No es vidrio lo que como
"Tenés derecho a pensar que soy un loco, siguió el mensaje de Adrián Ramírez a su ahijado Daniel. "Si me gusta una ciudad en la que un adulto orina donde se le ocurre, en la que los proxenetas hacen su negocio como quien vende flores y en la que otras formas de violencia dicen presente, podés suponer que me falta un tornillo.
Es que aun no te conté que Buenos Aires es una ciudad en la que encontrás a alguien que toca la guitarra en la calle con un talento cercano al de Walter Giardino. ¡Por favor, cuánto virtuosismo! Mirá que es dificilísimo interpretar Preludio Obsesivo. Lavalle y Florida se puso soleada en medio de los nubarrones del sábado gracias a ese pibe.
En una de las paredes de calle Rivadavia, perpendicular al Congreso, hay un ejemplo que a vos también te atraería por eso de los múltiples significados de un mismo elemento. Se trata de un mural en el que una rata carga una bolsa de residuos. El texto al pie, "tu basura es mi tesoro".Que alguien convierta en arte a semejante bicho inmundo es cosa seria.
Es una ciudad pletórica de mensajes con los que podés estar de acuerdo o no, pero debés reconocerlos ingeniosos. En lo alto del edificio del Ministerio de Acción Social las luces dibujan una bandera: celeste, blanco y celeste con el rostro de Eva Perón por encima coloreado de amarillo. Acaso no te guste que un emblema del partido Justicialista represente el sol que nos ilumina, pero admitirás que el trabajo comunicacional está bien hecho. Salvando las distancias, el Arco de Triunfo en París ensalza a Napoleón, un ególatra de aquellos, como que él mismo lo mandó construir. Seas o no napoleónico, difícilmente te resulte indiferente tamaña belleza.
A vos, que cada veinte palabras soltás heterogeneidad, te encantará sacar fotos desde el Village Recoleta: captás tanto la escalera mecánica y la estructura vidriada del shopping siglo 21 como los panteones que están enfrente.
Un par de cuadras al norte, la vereda empieza con una escalinata que conecta a una plazoleta en la que confluyen pasajes con nombres de científicos como Newton y Galileo. La vista, por los árboles y la arquitectura, está a tono con los aportes de esta gente. A metros nomás de ese espacio silencioso, el ruido de la avenida que no afecta a los hombres y mujeres que toman sol mientras leen al pie de un monumento a Mitre.
Y las Galerías Pacífico... las recorrés setenta veces por fuera y por dentro y siempre encontrás matices nuevos, detalles de los techos que te impactan o alguna exposición de fotos o cuadros del proyecto La Línea Piensa.
Es lo que tiene de bueno la belleza: su repetición jamás es redundancia.
Por eso, Daniel querido, tu padrino camina por Buenos Aires, se emociona y le canturrea 'algún día verás que me voy a morir amándote'.
PD: El autor de la canción es el uruguayo Jaime Roos".