Del diario de Adrián Ramírez
Si pudiera vivir de nuevo algunos
días... Me acuerdo de Elsa y de Mariano. El me decía que era evidente
que ella gustaba de mí. Tímido más allá de lo permitido, postergué una y
varias veces la invitación a un café. La ficha de la demora me cayó una
nochecita de 1995 en la cual la vi caminando de la mano de otro pibe.
La vida suele ser despiadada con los pelotudos.