-¿Cómo puede ser: el mes pasado pagué 70 y ahora 110 pesos?
La empleada de la farmacia la mira como diciendo está loca, le comenta a su compañera: "Mirá qué raro, se asombra de que el medicamento aumentó.
Duela esa falta de empatía,  de comprensión de que a alguien no le alcanza el dinero destinado a cuidar su salud.
También es doloroso que un funcionario declare “la gente está feliz porque le sobran mangos para gastar” Al decirlo, ¿asumirá que hay gastos ineludibles gastos ineludibles, enfermedades, impedimentos propios de la edad? ¿Qué nos está pasando como sociedad civilizada? ¿Hemos perdido todo gesto de Humanidad? ¿O es que no nos conmueve nada? 
Es este individualismo del sálvese quien pueda, otro de cuyos ejemplos fueron las cientos de personas
que en el Gran Buenos Aires, aunque la lluvia que impone evacuación, tienen que quedarse a cuidar sus cosas porque su prójimo, su vecino está al acecho pese a la situación límite, sin códigos, sin piedad.
Creemos que todo sería diferente si empezáramos a ser más amables uno con el otro, una sonrisa, una palabra amable, un ponerse en el lugar de… Todo avanzaría hacia una vida de convivencia más saludable.

Placebo
Si falta lo principal, que es el amor, jamás serán suficientemente buenas las leyes del divorcio exprés. Una sociedad no deja de cometer crímenes porque se aplique la pena de muerte, sino cuando empieza a prevalecer el amor.
Norberto Levy, médico y psicoterapeuta que abrió el campo de la autoasistencia psicológica, reflexiona en Aprendices del amor: “Una de las leyes que el amor conoce es que la parte puede estar bien en la medida en que el conjunto al que esa parte pertenece también lo esté. Un miembro de la pareja puede estar bien en la medida en que la estructura de la pareja lo esté”. Para cada pareja esta tarea es única y propia, por lo tanto cada relación de amor es singular.
El amor -dice Sergio Sinay- no es algo que se halla, como quien tropieza inesperadamente con una piedra preciosa. El amor es una construcción, el fruto de una secuencia de actitudes mutuas y recíprocas entre dos personas. Actitudes que incluyen miradas nuevas sobre el compañero o compañera de siempre, capacidad de escucha receptiva y hospitalaria hacia él o hacia ella, palabras que incluyen
pedidos claros respecto de las propias necesidades y ofrecimientos comprensivos en cuanto a las del otro.
El amor no se resume en formalismos –construir una familia, mantenerla materialmente abastecida, cumplir con expectativas sociales y familiares ni en formulismos (aplicar recetas de experiencias ajenas y esperar resultados automáticos).
El amor crece a través de obstáculos y conflictos inherentes a la vida, se templa en la confrontación con los problemas y hace de esas instancias un punto de reconocimiento entre quienes se aman. Les permite volver a conocerse bajo una luz inédita.
No aparece de pronto y consumado.
Se cuece a fuego lento, necesita espacio, paciencia, aceptación.
Distinto es el enamoramiento, esa explosión emocional hecha de idealización, ilusión y desconocimiento.

Crecimiento, no decrepitud
Toda relación tiene un desgaste natural, porque es un organismo vivo. Pero si nos quedáramos con eso,la relación estaría condenada desde su mismo inicio. Un vínculo en el que hay actitudes amorosas tiene también una renovación natural.
Tendemos a quedarnos, bebiendo alguna telenovela, literatura, cine, con la idea del desgaste y no con la renovación.
Creemos que el gran amor nos espera afuera del vínculo y no en la cotidianeidad. Hasta que el gran amor se hace, a su vez cotidiano, real y se desgasta.
Sin duda hay deterioros irreversibles en muchas relaciones. Pero no se resuelven con el parche de un nuevo amor.
Una construcción amorosa no se da instantáneamente, y menos aún sobre los restos humeantes del vínculo anterior. Se foguea en el conocimiento, en la aceptación de diferencias aún desconocidas, en la forja de proyectos comunes que no anulen espacios individuales.
A ninguna edad el amor nace de un repollo. Requiere espera y compromiso, huye de la ansiedad y de la magia. Hay distintas experiencias del amor, pero ninguna prescinde del tiempo, de las actitudes, del conocimiento mutuo entre quienes se aman.
El perfil del verdadero amor es bajo y tiene raíces profundas, está en el fondo quieto del río, no en su veloz y turbulenta superficie.

