19/12/19

Idolito de cabaret
Carlos Tevez lo hizo de nuevo. Lejos de la valentía que se espera de alguien que se jacta de haber aprendido de fútbol en Fuerte Apache, criticó a un entrenador cuando ya no estaba. Fue tras la partida de Guillermo Barros Schelotto. Lo repitió luego de la salida de Gustavo Alfaro, de quien dijo le faltó el respeto por no ponerlo en el clásico frente a River.
Así como para jugar en la copa América de 2011 prefirió hacer lobby a bajar sus 8 kilos de sobrepeso, ahora busca hablando encontrar lo que perdió en China: primer nivel.
Por cierto, a China se fue sin avisar, como si fuera una constante su imposibilidad de ser franco, de resolver puertas adentro, de obrar con guapeza.
Ojalá la tenga la dirigencia nueva de Boca y no renueve su millonario contrato. Aunque es difícil: el fútbol del club está en manos de otro que vaya si usufructuó su status de ídolo. Total, el dinero es del club.

21/11/19

Apuntes sobre el monarca

Juan Román Riquelme llama a la unidad de agrupaciones en Boca (como soñar con una fórmula compartida entre el Frente para la Victoria y Cambiemos) y no descarta ser presidente.
La unidad no se produce, Riquelme dialoga con ambos sectores y se inclina por el candidato a presidente opositor Jorge Ameal. Dado a optar, obra con lógica; elige a quien en su gestión 2008/ 2011 deseaba gastar una fortuna por renovarle el contrato y no al que, entonces tesorero, consideró que su prestación no ameritaba una gran erogación y ratificó su idea -correcta- ya presidente en 2013.
Como dice la canción, si aun en el amor hay "heridas que no cierran y sangran todavía, cuánto más en el tormentoso vínculo que mantuvieron Riquelme y Daniel Angelici.
Periodistas deportivos de Cadena3 coinciden en lo paradojal de que Riquelme, justo él, haya demandado unidad a los frentes políticos.
Hubiera sido el colmo que también reclamara futbolistas que corrieran mucho y jugaran todos los partidos.
Justo es agregar que, tras años en los que sus declaraciones hacían leña del Boca caído, Riquelme parece pensar más en el bien del club que en sus propias revanchas.
Hace instantes, el candidato Jorge Ameal señala que Riquelme aspira a presidir Boca y que se propone aprender en los cuatro años de su gestión como vice segundo en caso de victoria en las urnas.
El 10 ha servido la asistencia para el gol de Ameal. Espera que le devuelvan el pase para calzarse la corona en diciembre de 2023.
Condenas penales

Entre las paradojas de la vida, las del fútbol.
Luis Rodríguez, figura de Colón, clave para llevarlo a la final de la Copa Sudamericana, malogró un penal que podría haber achicado a un gol la desventaja ante Independiente del Valle a más de media hora del cierre del cotejo.
Artemio Corbalan, memorioso del fútbol de los setenta a los noventa, recuerda que Adolfino Cañete, estupendo diez del Ferro campeón de 1982 y del Mandiyú que subió a Primera e 1988, pasó por similar situación a la de Rodríguez, también en Colón.
Se disputaba el ascenso a la A en el estadio Córdoba. Colón, con el respaldo de más de 20 mil hinchas, enfrentó a Banfield. Empate y definición desde los doce pasos. Cañete, entre los mejor dotados para pegarle a la pelota, fue uno de los que falló. Los sabaleros, que pugnaban por regresar a la A de la que habían bajado en 1981, terminaron ese 1993 con una enorme frustración.


Fue uno de los futbolistas estelares de los campeonatos de Primera '83, Libertadores e Intercontinental '84. Su tranco largo, su criterio con la pelota y su don de mando en un mediocampo brillante compartido con Giusti, Burruchaga y Bochini hacían de Claudio Marangoni un volante especialmente útil para que Independiente retuviera la copa Libertadores en 1985.
Ardía el estadio la doble visera de Avellaneda. Dirigido por José Yudica, Argentinos Juniors le ganaba 2-1 y clasificaba a la final.
Sobre la hora, penal para Independiente. Toma la pelota Marangoni, toma carrera, dispara y ataja Enrique Vidallé.
Los aplausos de los hinchas consolaron al cinco de los rojos en un partido que, a juicio de su árbitro, Carlos Espósito, fue el mejor que le tocó dirigir.
 
Hizo dos goles, el segundo y el quinto (fuente: historiadeboca.com), en una de las noches más épicas de Boca en la copa Libertadores. Su año había arrancado con sequía, por lo cual las conquistas podían renovarle el crédito prontamente conseguido al marcarle a River en el 2-0 en el Monumental por la segunda fecha de la temporada '88/89.
Walter Perazzo necesitaba reencontrarse con su mejor versión en el xeneize y con sus años de gloria sin títulos en San Lorenzo. Meter dos goles, especialmente el quinto, en tiempo de descuento, era el pase al salón de los amados; Boca había perdido 2-0 en Paraguay y empezó igual la revancha de cuartos de final de la Libertadores en la Bombonera. Tenía que hacer cuatro goles, que se tornaron 5 por el tercero de Olimpia, para pasar de ronda. ¡Y los hizo!
Minutos después, en la resolución desde los doce pasos, Ever Almeida le atajó el tiro y Perazzo quedó a las puertas del cielo boquense en una noche en la que las emociones se mezclaron como pocas veces en la Bombonera.


