30/4/13

Area distinguida
Adrián Ramírez tenía que definir área y problema de investigación. Quizás porque prefería reservar su memoria a las rachas invictas y sin triunfos de su equipo de fútbol, evitaba estudiar palabra por palabra. Sacaba más puntos en las consignas que pedían ejemplos que en aquellas que requerían definiciones.
En el primer examen de Metodología, con un profesor al cual sentía cercano, escribió:
"El área es como el carrito de hacer las compras; el problema, las bolsas que contiene. Las personas que vamos al psicólogo estamos vinculadas por el área (todos necesitamos mejorar nuestra salud mental). La diferencia es que mientras algunos van para aprender a amar a la suegra -y a menudo son derivados a la iglesia de los milagros-, otros van para borrar un recuerdo perturbador y algunos lo hacen a fin de entender qué les pasó en tal o cual momento o cómo sonreír durante el cumpleaños de un hermano la tarde en que nuestro equipo se va al descenso".

28/4/13

Ay, humanos
"Los llamaban whipping boys ("niños de azotes"). Vivían en las cortes reales inglesas" del siglo 18, cuenta Antonio Cencini en su libro Vivir Reconciliados. Agrega que "eran compañeros de juegos del hijo del rey; pero también tenían esta extraña tarea: cuando el joven príncipe cometía una falta eran castigados con el látigo, en lugar del culpable".
Doctor en Psicología, Cencini reconoce que no hacen falta monarcas ni látigos para proceder desde la misma base de "proyección", que "constituye un modo muy primitivo de liberarse de la propia culpa cargándola sobre los demás. Todos nosotros, más o menos, estamos tentados de usarla a veces en nuestras vidas. Quizás podríamos decir que tal mecanismo es responsable de muchos problemas y dificultades en las relaciones de nuestra comunidad". Apunta que "tratar el mal de este modo lo multiplica, arruinando las relaciones interpersonales, y no lo elimina de la propia vida".
Ejemplo: uno vuelve fastidioso de la oficina. Alguien de la familia cuenta que se acabó la soda. "Ni pienso hacerla, ¿qué se creen, que soy el hijo de la pavota? ¿¡Pero hasta cuándo la van a seguir?! ¿¡¡Por qué no me dejan de joder!!?", es la airada réplica.
Los familiares ligan los latigazos que uno evitó pegarle al jefe porque de algo hay que vivir. Errar es humano. Felizmente, darse cuenta de la falta también. Y conforma el primer paso para que su frecuencia baje.


26/4/13

Películas para el fin de semana

Mujeres del sexto piso
Nos acostumbramos a saludar a vecinos de los que a lo sumo conocemos el nombre. Se nos hace hábito escuchar y responder "Bien" al saludo "Cómo andás?". Cumplimos con el rito y seguimos indiferentes.
"Mujeres del sexto piso" describe la vida de quienes, en un país extranjero, habitan no departamentos sino el desván de un edificio que en sus pisos inferiores es de lujo. A ellas les toca bañarse con una jarra e ir a un baño que parece sacado de la más descuidada cancha de fútbol. Y sin embargo se ríen, disfrutan de su fuerte vínculo amistoso. Empleadas domésticas, son tratadas como sirvientas por algunos, como malditas extranjeras por otra y como personas dignas por un francés que, aburrido de su familia y sus negocios vacíos, asume como propia la causa de una vida mejor para esas nobles españolas.
Una obra para ver, ¿vernos? y disfrutar con interiores y exteriores de Francia y España. Para preguntarnos sobre nuestras posiciones frente a los otros y la vida.

Mi Nombre es Sam
Algunos apuntan que no es lo mismo decir discapacitado que persona con discapacidad. Que la primera expresión descalifica de plano mientras la segunda es realista.
Ver la magistral interpretación de Sean Penn como un hombre cuya capacidad intelectual no supera la de una criatura de 8 años ayuda a elegir la segunda calificación. Se trata de un padre que hace todo lo que puede por su hija, a la que educa con Amor mayúsculo, lo cual incluye educarla musicalmente desde Los Beatles.
Por una confusión, cae preso y ve en riesgo la tenencia de su niña. Acude a una abogada exitosa, Michelle Pfeiffer, que lleva adelante su profesión, pero no sabe cómo relacionarse con su hijo y tiene una bien ganada fama de materialista. No por solidaridad, sino por el afán de cambiar su imagen, acepta defenderlo a Sam para que le permitan volver a vivir con su pequeña.
Los cruces entre el tiempo de una abogada que vive a mil por hora y un hombre que entiende poco de estrategias judiciales y procesa todo lentamente plantean dificultades. También son la fuente de aprendizajes mutuos. Y responden, sin moralina, la pregunta: ¿hace falta sacarse un 10 en la universidad para vivir bien?