27/8/12

Hábitos bravos

El predicador era mal hablado. Se cuidaba en los sermones, pero un sábado al atardecer no pudo evitar que le saliera "tenemos los huevos llenos de imágenes del pesimismo. Perdón, los ojos".
Varios lo esperaron al final de la ceremonia para agradecerle: "Por fin le pusiste onda", lo elogiaron.
El periodista terminaba su columna en la que fustigaba la violencia cuando supo que al capo de una barra brava lo habían baleado "Los que crean, que recen por su alma", pidió. Le avisaron que no lo habían matado. Y agregó: "Entonces, recen para que muera".
No fue increíble en esa sociedad la cantidad de adhesiones que recibió por su segunda frase.
 

El vagón y yo
Por Martín Bufali

Solo en el vagón, en el último del tren. El hombre que ofrece el café hoy no pasó. Acomodado en un asiento doble, estiro los pies. Veo pasar las estaciones, ni frena siquiera. Es que la ciudad se ha quedado a dormir. No hay chofer, ni boletería. El hombre de los panchos de la Aristóbulo del Valle no ha ido hoy a trabajar. El mundo está quieto, completamente inerte. Y yo viajando en este último vagón del tren, recordando que alguna vez supimos ser dos, y la gente ansiando el lugar.
Amor soldado

Harta de leer "maripositas en el estómago" y "sos lo más", la profesora de Expresión Oral y Escrita pidió a los alumnos que escribieran un ejemplo de amor en la escuela sin caer en estas gansadas.
Adrián Ramírez dedicó su texto "al querible Negrito Quinteros, el profesor que consiguió hacerme entender primero y trazar después las distintas vistas y la perspectiva de un objeto. No sé si lo aprendí por su claridad para explicar o por su paciente afecto, derivado del cual fue un rato que me dedicó un sábado a la mañana en su casa, a 30 metros de la mía. Sacó piezas de madera, me mostró cómo hacerlo y me las prestó para practicar.
No hizo el milagro de que yo soldara sin ahuecar la chapa. Sí consiguió que al evocar ese taller de Soldadura afloren su sonrisa pícara, su guardapolvo azul y su campera de cuero negro.
Además, era de San Lorenzo y no me cargaba".

25/8/12

Te entiendo, pibe

Julián preparó café, vio la lavandina y aprovechó: puso un poco en la esponja y limpió la tapa de la jarra y el embudo. Contento al ver los colores primarios, los secó y casi los lustró con el repasador.
Pensó algo raro, se le cayó el embudo, se le rompió una pieza y se quedó con algo blanco, limpísimo e inútil.
No lloró ni nada parecido; sintió que a veces hay acciones buenas que a la larga son terrenalmente inútiles.
Su papá lo comprendía. Empezó y terminó en un día la carta para su padre que por años había evitado. Pensaba entregársela el miércoles en que el viejo murió.

20/8/12

Suprema carroza de carcajadas

"Que como el amor de madre, otro en el mundo no habrá", canta la sorda de Esperando la Carroza mientras su hijo Felipe se cae borracho de la silla.
Las risas de ayer en los cines siguen hoy en los hogares, dvd o youtube de por medio.
Cada escena de esta película argentina de 1985 dirigida por Alejandro Doria sobre la obra de Jacobo Langsner (fuente: Wikipedia) es profundamente significativa.
Las paradojas brotan una a una.
Dominga, el personaje de Cecilia Rossetto, le encaja por unas horas el cuidado de su niño mientras ella se va a retozar. A la vuelta, la escucha quejarse del maltrato de sus hijos y la contiene: "Mamá Cora, cuando se es demasiado buena al final una pasa por estúpida".
En otro momento, un nene que fue al velorio a llevar una palma pregunta: "¿Aquí hay un muerto?".
Felipe, que en la mano lleva una botella de coñac que tenía escondida en una corona, lo reta: "Eh, no es manera de expresarse. Poco más de respeto, che! Mocoso 'e mierda".