Cuartos de final de México en 1986. Brasil iguala 1-1 con Francia y Zico, en el segundo tiempo, yerra un penal.
Van al alargue, continúa el empate y resuelven desde los doce pasos. Esta vez sí, gol de Zico, pero no alcanza y el 10 brasileño se va de los mundiales sin conseguir el cetro.
 

"Están llorando por mi culpa", lamentó un notable mediocampista, Matías Almeyda, según la crónica de revista El Gráfico tras que René Higuita le atajara su disparo en la semifinal de la Libertadores '95 en el Monumental. River fue eliminado. Avanzó Nacional de Medellín, al cual había vuelto Higuita luego de purgar una condena por cobrar recompensa de un particular al ayudar en el rescate de un niño secuestrado. 
Tormenta
Juan Felipe alucina que preside la comisión de tejo del club. Días después, lo eligen vecino ejemplar e imagina qué discurso dirá el 26, fecha de la ceremonia. Se pone ansioso, su presión arterial sube, teme morir.
Su mujer, contenta por la distinción, lamenta todos los trámites que le tocará hacer en la funeraria, PAMI y Anses.
Su marido recobra el bienestar. Ella apenas sonríe.

15/11/19

Acerca de sanciones escolares
El práctico consistía en analizar una situación acaso ficticia: en una escuela secundaria de hace cuarenta años, la dirección expulsaba a una estudiante por haber quedado embarazada. Esto produjeron en veinte minutos las estudiantes Manuela Llonga y Mora Borra Falco, de cuarto año del Colegio San Ignacio.
 
Nosotras pensamos, que 40 años atrás, las personas en niveles superiores creían que eliminar a principios el problema era la solución, antes que lidiar con él. Esto ahora nos hace pensar que era una gran discriminación y abuso de poder de las autoridades. Además, pensaron en disuadir a las demás alumnas antes que brindarles una explicación de porque el embarazo a esa edad podría ocasionar conflictos. Podemos decir entonces, que por parte de las autoridades tomaron el camino de la coerción.
Estas actitudes podemos interpretarlas a través del estructuralismo. Ya que las autoridades pensaban que el embarazo a una edad temprana desataría problemas éticos. Por lo que podemos notar que no están cumpliendo el rol que les correspondería ya que no están enseñando, sino evitando.

15/10/19


Medallones de merluza
Es sábado y Adrián Ramírez almuerza con su familia en el Alto Palermo. Apura los bocados y se va mientras sus padres y su hermana siguen disfrutando del encuentro. Son las 13.50 y debe llegar a las 15.30 a la cancha de Los Andes, previos viajes en subte, tren a Lomas y colectivo.
Es la última fecha, en víspera del día del padre. Para zafar del descenso hay que ganarle a All Boys, que precisa sumar para entrar en el octogona para subir a Primera. La victoria no es suficiente: hace falta que Deportivo Italiano no derrote a Quilmes, otro que busca el ascenso.
Los trenes y el 542 se alinean y Ramírez está en la calle Santa Fe, a metros de las boleterías y de su entrada popular y a minutos de la cita con la angustia, mitigada por la ilusión y la sonrisa que se le dibuja al escuchar a los que ya estàn en la tribuna: "Ay ay ay ay/ qué risa que me da/ si no gana Los Andes/ qué quilombo se va' armar".
"Con esta ascendimos", afirma un hincha mirando su campera. La fila para conseguir la entrada avanza sin desorden. "No se va, no se va, Lomas no se va", es el ruego a los jugadores y la esperanza que se contagia entre los hinchas, uno de ellos el barbado que, al lado de la boletería, pide una colaboración para entrar. Otros apelan a pagar menos gracias al carnet de socio que arrojan desde la tribuna los que ya vieron salir los equipos a la cancha.
Los Andes tiene clarísimo que solo le sirve ganar. Gol a los 3 minutos y 3-0 antes del entretiempo.
Barrabravas de All Boys arden y la policía montada sube algunos escalones de la tribuna visitante.
Descanso feliz. Italiano empata sin goles y Lomas se salva del descenso con los de Esteban Fuertes, Adrián Dezotti y tiro libre al ángulo de Gilmar Villagrán, el pequeño gran uruguayo ilustrado.
Al pasado reciente pertenecía el festejo equivocado. No había sido gol de Colón para condenar a Chacarita sino Funebrero para esquivar el descenso.
En el estadio Eduardo Gallardón, la alegría se hace canción y grito de goles de Héctor González y Fabián Sánchez, esencial refuerzo de mitad de temporada. Los Andes sella el 5-0 y cumple su parte. Solo resta que Quilmes conserve el 0-0 en su visita a Italiano.
A poco de las 5 de la fría tarde del sábado 17 de junio de 1995, se abate una helada entre los hinchas locales por el gol de Italiano que iguala el promedio de Los Andes y obliga a un desempate para resolver quién mantiene la categoría.
Otra vez a sufrir.
No era para sorprenderse ya que solo en una de las anteriores 41 fechas de la temporada Los Andes había alcanzado un promedio de puntos que lo dejara por encima de los tres equipos que descenderían.
La desazón radicaba en sentir que ni siquiera un 5-0 a favor era suficiente para mantenerse en la categoría.
Un hincha de Los Andes, enojado por la derrota de Quilmes, decía: "Al final, esa amistad no sirve de nada", en referencia al entonces buen vínculo entre las barras de los clubes.
Otros se divertían cargando a un policía con kilos de más que miraba sonriente.
Alguien empieza a gritar. Otro lo sigue. Miles se suman. El defensor Elvio Vásquez es uno de los que acompañan desde el campo, ya consumado el triunfo Mil Rayitas. ¡Gol de Quilmes en tiempo de descuento! El empate condena a Italiano y eleva a Los Andes al cielo
"¡Los Andes es Nacional!", dice jubilosa la voz del estadio.
Los festejos se mezclan con la violencia desatada por los enfrentamientos de la barra que quería pasar a la cancha y policías que buscaban evitarlo.
Por la boca de salida se iban de la tribuna los hinchas que no temían al agente apostado con la cachiporra. Otros se quedaban esperando un mejor momento para retirarse ya que desde el último escalón se veían corridas en la calle.
Los barras que pasaron al campo de juego ingresaron en el vestuario local y quitaron pertenencias a los jugadores que acababan de salvarnos del descenso.
Como tituló Clarín dominical, "Los Andes fue una fiesta con incidentes".
Será por eso que, cada vez que en el comedor de la universidad le sirven medallones de merluza, Adrián Ramírez recuerda su menú en el Alto Palermo.