25/4/13

Para la posteridad
Igual que la videograbadora en su momento, Youtube hace mil pedazos los horarios de consumo de películas, series y demás productos audiovisuales.
Muchos realizadores y programadores de canales discernían a qué hora pasar las obras, de tal suerte que fuera grande la coincidencia entre destinatarios -para quién se las concebía- y los receptores, es decir quienes estaban efectivamente frente al televisor en el momento de emisión.
Así en TV como en la radio.
Un comentario que suena de madrugada queda colgado en el sitio web de la emisora y es posible escucharlo a las tres de la tarde. Las palabras que antes a lo sumo quedaban en la memoria o en la cinta de un cassette que grababa un fanático son hoy perennes, virtualmente invulnerables desde un archivo informático de audio.
La ventaja de "lo que es del aire, el aire se lo lleva", la comodidad de "insulto y luego niego o alego tergiversación periodística" ya no existe en el mercado audiovisual. Lástima que el pudor de algunos legisladores no se ponga a tono. A lo mejor, si así fuera, los términos serían menos escandalosos que los escuchados durante sesiones en las que está en disputa la justicia de una república.
Una contradicción parecida a la de quienes, videograbadora de por medio, veían una película del canal Venus al mediodía.

21/4/13



Hoy
Por Matilde Maffrand, taller de Comunicación Radiofónica del Programa Educativo de Adultos Mayores
 
En una situación de posguerra, surge un arte nuevo que indagará en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre en su totalidad; aparece  un automatismo puro donde la mente no ejerce ningún tipo de control. Es lo que se llamará surrealismo.
Los artistas comenzaron a ahondar en el subconsciente y el mundo de los sueños basándose en el movimiento Dadá que les precede.
Extendieron el principio del collage al ensamblaje de objetos incongruentes, como en los poemas de Max Ernst.
Otra de las nuevas actividades creadas por el surrealismo fue la llamada cadáver exquisito, en la cual varios artistas escribían distintas partes de un texto sin ver lo que el anterior había hecho, pasándose el papel doblado y de esa manera crear a partir de lo colectivo.
Hecha la introducción, va el resultado de un ejercicio propuesto en un taller de Comunicación Radiofónica que consistía en redactar en solo dos minutos un texto a partir de las palabras: niñez, adolescencia, juventud, adultez, adultez mayor. El escrito en cuestión que surge de esa propuesta es:

Hojas sueltas del otoño-arrastradas por un viento interrumpido- telón que una mano corre-mirada hacia atrás- pies descalzos- narices frías- caritas esperanzadas- años desparejos-días sinuosos- responsabilidad compartida- refugio de otoño- laberinto de ideas- mirada límpida hacia adelante.
De esta manera comienzo a dar vueltas a las palabras y a partir de estas dos consignas surge:
Entre la fantasía y lo otro…

Si tuviera otra vida amontonaría las hojas sueltas del otoño, las colocaría en una canasta pintada de amarillos luminosos, lilas y violetas y pasearía por mi niñez de la mano vigorosa de mi padre, me dejaría arrastrar por un viento interrumpido hasta la puerta de la escuela, miraría por la cerradura a mis amigas que luego me contuvieron y escucharía sus  voces lejanas llamándome.
Si tuviera otra vida observaría detenidamente el telón que una mano corre, ese telón azul que me recuerda los verdes cristalinos del Mar Mediterráneo, y voltearía mi mirada hacia atrás para descubrir mis pies descalzos que se conjugan con las narices frías y las caritas esperanzadas en este círculo sorprendente de la niñez.

