4/4/14

Pequeñas guerras evitables
Lo que sigue ejemplifica cuánto condiciona la cultura el modo en que se interpretan los mensajes y hasta qué punto dificulta la comprensión la comodidad de no ponerse en el lugar del otro.
En su artículo "Cultura y conflicto", Harry Triandis refresca un artículo publicado por el New York Times el 9 de enero de 1991, relativo a un encuentro entre el ministro de Asuntos Exteriores de Irak, Tarik Aziz, con el secretario de Estado de los EE.UU., James Baker.
De acuerdo con el informe, Baker expresó claramente que los Estados Unidos atacarían si Irak no dejaba Kuwait. Pero lo dijo con calma. El problema de comunicación ocurrió porque junto a Aziz estaba sentado un hermano de Saddam Hussein, que prestó atención a cómo habló Baker más que al contenido. De vuelta en Bagdad, reportó que "los americanos no atacarán. Son débiles. Están calmos. No están enojados. Solo están hablando".
La historia demostró que la lectura hecha por el hermano de Saddam fue errónea.
Triandis agrega que las culturas individualistas de Occidente toman mayormente el contenido de las comunicaciones, mientras que las colectivistas orientales registran principalmente el contexto de lo dicho.
La guerra del Golfo no fue producto de un malentendido. Sí lo son otras guerras más chicas, de las que no salen por televisión, de las que enfrentan a familias, a amigos, a vecinos que no se comprenden, ni cambian de posición para ver desde los ojos de los demás.