27/9/19

Saber perder, menuda cuestión
Es políticamente correcto afirmar que se aprende más en la derrota que en la victoria. Los primeros que lo dicen, sin embargo, buscan afanosamente ganar.
Sucede que perder es morder el polvo y la tierra no forma parte de la carta de ningún menú.
Tarde o temprano, la vida reparte caídas y siempre nos encuentra, sin necesidad de que le demos domicilio, perfil Face o número de teléfono. Cómo reaccionamos puede enaltecernos o hundirnos.
Horas después del triunfo de Raúl Alfonsín con el 51.75 por ciento de los sufragios en los comicios presidenciales de 1983, el dirigente Lorenzo Miguel habló de "un gran fraude electoral".
Más de un mes transcurrió tras las PASO, en las que el candidato Alberto Fernández superó por más de 16 de los votos a Mauricio Macri. Hubo tiempo para meditar y aceptar la situación.
No obstante, Luis Brandoni expresó en las últimas horas que "si no hay fraude, ganamos tal vez en primera vuelta" el próximo 27 de octubre.
Miguel y Brandoni. Distintos partidos políticos y tiempos unidos por el puente que niega la realidad.

23/9/19

Contrastes
Un dueño de casa regaña a su perra en Banda Norte. Amaga pegarle. Un perro vecino le sale al cruce.
En Nueva York, a un adolescente lo apuñalan y unos cincuenta pares prefieren filmar con sus celulares el ataque mortal.
De la solidaridad como valor principal a la posesión de una imagen que llama la atención en desmedro de la vida de otro.
El otro ya no es alguien sino algo. Como canta Iván Noble, su cuello "vale una limosna" a diferencia de su imagen, que vaya si se apreciará... hasta la próxima tragedia o hecho curioso, que para muchas personas son la misma cosa.
Felices los que todavía imitan al perro de Banda Norte

4/9/19

Para verte mejor: La mancha de Otegui
Una madre con un bebé en brazos. El dibujo monocromático tiene los colores de la ternura. Un loro con variados matices de verde. Montañas y casas que desde sus líneas de fuga llevan recuerdos al bello noroeste argentino. Una arboleda que se yergue cerca de donde las flores reposan en un jarro de vidrio. Un gato maula sin mísero ratón. Canoas en el agua. Peras, manzanas y uvas en un plato, en una clásica bodega.
Estas y otras pinturas penden de las paredes que ve quien llega a la Casa del Programa Educativo de Adultos Mayores, sita en Bulevar Almafuerte al 300. Son obras del taller de dibujo y pintura “La Mancha de Otegui”, de la profesora Rosa Schewalie. Prueban que ha sido pródigo el legado del pintor que recientemente falleció.