Si tuviera otra vida contemplaría con cautela los años desparejos de la adolescencia, con mucha cautela los repasaría uno por uno intentando aceptar las inconsistencias de esa etapa borrosa.
Si tuviera otra vida me metería de lleno en los días sinuosos de la juventud, vestiría de nuevo la falda campana plato aquella que me hacía sentir Audrey Hepburn, bailaría Rock  al compás de la música de Elvis, todas las veces que mi madre me lo permitiera. Volvería al Club Social de mi pueblo y fumaría en escondidas en El Petitero.
Si tuviera otra vida penetraría en los difíciles relieves de la adultez, asumiría la responsabilidad compartida como máxima, formaría una familia arriándola como se dice en el campo, intentando con tenacidad que no se desborde por caminos descocidos, cubicándola a lo largo y a lo ancho siempre y cuando los sujetos me lo permitieran.
Espero, en este laberinto de ideas, que la adultez mayor me reciba con los brazos abiertos de ternuras y sosiegos. 

20/4/13

El amor es lo más preciado
Por María José Raimundo, IPEM 252 de Río de los Sauces

Sentir amor es algo hermoso, no solo es una palabra conformada por cuatro letras, sino que es un sentimiento que brota desde el corazón.
Las personas sentimos amor hacia nuestros padres, amigos, abuelos, mascotas, hermanos, pareja y familia en general. Estamos en constante contacto con el amor como también con el odio.
Yo soy una enamorada de la vida, me gusta estar enamorada y amar a las personas que se merecen mi amor, muchas veces éste me ha desilusionado pero no me rindo. En el amor es lindo entregar todo de uno y recibir a cambio lo mismo. Hasta ahora muchos piensan que el amor es un sentimiento color rosa, cuando sabemos que muchas veces es el más duro de llevar. Cuando pienso en el amor se me cruzan mil cosas por la cabeza, cosas lindas y no tanto a la vez, las lindas son imaginarme un corazón rojo, la letra de una canción, el nombre de la persona que amo y las feas son poemas tristes, letras de canciones también tristes o de despedida, acordarme de peleas con mi chico o con amigas.
Dicen que del amor al odio hay un solo paso, yo personalmente no creo en eso. El amor es lindo cuando es mutuo, cuando los dos sienten lo mismo, no sirve de nada que uno solo sienta y dé este sentimiento. Es tan lindo amar y sentirse amado y hay tanta gente que solo juega con este sentimiento...
Vacío argumental
"El que se enoja, no sirve para jugar al fútbol"
, sentenció el futbolista Juan Román Riquelme. Fue una manera de justificar los empujones e insultos que cruzaron el sufrido arquero Agustión Orión y Emiliano Albín, defensor que no defiende.
Fiel a su estilo, Riquelme no pudo solamente decir su verdad; también necesitó hacer sentir mal al periodista que le hizo la pregunta.
A Boca le convendría que esta aptitud del 10 para el ataque se notara en la cancha.

Y en cuanto a los argumentos, es evidente que le está errando, tanto como casi siempre que intenta embocar un tiro al arco: sin andar enojado, Pancho Sa ganó seis veces la Copa Libertadores.

17/4/13

Un eclipse y cinco estrellas
Un terremoto de 5 grados tuvo lugar en un país. No aconteció en zona cordillerana. Fue la consecuencia de la explosión de una bomba atómica en Corea del Norte.
A miles de kilómetros y días de distancia, estudiantes de cuarto año del colegio San Ignacio escribieron esto. Si bien la actividad fue obligatoria -un práctico de la materia Sociology-, da toda la sensación de que la hicieron con gusto. Para abonar la idea de que la vida es una interminable sucesión de paradojas, salieron textos muy lindos originados en una acción muy fea decidida por un dictador. Si la traducción del editor no falla, estás invitado a un paseo por reflexiones maduras.

