27/8/12

El vagón y yo
Por Martín Bufali

Solo en el vagón, en el último del tren. El hombre que ofrece el café hoy no pasó. Acomodado en un asiento doble, estiro los pies. Veo pasar las estaciones, ni frena siquiera. Es que la ciudad se ha quedado a dormir. No hay chofer, ni boletería. El hombre de los panchos de la Aristóbulo del Valle no ha ido hoy a trabajar. El mundo está quieto, completamente inerte. Y yo viajando en este último vagón del tren, recordando que alguna vez supimos ser dos, y la gente ansiando el lugar.