30/8/19

Los Tiempos Modernos de Jericles
Tinder y la re…”, piensa la mujer que se ilusiona pues en la red social de encuentros había leído que el hombre con el que saldría era esbelto, bello, delicado y no un fiero granuja como el que ahora tiene a su lado.
“Salvemos las siete vidas”, dice la pancarta que porta un gato.
“¡Cómo ha cambiado”, dice un guapo del novecientos a otro respecto de un tercero, que sigue apoyado en el poste de un farolito, solo que en vez de una chalina usa un pañuelo verde.
La mujer maravilla está preocupada porque no tiene pruebas para denunciar por acoso al hombre invisible.
Un gaucho alienta a su hijo a contarle el secreto que lo angustia. “Soy vegano, tata”, es la respuesta.
Alguien que toma los preceptos de Marie Kondo para usar bien los espacios hogareños cuenta con satisfacción que desalojó a los abuelos.
Pasean entre los dibujos y los textos de Elder García (Jericles) cuestiones que son parte del día a día argentino. La imagen que se proyecta en Internet, a menudo muy distante de la verdadera identidad; el debate por la legalización del aborto; la lucha del colectivo “Ni una menos”.
La muestra “Tiempos modernos” también despliega la ideología que encuentra estorbos casi por doquier: tanto molestan camisas que hace años no se usan cuanto personas que cuentan dolores. Quien haya visto la película “Amor sin escalas” y recuerde al personaje de George Clooney recomendar desde el escenario vaciar la mochila encontrará similitudes con la viñeta en la que alguien se saca de encima a los abuelos.
Entre los 30 dibujos que ocupan la cartelera que divide el pasillo principal de la Biblioteca Juan Filloy de las mesas de lectura de la planta baja hay referencia al veganismo, que vaya si da a pensar en lo que provoca el quiebre de las tradiciones. No en vano el fondo del diálogo entre gaucho padre y gaucho hijo es rojo, como las placas del canal Crónica.
Otro remite al término “mequetrefe”, con el que coronel Urbano Cañones fustigada a su sobrino Isidoro, el personaje de historietas que se dedicaba a gastar la fortuna de la familia en viajes, mujeres, casinos y caballos. La palabra, por cierto desusada, indica desde la óptica de Jericles que el viejo Cañones era un precursor del lenguaje inclusivo.
Ilustrador del semanario universitario Hoja Aparte, de los diarios Puntal, La Voz del Interior, El Tribuno de Salta, autor de libros y docente de Humor gráfico en el Programa Educativo de Adultos Mayores, Jericles sabe de qué se habla y qué se dice. Sujeto y predicado en pocos y agudos trazos.
La exposición de parte de la prolífica obra del nativo de La Carlota se puede visitar, de modo libre y gratuito, en la biblioteca del campus. Forma parte del ciclo Arte entre libros, del Departamento de Arte y Cultura de Secretaría de Extensión y Desarrollo de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

21/8/19

Y... nada
La expresión tiene quien la honre. Aunque resulta cierto que a las 6 de la mañana es preferible escuchar noticias agradables que pálidas, ello no habilita a hacer del habla radiofónica un acto prescindible.
"El Club del Moro" derrapa en el nombre de la buena onda. Esta mañana, Santiago del Moro avisó que hoy es el día del catequista. Los comentarios suyos y de sus compañeros fueron cercanos a "los hay aburridos y pilas" (variedad esperable en cualquier ocupación, por cierto). Nada, pero nada, relativo al rol que un catequista puede desempeñar en la socialización de niños, adolescentes y mayores, sea para adoctrinar sin más o para enseñar, es decir, proponer ideas y valores al tiempo que se brinda espacio para el pensamiento.
A la media hora de "El club del Moro" (de 6 a 10, por La100) las palabras se agolpaban y la música seguía ausente. ¿Dónde está el espíritu de FM? ¿Lo habrán mandado al rincón los deseos de escucharse a sí mismos de quienes hablan sin decir?
Al rato, Lizi Tagliani intentó cantar, para delicia de quienes se critican por cómo suenan bajo la ducha, y repitió al menos seis veces que algo le rompe la cabeza.
Tal vez pensó en varios oyentes que aún creen que la frecuencia modulada puede ser una compañía y a la vez una fuente de reflexión, sin que esto conlleve dar malas noticias.
Algo habrá que revisar si un programa de radio destina su hora inicial a clausurar el silencio a toda costa. Pagan la música, la reflexión, las curiosidades, por no hablar de la construcción de ciudadanía.
Con el pretexto de alegrar a la gente se construyen diálogos que no se distancian de los que cualquiera puede tener en un recreo laboral. Como si el esmero en la forma no fuese una fuente de placer para un oyente.
Y... nada. Una expresión que se hace estilo en muchos programas de radio.

16/8/19

Analogías en tiempo presente
Un marido que sale con amigotes 49 fines de semana al año y vuelve a su casa con lápiz labial en el cuello regresa un sábado a las 7, ve las valijas en la vereda y anuncia que será la última vez. Va al kiosco, compra un ramo de flores. Cruza a la panadería, paga un desayuno sorpresa y se ilusiona con que su mujer le creerá después de años de evidente desamor.
Un amigo del esposo al que desalojan tras años de incapacidad para amar a su mujer está a punto de ser echado de su casa. Y pensar que durante años, vaso de whisky en mano, daba cátedra bien entrada la noche televisiva de cómo construir un hogar feliz.
Una prueba más de que la familia argentina está llena de gente que sabe conducir... hasta el momento en que le dan el timón.
Entretanto, la vecina chusma habla desencajada y asume que el marido infiel y el amigo inútil son hombres dignos de confianza.