Por qué los ciudadanos no salen a la calle a marchar contra un presidente que los somete mientras gasta fortunas en armamentos fue uno de los puntos considerados. A juicio de Milagros Ricchini, sucede que "las normas que les fueron impuestas por el gobierno, de modo muy violento, le han enseñado a la población norcoreana que el dictador Kim Jong Un no es chiste".
En cuanto al papel de la educación sobre las decisiones de quienes viven bajo la opresión, dice que en la escuela "la gente gana no solo conocimiento sino también valores, fuertes valores, que la acompañarán por el resto de sus vidas". Claro que "toda esa socialización puede quedar en la nada cuando gente poderosa aparece e impone una idea de comportamiento totalmente distinta. Pero también es posible que "alguna gente prefiera morir a ir en contra de sus valores. Raro, pero puede suceder. Si sos uno de ellos, buena suerte".
Octavio Jorba advierte que "algunas personas poderosas modifican contexto, valores y educación". Asimismo, considera que en países como Corea del Norte, "si sos periodista y decís tu opinión, podés ser asesinado". Hace notar también que "como la migración no es posible, no entran nuevas ideas". Manifiesta que el presidente desempeña mal su rol. Le gustaría que usara su "poder y dinero para ayudar a la pobre gente, los hospitales, etc., y no para comprar armas. Al actuar como lo hace, le da a la gente una idea desviada de lo que está bien lo que está mal".
Rosario Masoero aúna la noción de posibilidades de vida a las de sociedades abiertas y ocultas.
"Las chances de vida no son las mismas que en Argentina", como que "son distintos países con muy diferentes formas de gobierno. Apunta que "aquí la gente muestra sus opiniones y acciones mientras que en Corea del Norte oculta sus reales visiones". Dice que "sus ciudadanos pueden no expresar su fastidio por temor" a recibir un castigo del control social formal de "semejante poderoso gobierno. Por otro lado, quizás fueron educados en un contexto que apoya las reglas presidenciales. Además, esta gente puede tener ciertos valores tales como respeto o paciencia que prefieren mantener".
Amparo Cosio percibe la "discriminación" que sufre todo aquel que no es "amigo" o "familiar del dictador". Intuye que otra manera de ejercer mal su cargo sea la obligación que baja del presidente a las escuelas de transmitir sus valores, por lo tanto "cuando los chicos crecen ya saben quién tiene el poder". Añade que "esto hace que niños muy inteligentes que en el futuro se convierten en adultos inteligentes y poderosos tengan una base terrible de valores y de curriculum oculto".
Para Sofía Zamanillo, "la educación de un país depende de muchos factores. Uno de ellos es la forma en que el gobierno es llevado adelante. Si es violento, entonces la gente puede tener acciones agresivas con sus hijos o miembros de su grupo de pares". Agrega que "los valores también son enseñados por los gobernantes" y que "es bueno afirmar que aunque el gobierno sea una mala influencia, no todas las personas van a ser violentas".

16/4/13

Menotti nos distingue

"No es lo mismo un Fiat 600 negro que 600 negros en un Fiat", era un distingo clásico en recreos de muchas escuelas secundarias. Otro empezaba con "no es lo mismo un chorizo a baño maría que..."
Establecer diferencias es una de las acciones que más desarrolla una persona. De lo que hay en la mesa a lo que irá al plato, de una línea de colectivo a otra, de una persona con quien tomar un helado a otra con quien tomar rumbo desconocido, de alguien con quien firmar un cheque a otro con quien rubricar un matrimonio. Decenas, miles de selecciones conforman nuestra vida cotidiana.
Entrevistado por el periodista Enrique Sacco para el canal ESPN, el entrenador César Menotti dejó una de sus habituales agudas observaciones. Dijo que una cosa es aspirar al éxito y otra, imponérselo como obligación. Estableció que soñar, proponerse la victoria es noble, aunque deja de serlo cuando lo que se desea se convierte en mandato; entonces quien le da una patada alevosa al rival no siente remordimientos y hasta reclama la medalla al mérito. Tanto los que aspiran a ser campeones como aquellos que se lo fijan como obligación tienen grandes chances de no satisfacer sus metas, claro que unos habrán buscado respetando los medios y otros, dejando tierra arrasada.
De modo análogo, hay quienes aspiran a casarse y, aun divorciados, recuerdan momentos preciosos. Numerosos hombres y mujeres que se casan porque culturalmente hay que hacerlo tienen que mirar muchísimas fotos para encontrarse sonrientes.
Cielo redondo
Celeste, turquesa, manchas horizontales blancas con un borde anaranjado. Al rato lo que se ve es casi todo azul y el blanco es grisáceo rodeado de turquesa. Las copas de los árboles ahora son negras. El atardecer se realza desde Youtube, con Ella Fitzgerald cantando "Cry me a river" y con Ligia Piro haciendo aun más bello el tema "Over the rainbow".
Asomarse a la ventana trae a la memoria al hincha de Boca que, con una pierna en el aire y la otra en el primer escalón del segundo piso de la tribuna local de La Bombonera, miraba filas arriba a su hija y metros abajo el partido. O al otro fanático, que con una camiseta de Flamengo de Brasil arengaba: "¡Vamos, que se nos va el campeonato!" la tarde lluviosa en la que por gol de Félix Ubaldi a 12 minutos del final Independiente le empataba a Boca y lo alejaba del título del Clausura de 1992. O al muchacho de pantalones y campera celestes de jeans que lloraba de dicha abrazado a un hombre de campera negra gracias a una media vuelta de Diego Latorre sobre la hora.
Por la otra ventana no se ven recuerdos sino se imagina a los grupos de hinchas de Los Andes en la esquina de Boedo y Estrada, a los que caminan de Santa Fe a Estrada con la entrada en la mano, ya listos para hacer la cola y entrar a ver el partido con Temperley.
La vida futbolera tiene su propio cielo.