Cuidate de este cariño
"Pobre hermano mío, sería terrible. Con lo que yo lo quiero", son palabras de otra escena antológica, en la cual Sergio (Juan Manuel Tenuta) se conduele por lo que sufriría Antonio si se enterase de que su propio hermano lo hace cornudo.
La claridad sin lugares comunes también es un rasgo de Esperando la Carroza. Los desórdenes en la memoria senil se aprecian en este diálogo.
-¿Cómo se portó el tesoro? -pregunta Dominga.
-¿Qué tesoro? -replica Mamá Cora.
-El nene.
-Ah, ¿tenés un nene, Dominga? Ay, cuánto me alegro -sigue Cora, que hasta hace instantes había cuidado a la criatura.

Si a alguien le quedan dudas de que la comunicación no verbal en general huye del control, puede esclarecerlas y deleitarse con los ojos de Sergio cuando Nora, su cuñada amante, lo abraza para darle el pésame por la presunta muerte de Mamá Cora.
La farsa como género recibe de Esperando... uno de los mejores homenajes. En plena calle, Sergio, uno de los hijos que no se interesaba por su madre, afirma respecto del ataúd:  "Esto se descarga acá". Jorge (Julio de Grazia), el más pobre de los varones que se hacía cargo y vivía con ella, se indigna: "¡Usurpadores, ladrones de madre. Mi mamá se vela en mi casa!", vocifera colgado del cajón. "Basta, carajo", llama al orden Antonio, el hermano que le reprochara a Jorge no haberle recordado el día del cumpleaños de quien es la madre de todos.
El cultivo de las apariencias y el abuso de poder está magistralmente expuesto. Primero, Elvira (China Zorrilla) le pregunta al pibe de la florería si quiere pasar a la habitación donde se cumple con el velorio. Como el pibe contesta dos veces que no, ella lo empuja y justifica en voz alta: "Que haga un poco de bulto. Vino tan poca gente...".

18/8/12

Trío poético
Fabián González vuelve a regalar su amor por las letras a los lectores de Qué Sentimos.
 
El faro
Coloniza mi alma
Un solo pensamiento,
Se deshace en jirones mi aliento
Ante el suplicio
De la libertad amancebada.
En el cáliz, la sangre derramada
Golondrinas mudas en mi pecho
Desnudan sobre mi lecho
En el éxtasis o calma exacerbada
La angustia del paso del tiempo
El dolor de una primavera enterrada.

Amantes de la nostalgia
Me despido con un beso de la Luna, acaricio la mañana, mientras la noche de mis ojos se destiñe con el alba...
Nos volveremos a ver dice mi amada, cuando al despertar las estrellas recoja en mis albos cabellos de agua la luz de aquellos sueños, que de pequeño soñabas...
Así me tendrás entero, en la maraña fría de tu pelo, cuando mordido haya el anzuelo de la pérdida infancia...Y seremos dos amantes caminando la nostalgia, como niños que juegan con el agua que entre sus dedos se escapa...