12/8/19

Lamentable canasta
El equipo argentino de básquet perdió en los Panamericanos por no tener la ropa que le habían avisado que debía usar. Nada raro en un país donde las normas se redactan con mucho menos esmero que el destinado a ignorarlas.
Al menos, el hombre a cargo de esto -no cabe llamarlo responsable- ya renunció.
Hernán Amaya prefirió incluir un médico en vez de un utilero responsable de la ropa de las basquetbolistas argentinas en los juegos Panamericanos. Está bien llevar a un médico en la delegación, sin olvidar que las normas de vestuario son estrictas.
Como apuntaron los viejos sabios, si el tema era económico se podría haber resuelto dejando en Buenos Aires a un burócrata -a la luz de los hechos, también inútil- y dedicar sus viáticos al utilero.
Pero para eso hacía falta renunciamiento. Y esta virtud, ilustrativa de una de las esculturas de la plaza San Martín en Río Cuarto, escasea tanto como la ropa adecuada para jugar al básquet.
En los Juegos Olímpicos Barcelona 1992, el desfile de la delegación argentina mostraba, en contraste con casi todas, a numerosos hombres entrados en años y con decenas de kilos de más.
Eran los dirigentes, los que viajaban a ver cómo competía un puñado de deportistas.
Pasaron 27 años. Cambió el siglo, no el pertinaz apego nacional al papelón, hoy representado por basquetbolistas que pierden ante Colombia no por hacer menos puntos sino por no estar en condiciones de jugar dado que su ropa no fue provista por uno de los que viajó a Lima.
¿Qué nos deparará 2046?
Gente que está ahí
Un hombre muestra un diente. No finge una sonrisa; es el único que tiene y que se acostumbró a usar con destreza incluso para comer aceitunas.
Una mujer que vende bolsas y que llama "señor" o "señora" a sus potenciales compradores de bolsas de residuos.
Otro protagonista de las calles del centro riocuartense tiene el cabello ondulado, cual Alberto César Tarantini, y sube y baja con facilidad de los colectivos urbanos pese a que anda con muletas y una pierna amputada.
Hay otras personas que miran desde las paredes interiores de la casa del Programa Educativo de Adultos Mayores de la universidad pública local. Observan la ciudad desde sus mañanas y tardes ambulantes o de quietud. E invitan, merced a la labor de los talleristas de Fotografía del PEAM, a darse una vuelta por la imágenes, que aparte el talento estudiantil y docente para los retratos revela caras detrás de estadísticas. Aunque sea hábito de muchos hacer de cuenta que no están.

25/7/19

Indecencias
Se sabe que muchas canalladas no reciben castigo legal. Igual es bueno recordarlo.
Si alguien roba billeteras y celulares en un colectivo y lo descubre un policía, es probable que al menos pase unas horas en una comisaría. Si otro mete algunos billetes en la caja registradora y otros en su propio bolsillo, también.
Sin necesidad de obrar a escondidas, hay deportistas de élite que cobran cerca de un millón de euros por mes aunque al mundo le resulta evidente que no los merecen. Es el caso de Gareth Bale en Real Madrid. Se atrinchera en el club aunque sabe que el entrenador no lo quiere tras una temporada en la que jugó a desgano y mal, por no hablar de sus crónicas lesiones musculares de hace seis años.
Bale, como el 99 por ciento de los futbolistas, conoce cuánto ha dado y si merece lo que recibe. Su sentido de pertenencia hacia el Real Madrid se grafica en que al cabo de seis años en el club apenas si habla español. Aprendió lo suficiente para quejarse si el entrenador lo sienta en el banco de suplentes y pedirle a su representante que le consiga algún equipo dispuesto a pagarle 12 millones de euros al año, lo cual en función de sus recientes prestaciones equivale a reclamar un invierno caluroso en la Antártida. Si ese club no aparece, Bale continúa como un okupa legal, amparado por un contrato entre cuyas cláusulas no figura la decencia.
El galés fue un extraordinario jugador, protagonista de logros entre cuyos principales figuran 4 títulos de Champions League (copa Libertadores europea), 4 mundiales de clubes y una liga local en el Real Madrid. Cobró fortunas por cada temporada, acaso se creyó el mejor y, tras la partida de Cristiano Ronaldo, estuvo lejísimo de demostrarlo. Lo sabe. No obstante, se empecina en continuar cobrando según lo firmado, no de acuerdo con sus méritos. Por supuesto, la ley lo ampara.
Pero su proceder no es muy distinto al del ladronzuelo de celulares y billeteras o al deshonesto cajero de un café.