13/4/13

Horas de crecimiento
"El tiempo nos hará justicia" o algo muy parecido se le atribuye a San Martín. El padre de la patria sabía que los juicios de valor inmediatos suelen estar teñidos por contextos políticos, emocionales y cortedad de mira que distorsionan. Décadas, años o meses más tarde es posible conocer mejor en qué acertó y en qué falló alguien.
A Julio César Falcioni lo insultaron como al peor chanta la tarde del que por eso fue su partido final en Boca, antes, en el entretiempo y al final del 2-1 sobre Godoy Cruz de Mendoza en diciembre de 2012.
Cuando apareció la imagen de Carlos Bianchi en el homenaje a Rolando Schiavi, que también esa jornada representó a los xeneizes por última vez, los mismos que agraviaron a Falcioni se deshicieron en aplausos.
El Boca de Julio César, con los mismos jugadores excepto el Chiqui Pérez traído por Bianchi, tenía por lo general más solidez en el fondo. Hoy, decir que la última línea defiende es una ironía.
Es verdad que Boca era aburrido de ver hace un semestre. Pero al menos no le generaba la diversión que hoy les depara a sus rivales el Boca de Bianchi.
Sin ser Gardel, Falcioni goza de una imagen que mejora semana a semana.

11/4/13

Ruido oculto
El piano y la voz de Diana Krall le dan a la canción "A case of you" un precioso aire tristón. Adrián Ramírez hallaba en este tema el remanso que le habían postergado un estúpido trámite bancario y redactar una nota periodística que se le hacía "papeles que a nadie le importan", como decía Santini, el personaje de Antonio Gasalla en la película La Tregua.
"When I look in your eyes", con la misma intérprete, le prolongaba la sensación. No era música para animar un cumpleaños, pero sí para ir bajando tras subir una tras otras las cuestas de un día en el más que el trámite bancario estúpido y la nota periodística, lo que le marcó el paso fue la ansiedad.
Cuando te hartes
Recordó la voz de David Lebón: "¿Cuánto tiempo más llevará?".
Corregir era una tarea que odiaba y amaba. Las docenas de hojas le pesaban kilos, sobre todo si leía que San Martín había nacido en el siglo veinte o que Cristóbal Colón fue el primer presidente de Colón de Santa Fe. El papel se le hacía pasaporte a la dicha cuando veía que "la historia nos ayuda como mínimo a valorar lo pasado, a tenerle paciencia al abuelo cuando pregunta seis veces el nombre en cuarenta minutos, a acordarnos de lo que debemos haber sido nosotros de bebés y la amorosa paciencia que nos tuvieron los mismos que hoy se nos hacen densos".
Se quería dedicar a barrer hojas de las calles en pleno otoño si le tocaba leer "los hojos se me ponen colorados por el cloro de la pileta donde voy de beraneo". Deseaba continuar en su tarea, horas más tarde, después de un ejercicio de relajación que le devolvía la capacidad de notar lo respetuoso que era ese pibe.
Adrián Ramírez y sus vaivenes docentes, desde hace 23 dentro de todo felices años.