17/8/12

Si estás pensando en amor

La mayoría de las personas que aman no son perfectas ni mucho menos. Es el caso de dos personajes de película, el interpretado por Luis Brandoni en Darse Cuenta y el de Paul Newman en Será Justicia.
El médico al que da vida Brandoni sigue casado por inercia sobre un amor sepultado hace años. Como padre tampoco es una maravilla. Ser humano al fin, no es únicamente malo; su esfuerzo médico en un hospital público es conmovedor. Allí, mientras otros se desentienden de un moribundo, él se ocupa día y noche por un año, 31 de diciembre incluido.
Será Justicia muestra a un abogado en decadencia, a punto tal que para conseguir clientes va a velorios y se hace pasar por conocido o amigo de los difuntos. Cuando se dan cuenta de que es un vulgar pescador de clientes, los deudos lo echan entre llantos y empujones.
Hasta que le llega un caso que toca sus fibras íntimas, que lo sacude.
Es complicado, da para hacerse a un lado, para esperar uno que ofrezca mejores chances. Sin embargo, ese hombre estropeado por la vida y por sí mismo asume que es impostergable sacudirse el polvo y dar pelea cuanto antes. Asume que esa disputa legal ardua vale la pena.
¿A estos hombres los habrá movido el amor al prójimo, a la profesión, a la vida? Vaya a saber. A lo mejor fue amor propio. Su naturaleza puede estar en duda, no así su presencia: amor.

Aprendamos, es gratis
De una clase de Inglés brotan correcciones por fonética, gramática, buenas notas, planillas que llenar y también reflexiones sobre cuestiones relevantes que trascienden la lengua.
Quien lo dude, sírvase leer lo que surgió de un trabajo práctico en tercer año del Colegio San Ignacio.
La cátedra compartida por las profesoras Gabriela Sosa y Mariana Pérez Zavala repartió citas acerca de la felicidad. La alumna Sofía Zamanillo eligió una y justificó su decisión. Fue todo en inglés, o sea que si el español desluce, la culpa es del editor del blog.

“Cada mañana cuando abro los ojos me digo: ‘Hoy tengo el poder de hacerme feliz o infeliz. 
Puedo elegir. Ayer está muerto, mañana aún no llegado. 
Solo tengo un día, hoy, y en su transcurso voy a ser feliz’”.

De todas las citas relativas a felicidad que leí, elegí esta porque me vi identificada. A veces, cuando me estoy sintiendo enojada o fastidiosa por algo trato de calmarme y de pensar que podría ser realmente peor y en todas las cosas buenas que tengo y por las que debo estar contenta; en estos momentos es cuando me doy cuenta de que soy verdaderamente feliz a pesar de algunos malos ratos que todos tenemos.
Mucha gente piensa que la felicidad es una meta en la vida. Mi opinión es que la felicidad no es un objetivo último sino una forma de vivir, día a día. No estoy tratando de alcanzar la felicidad; la vivo en los momentos pequeños e insignificantes. La encuentro en cada día de mi vida, cuando charlo con mis amigos en la escuela, mientras toco el piano o pinto, cuando salgo. Cuando logro las pequeñas metas que afronto a diario, estoy siendo feliz.