Aire puro
¿Qué sentido tiene criticar al multimillonario Gareth Bale? Al cabo, por mucho que le saque a Real Madrid sin darle fútbol a cambio, no podrá quebrar a un club que es una máquina de facturar.
Bale no será el primero ni el único que atienda más su cuenta bancaria que su decoro.
Con todo, importa denunciar actitudes como la suya. No hace falta ser carterista para tomar lo ajeno.
También en España, y a años luz del poderío económico de Bale, Mario Kempes rechazó lo que podría haber cobrado. En El Gráfico del 1 de abril de 1997, cuenta que a poco de asumirlo abandonó el cargo de ayudante de Héctor Núñez en el club Valencia pues "me pagaban por no hacer nada y yo no soy capaz de robarle la plata a nadie".
Este año se vota en Argentina. No hace falta un traje a rayas para ser indecente. Ni ser millonario para ser honesto. Es importante recordarlo.
Creer y reventar
Alejandro Dolina señala que hay quienes sufren de bovarismo ascendente y se creen mejores de lo que son. Las consecuencias son peligrosas y cada lector ha de tener varios ejemplos al respecto.
Uno, al paso: millones de futboleros argentinos, a babuchas de dos Mundiales ganados en los lejanos 1978 y 1986, suelen asumir que por eso la selección está condenada al éxito. Ni hablar si la integra Lionel Messi. No importa que el mejor del mundo juegue con otros diez; con él alcanza y sobra.
Este tipo de pensamiento mágico -por no decir idiota- se hace trizaa con realidades como la más reciente: el campeón de la última liga argentina de fútbol, Racing, cayó por penales ante Boca Unidos, equipo de tercera división.
Sigamos creyéndonos mejores. Mientras, otros lo son.

2/7/19

Que les garúe fino, millonarios
Pagar menos que otros en el fútbol híperprofesional entraña el riesgo de quedarse sin grandes figuras. Pagar más no garantiza generar sentido de pertenencia ni esfuerzo sin tregua para defender una camiseta.
En 1984, ocho jugadores se fueron de Boca libres por falta de pago y en los dos siguientes años Boca se tuvo que arreglar con planteles sin brillo. Dado que obtener campeonatos era una quimera, se festejaba acceder a liguillas para la copa Libertadores, logro mayúsculo en función de las carencias económicas. Además, si se las ganaba, como en 1986 tras caer 0-2 en la Bombonera y vencer 4-1 de visitante a Ñuls al cabo de ir perdiendo 1-0 hasta los 41 minutos, el triunfo era a lo Boca y la historia, honrada aun en la estrechez económica.
Cobra un sueldo millonario en dólares, tanto que se burla de adversarios diciéndoles que los puede comprar para que jueguen en el patio de su casa. 
No necesita ir a Europa o volver a México para garantizar el futuro de sus descendientes.
Sin embargo, Darío Benedetto, delantero de Boca que lejos está del que tres años atrás le prestó al club un kilo de dólares para que su transferencia se hiciera, parece que se va.
¿Adónde? A Olympique de Marsella, club de segundo orden en el Viejo Continente.
Acaso haya aprendido de Carlos Tevez, otro que en el nombre de la familia se fue del xeneize (al cabo de años de ingresos multimillonarios en Brasil, Inglaterra e Italia) a ¡China!
Tevez y Benedetto, ni hablar Gago, célebre cobrador de fortunas a cambio de muy salteadas prestaciones (Riquelme donaba sueldos si se lesionaba), ejemplifican qué es el amor a la camiseta para muchos futbolistas del siglo 21. Ilustran la sociedad líquida de la que habla Zygmunt Bauman. Son capaces de entregarse... hasta que el ídolo dinero tiente mejor. Aman el fútbol de grandes emociones hasta que aparece una oferta para ir a una competencia menor.
Lo peor es qur Benedetto y Tevez han sido referentes de Boca. Millonarios en sus cuentas, no en su sangre amateur para seguir ahí donde dicen que está su corazón, ayudan a explicar por qué este Boca sin deudas no gana mucho más que el empobrecido de mediados de los ochenta