Soberano cambio
Derrapó. No se acordó del aniversario, pero a diferencia de los años anteriores no sintió un dejo de pena ni de culpa. Se quedó pensando si era posible tal disparidad de sentimientos, semejante distancia entre uno y otro. 
Por más de tres años había sido posible y hasta agradable ver juntos las películas que elegía uno, escuchar el día de trabajo ajeno prestando atención, fijarse más en cuánto falta para verse que para despedirse o dormirse.
Lo que siguió fue inercia, duración, hacer de cuenta.
Adrián Ramírez dejó de gustar de la Física, sin importarle los elogios y la dedicación del profesor. Sucedió cinco años después de la primera clase, cuando presintió que seguiría Psicología.

7/4/13

Así es
Por lo menos los saboreó. El alfajor, del que solo se había propuesto comer la mitad; las galletitas dulces, que fueron más que las cuatro de la primera vez que se levantó de la silla; el café con leche.
Bautista supo que seguiría así hasta que se pusiera a pensar qué lo tenía ansioso. No podía ser que todo le molestara si no había nada para molestarlo.
Hay posibilidades que inquietan aunque sean las mismas que se espera concretar.

4/4/13

Chesterton y las inundaciones
Práctica vs. teoría es de las oposiciones construidas desde la terquedad por aquellos que prefieren ganar disputas a mantener diálogos. El camino al supuesto éxito es partir de una base falsa.
Así como en el fútbol los cultores del resultadismo arrancan de la mentira según la cual quienes se interesan por la estética no desean ganar; en ciencia, quienes hace años no agarran un libro determinan que la mejor teoría es la práctica y en política, los que jamás se bajan afirman que los que nunca gobernaron no saben hacerlo.
Sin ese desdén por la reflexión, Gilbraith Chesterton corrió el velo a lugares comunes que a veces nos usurpan la vida y que en ocasiones nos la quitan.
Cuando las cosas van muy mal, es usual la frase 'necesitamos un hombre práctico'. 
Un hombre práctico significa una persona acostumbrada al mero hacer diario, a la forma en que comunmente funcionan las cosas. Cuando no caminan, lo que hace falta es un pensador, un hombre que tenga alguna doctrina acerca de por qué funcionan. Está mal macanear mientras Roma arde, 
pero está bastante bien estudiar la teoría hidráulica mientras se quema. 
En la enésima inundación de Buenos Aires, por enésima vez se pusieron baldes a la obra, acaso porque desde hace años no se aplican teorías existentes para evitar que lluvia torrencial equivalga a tragedia.

Está clarita la estafa
La claridad no está exenta de la belleza. Por supuesto que hay expresiones cristalinas que poco tienen de lindo. Son las vulgaridades que surgen del impulso, de la vagancia o de otras fuentes. Como contraparte, hay artistas que consiguen miles de lecturas coincidentes gracias a su talento para elaborar la claridad. 
Al comienzo de la película Casino, se escucha a Joe Pesci decir "este es el resultado de tantas mujeres, hoteles gratis y luces" mientras en primer plano se ve una cinta transportadora de las miles de monedas que por minuto pierden los apostadores en Las Vegas sin darse cuenta, embelesados por piernas, tragos y otras atracciones.
Decir juego es implicar mafia, codicia, fin que justifica medios. Aquello de "a buen entendedor, pocas palabras" se hace patente en otra de las frases del personaje: "En el desierto hay muchos hoyos que cubren muchos problemas".
El personaje de Robert De Niro, que junto a Pesci da vida -suena irónico dadas sus obras- a Buenos Muchachos, otra obra maestra de Scorsese relativa al mundillo criminal. Administrador del casino, parece que tuviera cincuenta ojos en vez de dos, todos entrenados para percibir quién hace trampas, paso previo a encerrarlo en una pieza, descubrirle las artimañas y romperle las manos a martillazos. Sabe el carácter de unos cuantos jugadores, como ese que "si ganaba 10 mil, pensaba que había dejado de ganar 90 mil". Alienta las estadías prolongadas en el lugar ya que "mientras más tiempo juegan, más dinero pierden".
Antes de que afirmes "se las sabe todas", aceptá la invitación de ver la película y fijarte cómo le va cuando cae rendido ante la belleza de Sharon Stone, mujer de un proxeneta.