14/8/12

No es vidrio lo que como

"Tenés derecho a pensar que soy un loco, siguió el mensaje de Adrián Ramírez a su ahijado Daniel. "Si me gusta una ciudad en la que un adulto orina donde se le ocurre, en la que los proxenetas hacen su negocio como quien vende flores y en la que otras formas de violencia dicen presente, podés suponer que me falta un tornillo.
Es que aun no te conté que Buenos Aires es una ciudad en la que encontrás a alguien que toca la guitarra en la calle con un talento cercano al de Walter Giardino. ¡Por favor, cuánto virtuosismo! Mirá que es dificilísimo interpretar Preludio Obsesivo. Lavalle y Florida se puso soleada en medio de los nubarrones del sábado gracias a ese pibe.
En una de las paredes de calle Rivadavia, perpendicular al Congreso, hay un ejemplo que a vos también te atraería por eso de los múltiples significados de un mismo elemento. Se trata de un mural en el que una rata carga una bolsa de residuos. El texto al pie, "tu basura es mi tesoro".Que alguien convierta en arte a semejante bicho inmundo es cosa seria.
Es una ciudad pletórica de mensajes con los que podés estar de acuerdo o no, pero debés reconocerlos ingeniosos. En lo alto del edificio del Ministerio de Acción Social las luces dibujan una bandera: celeste, blanco y celeste con el rostro de Eva Perón por encima coloreado de amarillo. Acaso no te guste que un emblema del partido Justicialista represente el sol que nos ilumina, pero admitirás que el trabajo comunicacional está bien hecho. Salvando las distancias, el Arco de Triunfo en París ensalza a Napoleón, un ególatra de aquellos, como que él mismo lo mandó construir. Seas o no napoleónico, difícilmente te resulte indiferente tamaña belleza.
A vos, que cada veinte palabras soltás heterogeneidad, te encantará sacar fotos desde el Village Recoleta: captás tanto la escalera mecánica y la estructura vidriada del shopping siglo 21 como los panteones que están enfrente.
Un par de cuadras al norte, la vereda empieza con una escalinata que conecta a una plazoleta en la que confluyen pasajes con nombres de científicos como Newton y Galileo. La vista, por los árboles y la arquitectura, está a tono con los aportes de esta gente. A metros nomás de ese espacio silencioso, el ruido de la avenida que no afecta a los hombres y mujeres que toman sol mientras leen al pie de un monumento a Mitre.
Y las Galerías Pacífico... las recorrés setenta veces por fuera y por dentro y siempre encontrás matices nuevos, detalles de los techos que te impactan o alguna exposición de fotos o cuadros del proyecto La Línea Piensa.
Es lo que tiene de bueno la belleza: su repetición jamás es redundancia.
Por eso, Daniel querido, tu padrino camina por Buenos Aires, se emociona y le canturrea 'algún día verás que me voy a morir amándote'. 

PD: El autor de la canción es el uruguayo Jaime Roos".


¿Qué consigue el amor?

Adrián Ramírez había recibido un mensaje de texto de su ahijado Daniel. Tenía que explicarle qué generaba el amor. Decidió escribirle sobre lo que le despertaba Buenos Aires.
"En una esquina hay una escultura de dos actorazos de la comedia argentina, Alberto Olmedo y Javier Portales. Están sentados en un sillón, como cuando en el programa No Toca Botón daban vida a Borges y Alvarez, hombres que hablaban durante su espera para una entrevista laboral.
Por alguna razón difícil de entender, alguien le cortó la mano izquierda al ícono de Olmedo. Es raro porque quienes lo conocieron lo quisieron y fueron millones los que se rieron gracias a él.
Metros más allá, también en calle Corrientes, un hombre grande baja las escaleras del subte aunque sea más de la una de la mañana y no haya servicio. Los escalones y la pared quedan mojados. Ya se alivió.
Las persianas metálicas de un negocio en Callao, cerca del Congreso de la Nación, tienen varias capas de papel; son los rastros de volantes pegados día tras día con oferta de prostitución. Son parecidos a los que adornan los teléfonos públicos y se colocan entre las chapas de los quioscos de diarios ni bien cierran.
Si querés una síntesis brava, ahí va: una ciudad en la que el espacio público se vulnera, donde la mujer es una mercancía más -y sabés bien que no soy feminista, ni santo- en el cual la ingratitud y la violencia se confabulan para dejar manco a un muerto.
Sin embargo, seguiré yendo a Buenos Aires cada vez que pueda. ¿Te das cuenta lo que logra el amor?".
Riesgoso segundo nombre
Salvo para aquellas personas cuyo primer nombre es María, el segundo tiene menos uso que un pantalón corto en Groenlandia.
En general, el segundo nombre es como el apéndice: provoca indiferencia o dolor. 
Salvo para las votaciones o para los registros de asistencia de clase, se oculta y tiene una existencia virtual.
Por eso conviene evitar que la vida se le parezca y salir de los modelos de vida que se esconden, que son puro formalismo o identidad aguada.

10/8/12


Tecnología, medicina y pensamientos

Paula Garelli y Francisco Palazzo prepararon este texto para un trabajo de Sociología, materia que cursan en cuarto año del colegio San Ignacio. De paso, dieron una clase práctica sobre los riesgos de estereotipar y de prejuzgar: tienen 16 años y son capaces de pensar, de asociar conceptos, de adentrarse en cuestiones a las que muchos adultos eligen esquivar.