27/6/19

Tejedores de arte, emociones y pensamientos en el PEAM
Adultos mayores entrelazan reflexiones y se toman un café
Fotos, arte textil, filosofía y café marcaron un atardecer de junio en la casa del Programa Educativo de Adultos Mayores. Como parte de la campaña de concientización contra el maltrato a quienes superaron por varios años el medio siglo, hubo exposición de imágenes y palabras para emocionarse y razonar sobre la vida cuando se está más cerca de la muerte que de la cuna.
Gabriela Müller, coordinadora del PEAM, invitó a romper prejuicios -a menudo construidos desde la academia- según los cuales la filosofía es ardua y tediosa. "El conocimiento aburre si está desconectado de la vida", dijo y señaló que cuando está encaminado como arte "pone en juego nuestra creatividad".
La responsable del PEAM resaltó la importancia de expresarse, sea mediante un telar, un abrazo, una foto o una torta, por cuanto "hay sensaciones, vivencias, conmociones en nuestro interior que pujan para nacer". Continuó citando a un filósofo del siglo 20 para avisar que cuando el cúmulo interior "puja fuerte a veces nos produce la depre, como le decimos, angustia. Ahora bien, también nos genera una motivación para hacer obras" que bien pueden ser "objetos de arte".
Entre diferentes artes, la de morir mejor, tal la referencia a Umberto Eco que compartieron estudiantes de Filosofía, quienes valoraron "la belleza de crecer y madurar" y la vida como "maravillosa acumulación de saber".
¿Qué pasa si ese saber no se aprovecha?
-No transmitir experiencia es como quemar la biblioteca de Alejandría -sostuvieron y añadieron que la muerte no elimina legados, prueba de lo cual es que "Rafael dejó su manera de pintar" y que de su obra abrevaron "Manet y Picasso".
"¿Si yo no soy Manet ni Picasso?", tal vez haya pensado quien ni sabe pintar. Igual se puede dejar mucho y bueno, ilustraron alumnas de Filosofía del PEAM. Por ejemplo, en la huella de sobremesas, de canciones tarareadas y otras acciones que siguen "dejando mensajes en las botellas del alma de los que vengan después".
Entre los parroquianos del café PEAM estuvo Raquel Cuesta, docente de Diseño textil. Planteó la conveniencia de indagar "qué me dice la obra y qué le digo yo" y adelantó que su taller iniciar piezas artísticas y desde la filosofía se construirán textos para interpretarlas.
Llegar a las obras es complejo. Como lo destacó una de las estudiantes de Diseño textil, suelen ser necesarios "muchos días para aprender", días en los que no salen las cosas" y resulta clave refrescar los dichos de la profesora: "No dejen a la segunda clase".
Perseverar puede dar origen a preciosos tapices, realizaciones en macramé o la capacidad para "ser muy feliz a los 70 años con todo lo que me ha pasado".
"Todo lo que me ha pasado", esbozó una alumna del PEAM. Vaya si lo saben Estela Zogbe y sus estudiantes de Fotografía, quienes han retratado a hombres y mujeres que van de un lado a otro, duermen por ahí, paran en esquinas y, aun sin ser Tita Merello, se preguntan "dónde hay un mango, viejo Gómez". Los rostros miran desde las paredes internas de la casa universitaria de los adultos mayores. Algunos sonríen, acaso contentos más allá del frío, las muletas perpetuas, la escasa venta de bolsas de residuos, acaso porque alguien los ha mirado, porque les ha dedicado tiempo y respeto. Distinto del menú de tantos hombres que, como resumió Gabriela Müller, ilustran el ansia devoradora que clausura al otro sea por medio de "manipulación ideológica" o con frases breves y lesivas del tipo de "no hablés, no tenés nada importante que decir".
"Pienso en mi abuela Delicia, también mi madre, todo lo que nos enseñaron". El desafío, siguió indicando una de las alumnas de Filosofía del PEAM, es "plasmar todo en el arte", para lo cual es valioso "trabajar desde las emociones", como sugirió Raquel Cuesta, profesora de Mosaiquismo.
Lejos del estereotipo que pretende que todo lo pasado era mejor o que los viejos son buenos y los jóvenes, villanos, una alumna de Diseño textil estimó que la lejanía de muchos hijos a sus padres adultos mayores bien puede fundarse en cómo se educa a los menores.
"Si nosotros mismos decimos 'llevame a un geriátrico', si nos consideramos una carga para nuestros hijos, si nos discriminamos, ¿entonces qué podemos esperar de los otros?".
También se oyó esta voz: "Si tengo 85 años, estoy en silla de ruedas y soy un peso para los demás, yo prefiero ir a un geriátrico".
La decisión aflora en un "marco cultural que discrimina, sea por edad, religión u otros motivos", aseveró una estudiante de Filosofía.
Los jarritos de café se vaciaban, los bizcochos con grasa y las minifacturas empezaban a terminarse. Las ganas de dialogar respecto de adultez mayor y artes vitales crecían. "El envejecimiento es lindo", opinó una de las alumnas de Filosofía. Hay que "tomar las herramientas disponibles y aceptar lo que podemos hacer", lejos de quimeras como ganar la maratón de los dos años o leer la letra chica sin lentes. Y si la sociedad propone sacar del medio a los mayores, "amarse a uno mismo".
El espíritu autocrítico se sentó a la mesa y habló con voz de mujer: "A veces mi hijo me dice 'vos no querés que te lleve al geriátrico, pero ¿por qué me llevaste tantos años al jardín de infantes?".
Cuentas que no siempre se saldan entre compromisos laborales y familiares y climas de época en los que -apuntó una estudiante- se fogonea la sensación de que el adulto mayor es un discapacitado fueron parte del atardecer en el PEAM.
"Se siente el maltrato a los adultos mayores", observó una estudiante. Acotó que pasan "cosas feas" en hogares para ancianos, entre ellas familias que no visitan a "quienes han dado toda la vida por ellos". Por eso, recordó Müller, importa tener presente que se puede denunciar "abandono de persona" en caso de que alguien se despoje de un viejo como quien empieza a sacar papeles de un estante.
Es ésta la vivencia de muchos que habitan "en el silencio, sin la capacidad de hablar", tal lo expresó la docente. Son quienes rumian su malestar y no lo comparten con pares que podrían ayudarlos. Será por eso que, tal la cita de una alumna admiradora de la vitalidad de Héctor Otegui, "hay médicos que recomiendan ir al PEAM". Un espacio donde se percibe que "los adultos mayores son capaces de hacer obras de arte" que toman la forma de fotos de espléndida técnica, tramas de exquisita prolijidad o la universal consistente en dar lo mejor de sí.