La tecnología ha ayudado por décadas al desarrollo de la medicina. Nuevos productos se han realizado gracias a ella y a la innovación en la química. De hecho, las pastillas son la consecuencia de máquinas creadas y de sustancias descubiertas. A propósito de píldoras, hoy si estás enfermo y no es grave, tomás una y ya está. Ahora bien, podemos decir que estamos acostumbrados a tomar píldoras por nuestra cultura. En algunas, cuando te enfermás es común que se usen hierbas y ritos para la curación.
A veces tomamos una pastilla pese a que no es realmente necesaria, como por una cuestión de instinto. En general, las madres están siempre pensando en la salud de sus niños y ante el primer descontento que sienten le dan una píldora para resolverlo.
Es cierto que la tecnología es una muy buena forma de mejorar la medicina -que años atrás, sin ella, no era tan confiable-, pero tenemos que saber cómo usarla y no abusar de los beneficios que nos da.
Si una persona es sana, sus posibilidades en la vida aumentan; puede trabajar más horas, más duro y con más entusiasmo y entonces accede a algunos empleos muy demandantes. A la inversa, la persona enferma se ve limitada en la búsqueda de ocupaciones, por lo cual su movilidad social podría ser descendente.
Los nuevos métodos de la medicina puede ser excelentes, pero la mayoría son muy caros por lo cual es duro tener buenos tratamientos, de allí que sea posible decir que la salud depende de la posición económica. En algunas familias, el dilema es: alimentación o salud.
La tecnología en los centros de salud ayuda a la higiene debido a las nuevas sustancias y a los métodos de limpiar para prevenir enfermedades. Por supuesto, esto se vincula a la socialización ya que la gente aprende a actuar de acuerdo con lo que vive.
La educación también ha cambiado. A medida que pasa el tiempo, la tecnología crece y con ella el desarrollo de carreras como Medicina, cuyos implementos son por cierto distintos de los de hace, digamos, 50 años.
Para concluir podemos señalar que con la innovación tecnológica, la medicina y la salud han cambiado grandemente, por lo tanto si continuamos con el desarrollo de la tecnología el standard de vida de la gente y la situación de las enfermedades mejorará. La tecnología es buena cuando sabemos cómo usarla, pero puede ser muy mala si abusamos de ella.

8/8/12

Familia y alrededores

Estimado lector: el material que habrás de leer es el producto de un práctico de sociología en el que se pedía asociar conceptos. La calificación para Milagros Ricchini, estudiante de tercer año del Colegio San Ignacio, fue un merecido diez.

La familia es la forma primaria de socialización, por lo tanto de ella dependen los valores que tenemos y las normas que aprendemos según la cultura a la que pertenezcamos. Se inscribe en una clase social, que influye y mucho sobre su relación con el dinero y la tecnología en función del ingreso y del dinero disponible una vez que se pagan todos los servicios. Un factor que impacta en este dinero es cuán grande resulta la familia. Puede ser extendida, donde los padres e hijos viven con alguno de los abuelos; nuclear, compuesta por padres e hijos solamente; reconstituida, donde hay al menos un padrastro que también podría tener niños; y finalmente el tipo monoparental.
El tamaño y tipo de familia no solo cambian la relación con el dinero, sino también la difusión de valores en su interior, pero debemos tener en cuenta los valores de los padres y la participación en la socialización de los hijos.
También podemos analizar el contexto. No es lo mismo una familia china que una árabe o una inglesa. Por ejemplo, en China las familias pueden tener únicamente un hijo y se trata de un país (su capital) completamente tecnológico y vacío de tecnología (las zonas rurales) al mismo tiempo. Por ende, la ciudad o el área donde se viva dentro de un país también influyen; en la ciudad hay familias muy ricas y en los lugares menos desarrollados tecnológicamente son más pobres.
Benditos