18/6/19

¿Tanto lío por eso?
Pasó otra emisión de los Martín Fierro, feria mediática de la vanidad y, raramente, premiación a los méritos artístico y periodístico.
Nora Cárpena, viuda de Guillermo Bredeston, expresó su indignación porque su esposo no figuraba entre los muertos del último año. No se privó de decir que Bredeston era más que casi todos los de lista -¿le hacía falta para honrarlo?- ni de afirmar que casi se descompuso ante la omisión.
Señal de la descomunal vanidad de muchos que luego se ofenden cuando se los confunde a ellos, supuestamente artistas en serio, con los más mediocres personajes de la farándula que asumen sin hipocresía que figurar es lo más importante.
El bochorno de Cárpena ilustra actitudes de hombres y mujeres que no mueven un dedo si no se los elogiará por eso. A fines de los años ochenta, el médico Julio Lorenzo protagonizaba la publicidad de un sustituto de café. Mientras hablaba de sus bondades, se leía un subtítulo: "Los honorarios del doctor Borocotó han sido donados al hospital de niños". ¿Cedía su dinero porque le importaba la salud infantil o a condición de que se supiera que era un hombre presumiblemente generoso?
A días del feriado por Martín Miguel de Güemes, cabe preguntarse si él, Juana Azurduy de Padilla y tantos más iban al frente por compromiso patriótico o a cambio de un espacio en libros de historia y efemérides.
La histeria de los tontos consigue lo que la genética aún no ha hecho: hombres y mujeres cruzados con pavos reales.

Gracias, Platini
Talentoso mediocampista ofensivo, consiguió ser campeón europeo con la selección de Francia en 1984 e intercontinental con Juventus en 1985. Como entrenador, Michel Platini protagonizó un traspié deportivo grande: no logró clasificar a Francia para el mundial de 1994. Devenido dirigente, condujo la organización del mundial que, en su país, ganaron los galos.
Sindicado por Diego Maradona como uno más de los exjugadores que se pliegan a las mieles del poder de la Unión Europea futbolera, ha sido detenido en las últimas horas por presunta corrupción en la adjudicación del Mundial 2022 a Qatar. Antes de este desdoroso acontecimiento, Platini había recibido una sanción por faltas éticas en el llamado FIFA Gate, universal entramado de sobornos.
¿Por qué hay que dedicarle gratitud al francés Michel Platini? Porque su presencia en la comunmente mugrienta organización del fútbol internacional recuerda que el delito no tiene por qué ser asociado a una clase social: si alguien no necesita dinero para satisfacer necesidades primarias, ese es Platini.
Mientras algunos roban para comer, otros coparticipan de deshonestidades por codicia.
Interesante para tener presente antes de votar. Queda claro que un multimillonario también es capaz de manotear billetes si los ve dando vueltas a su alrededor.
Así como en la definición por penales contra Brasil en los cuartos de final de México '86, Platini volvió a errarle al arco.
Tal vez la sombra lo ayude a afinar la puntería.

13/5/19

Animales literarios
Adrián Ramírez tuvo que hacer en veinte minutos el práctico que le pidió la profesora de Redacción 1. Debía utilizar nombres de canciones del grupo The Animals para elaborar un cuento. Entregó esto:
Te recuerdo en la casa del sol naciente. La llamabas así en homenaje al abuelo David, que durante el servicio militar empezó a escuchar The Animals y porque desde la ventana del comedor tenías regia vista del amanecer.
-Dejame llevarte a casa así lo ves- le decías a los que creían que exagerabas. "No dejes que me malinterpreten", le pedías a Nancy cuando notabas que tus compañeros de curso te miraban como quien siente que escucha a un mentiroso o a un creído.
-Tomalo con calma- te sugería ella no en relación a esa situación sino al mate, a sabiendas de que la ansiedad te hacía tragar apurado y disfrutar poco.
Era de la clase de mujer que te atraía. En el entretiempo de un Boca 3- Huracán 2 me confiaste que te gustaba porque no era de quienes afirman "voy a cambiar el mundo y que nadie me lo impida porque es mi vida".
Décadas juntos. "No puedo creerlo", le dijo el médico mientras su mano derecha se apoyaba en su hombro izquierdo. Ella no volvió del quirófano. Él recordó como pudo una convicción y un pedido: "Mi alma, en el cielo. Entierra mi cuerpo".
-Traémelo a casa- propuso el portero del cementerio.

El fútbol se enloda aunque no llueva

La tribuna de Vélez hizo docencia gratuita. Este domingo 12 de mayo de 2019, expuso lo miserable que puede ser una multitud cuando conjuga odio e impaciencia. Tan grande era el deseo de repudiar a Mauro Zárate, exfutbolista del club que pasó a Boca tras decir que en la Argentina no vestiría otra camiseta, que miles de hinchas entonaron sus estribillos insultantes mientras la banda militar interpretaba el Himno nacional argentino.
Ni la canción patria se salvó de la intolerancia.
El sábado, la visita de Peñarol de San Juan a Victoria de San Luis estuvo cerca de terminar en tragedia. Hinchas y jugadores locales golpearon y persiguieron a los rivales, a quienes trataron como enemigos que merecían destrucción.
El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saa, no arrojó piedras ni trompadas. Sin embargo, tuvo que ver. Había anunciado, como quien afirma que un día tiene 24 horas, que Victoria jugaría la copa Libertadores. Con el combustible del triunfalismo, avivó el fuego de los que creen que perder es deshonra. Y que sobornar a quien haga falta para ganar es un medio noble para obtener el dios éxito.