La ruptura de una pareja conlleva a menudo el corte de otros lazos. Si Luis es más amigo de Ana que de su ahora ex Ricardo, es probable que sienta que una forma de solidaridad con Ana sea dejar de frecuentar a Ricardo o, en todo caso, hacerlo sin que ella se entere.
Hay casos más severos. Si el final de la pareja estuvo cerca de cenicerazos o de fotos cortajeadas o tiradas, se suele decidir que uno de sus integrantes deje de ser amigo, en general quien es tenido por victimario.
Las cuestiones de género y los prejuicios están involucrados. Ejemplo: Pedro es amigo de Lucas desde hace años. Lucas se pone de novio con Elsa, quien se convierte así en una presencia cordial, no más, en la vida de Pedro. Un día, Lucas y Elsa bifurcan sus caminos. Semanas después, Elsa ve a Pedro en la calle, lo saluda y él no le contesta pues siente que así ejerce la amistad con su par hombre y porque supone que ella fue la culpable del final.
Benditos quienes esquivan esta forma de corporativismo.

6/8/12

Sin quejas, por favor

Si sos adulto y te gusta comprar ropa y accesorios de marca, tus críticas a las carteras Louis Vuitton de la presidenta pierden consistencia. Si esta es la observación que primero te sale al evaluarla, no sos quién para achacarle poca creatividad en su gestión.
Si a tu hijo lo arreglás con un "sí" rapidito, no les pidas milagros a los docentes. Si jamás se te cae un "por favor", mal podés esperar que trate a los demás con respeto.
Si te ocupás más de tu capital que de la educación de tu pibe, perdés derecho de apuntar con el dedo a los políticos que no se dan cuenta de las carencias de la ciudadanía. Si tus respuestas buscan su agrado instantáneo y no su bienestar, te falta autoridad para rotular de "demagogo" a un dirigente.
Si al hablar de los extranjeros enseguida afirmás que "nos vienen a quitar el trabajo", no llores cuando te lastimen con un estereotipo.

PD: El autor jamás votó a Néstor Kirchner ni a Cristina Fernández, simplemente siente que hay que huir de la superficialidad al momento de manifestar opiniones en contra de ellos o de otros integrantes de los poderes de la Nación. También considera que si es personalismo que el presidente de Angola acepte que su cara aparezca en los billetes, lo mismo corresponde decir de la británica reina Elizabeth.

5/8/12

Ordinarios

Un idiota confunde estilo con repetición y contesta "correcto" a cada requerimiento. Está a tono con el relator, una de cuyas contribuciones al pueblo futbolero argentino consiste en afirmar que el tiempo de juego tras el minuto 90 es "recuperado", no adicionado.
El pelilargo de borde de campo persiste en anunciar qué futbolista es reemplazado diciendo "se terminó el partido para...". No sea cuestión de variar, de enriquecer el vocabulario, de romper con la noción extendida de que el periodismo deportivo es de tono menor.
Parece que el nombre Marcelo está asociado a la vulgaridad en la televisión argentina.

1/8/12

Desubicada

Julieta se resistía a que "boludo" fuera el sustituto del nombre en el trato con sus compañeros. No entendía cómo podía emplearse un insulto para llamar a alguien en circunstancias normales. 
Le provocaba indignación que chicas como ella vieran noche a noche a un conductor de televisión que trataba a las mujeres como objetos. "No hace falta un golpe para que haya violencia de género", tenía escrito en el reverso de la hoja del calendario correspondiente al 14 de junio.
Cada tanto se acordaba de Víctor Hugo Morales. El relator decía que si un día aparecía un elefante en la avenida 9 de Julio, pleno Buenos Aires, la gente habría de sorprenderse... hasta que se acostumbrara. A Julieta le dolía que en su ciudad hubiera pasado lo mismo respecto de los chicos desprotegidos que durante horas trataban de juntar unos pesos limpiando parabrisas en las esquinas.
También le molestaba que a veces la trataran de amargada por animarse a decir esto.